Tu embarazo semana a semana
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Tu embarazo semana a semana
Embarazo 1 y 2 semana
Todavía no sabes que estás embarazada, puesto que han pasado una o dos semanas desde que comenzaste con la menstruación. Al final de la segunda semana, si tienes ciclos regulares de 28 días, se produce la ovulación. El ovario produce un ovocito que libera hacia la trompa de falopio y será el futuro óvulo en caso de ser fecundado por un espermatozoide. El endometrio, las paredes del útero, comienzan a engrosarse preparándose para una posible implantación del óvulo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Algunas mujeres (un 25%), durante la ovulación notan dolor pélvico debido a la irritación del líquido o la sangre segregados cuando se rompe el folículo en el ovario para liberar el ovocito. La vagina también puede estar más lubricada debido al aumento del moco cervical en la ovulación.
Debes saber que el test de embarazo realizado en la orina no da positivo hasta diez días después de producirse la concepción.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Toda mujer que desee quedarse embarazada debería haberse hecho una revisión médica y ginecológica previamente. En la revisión ginecológica se incluye una citología (para diagnosticar lesiones premalignas o malignas del cuello del útero), una ecografía ginecológica (para evaluar el útero y los ovarios) y una mamografía en caso de ser mayor de 40 años o a partir de los 30 años si se tienen antecedentes de cáncer de mama (madre o hermana). En la revisión médica debe incluirse una exploración general acompañada de análisis de sangre y orina.
En el caso de sufrir alguna enfermedad como diabetes, hipertensión, lupus, epilepsia, hipo o hipertiroidismo, cáncer o cualquier patología que requiera tratamiento médico, debes consultar al especialista de tus deseos de gestación por si existe alguna contraindicación o es necesario cambiar el tipo o las dosis de la medicación que estás tomando.
Si estás utilizando algún método anticonceptivo con hormonas como la píldora, el parche semanal o el anillo mensual, lo ideal es que lo suspendas un par de meses antes de quedarte embarazada y tengas dos menstruaciones normales antes del embarazo. Durante estos meses podéis utilizar preservativo. Si por el contrario, te quedas embarazada inmediatamente después de suspender estos métodos, será más difícil calcular la fecha de la concepción.
El ácido fólico a estas alturas ya debes estar tomándolo, pues ya sabes que las autoridades sanitarias recomiendan la ingesta de 400 microgramos al día desde antes del embarazo para prevenir defectos del tubo neural, ya que éste se cierre en las primeras semanas tras la concepción. Además, el ácido fólico tomado antes del embarazo, también disminuye el riesgo de aborto. Luego, deberás continuar con el ácido fólico todo el embarazo. Asimismo, se recomienda la administración de yodo (200 microgramos al día) desde que estás planificando quedarte embarazada y durante toda la gestación. La administración del yodo es necesaria para evitar retrasos neurológicos en tu hijo y favorecer el desarrollo cerebral desde el primer momento de la gestación.
Actualmente, existen complejos vitamínicos que incluyen el ácido fólico y el yodo necesarios durante la gestación como Natalben.
Finalmente, aprovecha para dejar de fumar y beber alcohol, pues las repercusiones para tu hijo pueden ser graves.
Embarazo Semana 3
CAMBIOS EN EL HIJO:
El embrión a estas alturas es sólo un grupo de células que se están multiplicando muy rápidamente. Tras la fecundación del ovocito por el espermatozoide, se fusionan los dos núcleos aportando cada uno 23 cromosomas con la dotación genética de ambos. Por tanto, tu hijo tendrá un total de 46 cromosomas con una información en ellos tuya y de tu pareja. Es importante que sepas que desde el momento de la fecundación, ya está establecido el sexo de tu futuro bebé, y éste viene determinado por el tipo de espermatozoide que fecunde el ovocito: si tiene un cromosoma Y será un niño y si el cromosoma es X, una niña.
