Beneficios de la lactancia materna ¿los conoces?
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Beneficios de la lactancia materna ¿los conoces?
Beneficios de la lactancia materna ¿los conoces?
A menudo veo mamás que tienen clarísimo que van a dar leche de fórmula a sus hijos desde el nacimiento. Ni siquiera lo van a intentar, ni siquiera van a probar. convencidas cuentan cuántos bebes sanos conocen alimentados con biberón, como único argumento. Cada cual es libre de decidir, por supuesto, qué quiere darle a su hijo y de qué quiere privarle. Pero para privarle de algo, creo que primero deberíamos conocer de qué le privamos y después decidir. Si decidimos no dar el pecho, que al menos no sea por falta de información...
He buscado entre toda la documentación que he podido para intentar dar respuesta a esa pregunta: POR QUÉ LA TETA Y NO EL BIBERÓN. Intentar engañarse es absurdo; el pecho es superior, en todos los aspectos, a la leche de fórmula. Puede no ser suficiente motivo para dársela a nuestro bebé, pero es un echo comprobado que no deja lugar a dudas. La AEPED (Asociación Española de Pediatría) además de la OMS (Organización Mundial de la Salud), recomiendan leche materna en exclusiva durante los seis primeros meses y continuar con la lactancia materna mixta hasta los dos años. Un bebé no necesita nada más para crecer sano, solo la leche de mamá.
Primero pretendía hacer una comparativa, para dejar claro cuántas ventajas nos ofrece la leche materna frente a la leche artificial... Pero he tenido que cambiar el enfoque, porque el biberón no tiene absolutamente ninguna ventaja sobre la lactancia materna; ni para el bebé ni para la mamá, exceptuando poderse separar de el con mayor frecuencia y por periodos más largos de tiempo, algo que, desde luego, no es lo mejor para el bebé y en principio tampoco una ventaja para la mamá. Ofrecer un biberón a nuestro bebé cuando podemos lactarle, es como si nos obligaran a alimentarnos de suero en lugar de dejarnos comer una dieta variada. Desde luego no nos moriríamos con el suero, pero qué necesidad habría de prohibirnos comer lo que necesitamos y más nos gusta, si además está adaptado a nosotros?
BENEFICIOS PARA LA MADRE
Favorece la relación de apego con el bebé, se establece un diálogo íntimo a base de sonrisas, miradas, caricias.
Dar de mamar es una experiencia gozosa y única que ayuda a vivir la maternidad en plenitud. Disminuye las posibilidades de depresión postparto.
Ayuda al útero a contraerse y recuperar su forma más rápidamente, disminuyendo el sangrado postparto.
La grasa acumulada en el cuerpo durante el embarazo se convierte en energía para producir leche con lo cual se recupera el peso o la silueta.
Mejora la anemia y se ahorra hierro gracias a la ausencia de la amenorrea prolongada, favoreciendo además el espaciamiento natural en los embarazos gracias a sus propiedades anticonceptivas mientras la lactancia es exclusiva y a demanda.
A largo plazo disminuye el riesgo de cáncer de pecho, de ovarios y la osteoporosis.
La leche materna además es estéril, antiséptica, está siempre lista para el bebé, en cualquier lugar y momento, a la temperatura correcta, incluso a mitad de la noche y además es gratis.
Es cómodo pues la leche siempre estará a punto: temperatura adecuada y composición perfecta, y no habrá que comprar ni esterilizar tetinas ni bibes, ni estar pendientes de que no falten los polvos o el agua hervida o embotellada, y no será ningún problema cuando falten la luz o el gas.
BENEFICIOS PARA EL BEBÉ
La leche materna está especialmente indicada para el bebé, con el equilibrio justo de nutrientes que necesita y es por tanto nutricionalmente superior a cualquier otra alternativa.
Contiene anticuerpos y defensas para ayudarle a combatir las infecciones.
El calostro que se produce los primeros días tiene un alto valor en proteínas, rica en anticuerpos y fácil de digerir.
Es más fácil de digerir que la leche de fórmula, no produce tanto estreñimiento, ni molestias gastrointestinales ni diarreas.
Disminuye el riesgo de desarrollar gastroenteritis.
Disminuye el riesgo de alergias en familias con antecedentes y en general, de enfermedades respiratorias.
Las infecciones de oído son menos frecuentes.
Protege contra la diabetes.
Reduce el riesgo de mortalidad por Enterocolitis Necrotizante (enfermedad frecuente en los Prematuros)
Previene la muerte súbita ,la leucemia, la meningitis por Haemophilius y la diabetes tipo I.
Menor riesgo de tensión arterial y colesterol altos y menos posibilidades de ser obesos en el futuro.
