EL MEJOR COMIENZO

La leche materna es el mejor alimento para el bebé. Proporciona los nutrientes necesarios para su desarrollo, contiene leucocitos y anticuerpos que protegen al niño frente a infecciones y además es beneficiosa para la mujer.

Por todos sus beneficios, el Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé, seguida por la introducción paulatina de alimentos complementarios al tiempo que la madre sigue dando el pecho.

No es necesario que la madre siga una preparación especial para amamantar a su hijo. No obstante, existen una serie de trucos y consejos que ayudan a tener una lactancia satisfactoria tanto para el niño como para la madre. Estas son algunas de las recomendaciones de la OMS, la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación Española de Pediatría.

Cuanto antes se le ofrezca el pecho al niño, mejor. A ser posible en la primera media hora tras el parto. Aunque el niño no muestre interés por mamar, es importante que permanezca junto a la madre en los primeros momentos de vida.
Si se opta por la lactancia exclusiva, no se debe dar otro alimento. Si no hay contraindicación médica alguna, la leche es suficiente para él.
No hay que darles chupetes o tetinas, en especial al principio, porque la forma de succión es diferente y puede que el niño no sepa mamar del pecho después.
La posición del bebé es crucial. Si está bien colocado, se alimentará adecuadamente y evitará la formación de grietas. Para ello, la boca del niño debe abarcar el pezón y buena parte de la areola. Así el reflejo de succión será eficaz.
No es conveniente establecer una frecuencia de tomas fija, sino ofrecer el pecho cuando el niño lo reclame. Es importante recordar que el llanto suele ser el último recurso para llamar nuestra atención y por tanto hay que estar pendiente de las señales. Lo normal es una toma cada dos horas.
Todo lo que coma o beba la madre mientras da el pecho puede afectar a su hijo. Por tanto, conviene no ingerir alcohol o fumar durante este tiempo.
La mayor parte de los medicamentos son seguros y no pasarán al bebé a través de la leche, pero algunos pueden ser peligrosos. Lo mejor es consultar al especialista.
Si el niño nace mediante cesárea también es posible darle el pecho, lo único que hace falta es que alguien se ocupe de acercar el niño a la madre.