Al grupo de células en continua multiplicación se le llama cigoto. De cigoto pasa a denominarse blastómera, luego mórula y posteriormente blastocisto. El blastocisto llega de la trompa de falopio a la cavidad uterina y se implanta en la pared del útero una semana después de haberse producido la fecundación.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Algunas mujeres tienen una pequeña hemorragia en el momento de la implantación. Aunque suele ser de escasa cantidad, algunas veces se confunde con una menstruación.
Todavía es pronto para notar un aumento en el tamaño de los pechos aunque algunas mujeres lo refieren. De igual forma, puede aparecer cansancio, irritabilidad, cambios en el estado de ánimo y alguna nausea.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Si han pasado más de diez días del posible día de la fecundación, el test de embarazo ya puede dar positivo. El hecho de que a estas alturas salga negativo no significa que no puedas estar embarazada, sino que tal vez es demasiado pronto para detectarse con el test de orina o que la fecundación se haya producido un poco más tarde.
Con la ecografía también es demasiado pronto para detectarse cualquier signo de embarazo.
Embarazo Semana 4
CAMBIOS EN EL HIJO:
El embrión, ya implantado en el útero, tiene un tamaño de entre 0,36 a 1 mm de longitud. El grupo de células empieza a diferenciarse en tres láminas u hojas, que darán lugar a los futuros órganos: ectodermo, endodermo y mesodermo. Es el llamado disco trilaminar. El ectodermo dará lugar al sistema nervioso central, el endodermo al tracto gastrointestinal, páncreas, hígado y tiroides; y el mesodermo a los huesos, músculos y sistema sanguíneo. Se está formando la cavidad amniótica y en su interior el líquido amniótico. La placenta también se está empezando a formar y en estadios precoces se llama trofoblasto. Es la encargada de llevar el oxígeno y los nutrientes de la madre al hijo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Es al final de esta semana cuando te tendría que venir el periodo. Por eso, su ausencia será lo que confirme tus sospechas. Junto con la ausencia de la menstruación, notarás cierto dolor pélvico como si te fuese a bajar la regla. Puedes percibir el abdomen un poco hinchado aunque el útero aún no ha aumentado de tamaño. También puedes notar mayor tensión mamaria, así como aumento en su volumen. Algunas gestantes ya manifiestan nauseas y cansancio.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
El test de embarazo, en la mayoría de los casos, es positivo, incluso antes de comprobar la ausencia de la menstruación. El test detecta la presencia en orina de la hormona gonadotropina coriónica humana (HCG) que se segrega desde el inicio de la gestación. En las gestantes con ciclos irregulares ( reglas cada más de 40 días) puede ser negativo en la cuarta semana.
La ecografía muestra el endometrio (las paredes del útero) más engrosadas pero es casi imposible visualizar la vesícula gestacional.
Embarazo Semana 5
CAMBIOS EN EL HIJO:
El embrión (así llamado hasta la semana 12 en que empieza a considerarse un feto), mide 1,25 mm de longitud. El esqueleto del embrión se está empezando a formar. El desarrollo de los músculos, huesos, sistema nervioso y corazón está teniendo lugar aunque aún sea imperceptible por los métodos diagnósticos disponibles.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Todavía no percibirás grandes cambios en tu figura aunque ya sepas que estás embarazada puesto que la ausencia de menstruación y el test de embarazo así lo confirman.
El primer síntoma que tendrás son las nauseas. Las nauseas suelen aparecer por la mañana y algunas veces se acompañan de vómitos y arcadas. Hay gestantes que tienen nauseas durante todo el día, comenzando por la mañana e incrementándose a lo largo del día. Algunos remedios caseros para paliar las nauseas son comer varias veces al día pequeñas cantidades de galletas saladas o de jengibre, corteza de pan, cacahuetes o palomitas de maíz, así como beber a lo largo del día bebidas con cola, limón o naranja a pequeños sorbitos. Sería bueno que tomases el desayuno en la cama antes de levantarte.
De todas formas, cada embarazada tiene su alimento ideal para disminuir las nauseas y muchas veces ninguno resulta efectivo. Afortunadamente, las nauseas son temporales y desaparecen al final del tercer trimestre ( semana 13).