Además, favorece la maduración el sistema nervioso y los niños alimentados a pecho tienen un cociente intelectual más alto.
A menudo veo mamás que tienen clarísimo que van a dar leche de fórmula a sus hijos desde el nacimiento. Ni siquiera lo van a intentar, ni siquiera van a probar. convencidas cuentan cuántos bebes sanos conocen alimentados con biberón, como único argumento. Cada cual es libre de decidir, por supuesto, qué quiere darle a su hijo y de qué quiere privarle. Pero para privarle de algo, creo que primero deberíamos conocer de qué le privamos y después decidir. Si decidimos no dar el pecho, que al menos no sea por falta de información...
He buscado entre toda la documentación que he podido para intentar dar respuesta a esa pregunta: POR QUÉ LA TETA Y NO EL BIBERÓN. Intentar engañarse es absurdo; el pecho es superior, en todos los aspectos, a la leche de fórmula. Puede no ser suficiente motivo para dársela a nuestro bebé, pero es un echo comprobado que no deja lugar a dudas. La AEPED (Asociación Española de Pediatría) además de la OMS (Organización Mundial de la Salud), recomiendan leche materna en exclusiva durante los seis primeros meses y continuar con la lactancia materna mixta hasta los dos años. Un bebé no necesita nada más para crecer sano, solo la leche de mamá.
Primero pretendía hacer una comparativa, para dejar claro cuántas ventajas nos ofrece la leche materna frente a la leche artificial... Pero he tenido que cambiar el enfoque, porque el biberón no tiene absolutamente ninguna ventaja sobre la lactancia materna; ni para el bebé ni para la mamá, exceptuando poderse separar de el con mayor frecuencia y por periodos más largos de tiempo, algo que, desde luego, no es lo mejor para el bebé y en principio tampoco una ventaja para la mamá. Ofrecer un biberón a nuestro bebé cuando podemos lactarle, es como si nos obligaran a alimentarnos de suero en lugar de dejarnos comer una dieta variada. Desde luego no nos moriríamos con el suero, pero qué necesidad habría de prohibirnos comer lo que necesitamos y más nos gusta, si además está adaptado a nosotros?
BENEFICIOS PARA LA MADRE
Favorece la relación de apego con el bebé, se establece un diálogo íntimo a base de sonrisas, miradas, caricias.
Dar de mamar es una experiencia gozosa y única que ayuda a vivir la maternidad en plenitud. Disminuye las posibilidades de depresión postparto.
Ayuda al útero a contraerse y recuperar su forma más rápidamente, disminuyendo el sangrado postparto.
La grasa acumulada en el cuerpo durante el embarazo se convierte en energía para producir leche con lo cual se recupera el peso o la silueta.
Mejora la anemia y se ahorra hierro gracias a la ausencia de la amenorrea prolongada, favoreciendo además el espaciamiento natural en los embarazos gracias a sus propiedades anticonceptivas mientras la lactancia es exclusiva y a demanda.
A largo plazo disminuye el riesgo de cáncer de pecho, de ovarios y la osteoporosis.
La leche materna además es estéril, antiséptica, está siempre lista para el bebé, en cualquier lugar y momento, a la temperatura correcta, incluso a mitad de la noche y además es gratis.
Es cómodo pues la leche siempre estará a punto: temperatura adecuada y composición perfecta, y no habrá que comprar ni esterilizar tetinas ni bibes, ni estar pendientes de que no falten los polvos o el agua hervida o embotellada, y no será ningún problema cuando falten la luz o el gas.
BENEFICIOS PARA EL BEBÉ
La leche materna está especialmente indicada para el bebé, con el equilibrio justo de nutrientes que necesita y es por tanto nutricionalmente superior a cualquier otra alternativa.
Contiene anticuerpos y defensas para ayudarle a combatir las infecciones.
El calostro que se produce los primeros días tiene un alto valor en proteínas, rica en anticuerpos y fácil de digerir.
Es más fácil de digerir que la leche de fórmula, no produce tanto estreñimiento, ni molestias gastrointestinales ni diarreas.
Disminuye el riesgo de desarrollar gastroenteritis.
Disminuye el riesgo de alergias en familias con antecedentes y en general, de enfermedades respiratorias.
Las infecciones de oído son menos frecuentes.
Protege contra la diabetes.
Reduce el riesgo de mortalidad por Enterocolitis Necrotizante (enfermedad frecuente en los Prematuros)
Previene la muerte súbita ,la leucemia, la meningitis por Haemophilius y la diabetes tipo I.
Menor riesgo de tensión arterial y colesterol altos y menos posibilidades de ser obesos en el futuro.
Además, favorece la maduración el sistema nervioso y los niños alimentados a pecho tienen un cociente intelectual más alto.
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