Otro síntoma que notarás será que orinas con mucha frecuencia, y esto se mantendrá hasta el momento del parto debido a la presión del útero sobre le vejiga.
El volumen de los pechos estará aumentado. Notarás mayor tensión mamaria, que a veces puede resultar doloroso. Aparecen pequeñas glándulas alrededor del pezón, así como un aumento de la coloración de la areola mamaria.
Te encontrarás más cansada y con ganas de irte a dormir antes de tu hora habitual. Esto se mantendrá todo el embarazo.
La aversión por algunas comidas u olores que antes soportabas suele ser frecuente. Algunas embarazadas perciben al principio de la gestación un sabor metálico en la boca.
El dolor en el bajo vientre y la sensación como si fuese a bajar la menstruación persiste en esta semana.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
El test de embarazo casi con toda seguridad es positivo, salvo en raras situaciones de reglas muy irregulares cada dos o tres meses. Esta prueba la puedes comprar en la farmacia y es fácil de usar. Existen diferente tipos de pruebas de embarazo: las que se recoge la orina en un vaso y se hunde un palillo dentro, o las que se coloca el palillo directamente en el chorro de orina. La mejores son las que detectan pequeñas cantidades de la hormona HCG ( entre 15 y 30 HCG) y en la farmacia te pueden asesorar. Si salen dos rayas rojas es que estás embarazada. Si sólo sale una raya roja no hay embarazo. Si sale una raya muy roja y otra levemente roja es que el embarazo es muy incipiente. Debes saber, que a veces sale el test negativo ( una sola raya roja) y eso no quiere decir que no estés embarazada, sino que aún es pronto para objetivarse. Espera una semana más, y si no has tenido la regla, vuelve a repetirte la prueba.
Otra opción es realizarse la prueba de embarazo en el médico. Para eso debes acudir a tu centro de salud y solicitársela al médico de familia. Mediante un análisis de sangre te dará el resultado de un día a otro. En dicha analítica se determina también los niveles de hormona gonadotropina coriónica (HCG).
Aunque todavía es un poco pronto, muchas mujeres, ante la ausencia de menstruación y la prueba de embarazo positiva, piden cita con el ginecólogo para empezar a controlarse el embarazo. Si se dispone de un seguro privado, se puede contactar con el ginecólogo directamente. En la sanidad pública se debe pedir cita con el médico de familia que remite a la paciente a la matrona del centro de salud. Posteriormente, tras la primera visita a la matrona, ésta deriva a la gestante al ginecólogo. Otros centros citan directamente desde el médico de atención primaria al ginecólogo de área.
En caso de padecer la gestante alguna enfermedad (diabetes, hipertensión, cardiopatías, etc.), debe comunicarse el embarazo al especialista oportuno para determinar si es necesario modificar la medicación que la paciente estuviese tomando en ese momento.
La ecografía en la semana 5 muestra una pequeña vesícula gestacional de forma circular con los bordes blancos y el interior negro. Aunque aún no se visualiza el embrión, podemos determinar si la gestación está dentro o fuera del útero (embarazo ectópico) y si es un embarazo único o múltiple ( según el número de vesículas).
Debes continuar con el ácido fólico (400 microgramos / día) y el yodo (200 microgramos / día).
Todavía no sabes que estás embarazada, puesto que han pasado una o dos semanas desde que comenzaste con la menstruación. Al final de la segunda semana, si tienes ciclos regulares de 28 días, se produce la ovulación. El ovario produce un ovocito que libera hacia la trompa de falopio y será el futuro óvulo en caso de ser fecundado por un espermatozoide. El endometrio, las paredes del útero, comienzan a engrosarse preparándose para una posible implantación del óvulo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Algunas mujeres (un 25%), durante la ovulación notan dolor pélvico debido a la irritación del líquido o la sangre segregados cuando se rompe el folículo en el ovario para liberar el ovocito. La vagina también puede estar más lubricada debido al aumento del moco cervical en la ovulación.
Debes saber que el test de embarazo realizado en la orina no da positivo hasta diez días después de producirse la concepción.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Toda mujer que desee quedarse embarazada debería haberse hecho una revisión médica y ginecológica previamente. En la revisión ginecológica se incluye una citología (para diagnosticar lesiones premalignas o malignas del cuello del útero), una ecografía ginecológica (para evaluar el útero y los ovarios) y una mamografía en caso de ser mayor de 40 años o a partir de los 30 años si se tienen antecedentes de cáncer de mama (madre o hermana). En la revisión médica debe incluirse una exploración general acompañada de análisis de sangre y orina.
En el caso de sufrir alguna enfermedad como diabetes, hipertensión, lupus, epilepsia, hipo o hipertiroidismo, cáncer o cualquier patología que requiera tratamiento médico, debes consultar al especialista de tus deseos de gestación por si existe alguna contraindicación o es necesario cambiar el tipo o las dosis de la medicación que estás tomando.
Si estás utilizando algún método anticonceptivo con hormonas como la píldora, el parche semanal o el anillo mensual, lo ideal es que lo suspendas un par de meses antes de quedarte embarazada y tengas dos menstruaciones normales antes del embarazo. Durante estos meses podéis utilizar preservativo. Si por el contrario, te quedas embarazada inmediatamente después de suspender estos métodos, será más difícil calcular la fecha de la concepción.
El ácido fólico a estas alturas ya debes estar tomándolo, pues ya sabes que las autoridades sanitarias recomiendan la ingesta de 400 microgramos al día desde antes del embarazo para prevenir defectos del tubo neural, ya que éste se cierre en las primeras semanas tras la concepción. Además, el ácido fólico tomado antes del embarazo, también disminuye el riesgo de aborto. Luego, deberás continuar con el ácido fólico todo el embarazo. Asimismo, se recomienda la administración de yodo (200 microgramos al día) desde que estás planificando quedarte embarazada y durante toda la gestación. La administración del yodo es necesaria para evitar retrasos neurológicos en tu hijo y favorecer el desarrollo cerebral desde el primer momento de la gestación.
Actualmente, existen complejos vitamínicos que incluyen el ácido fólico y el yodo necesarios durante la gestación como Natalben.
Finalmente, aprovecha para dejar de fumar y beber alcohol, pues las repercusiones para tu hijo pueden ser graves.
Embarazo Semana 3
CAMBIOS EN EL HIJO:
El embrión a estas alturas es sólo un grupo de células que se están multiplicando muy rápidamente. Tras la fecundación del ovocito por el espermatozoide, se fusionan los dos núcleos aportando cada uno 23 cromosomas con la dotación genética de ambos. Por tanto, tu hijo tendrá un total de 46 cromosomas con una información en ellos tuya y de tu pareja. Es importante que sepas que desde el momento de la fecundación, ya está establecido el sexo de tu futuro bebé, y éste viene determinado por el tipo de espermatozoide que fecunde el ovocito: si tiene un cromosoma Y será un niño y si el cromosoma es X, una niña.
Al grupo de células en continua multiplicación se le llama cigoto. De cigoto pasa a denominarse blastómera, luego mórula y posteriormente blastocisto. El blastocisto llega de la trompa de falopio a la cavidad uterina y se implanta en la pared del útero una semana después de haberse producido la fecundación.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Algunas mujeres tienen una pequeña hemorragia en el momento de la implantación. Aunque suele ser de escasa cantidad, algunas veces se confunde con una menstruación.
Todavía es pronto para notar un aumento en el tamaño de los pechos aunque algunas mujeres lo refieren. De igual forma, puede aparecer cansancio, irritabilidad, cambios en el estado de ánimo y alguna nausea.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Si han pasado más de diez días del posible día de la fecundación, el test de embarazo ya puede dar positivo. El hecho de que a estas alturas salga negativo no significa que no puedas estar embarazada, sino que tal vez es demasiado pronto para detectarse con el test de orina o que la fecundación se haya producido un poco más tarde.
Con la ecografía también es demasiado pronto para detectarse cualquier signo de embarazo.
Embarazo Semana 4
CAMBIOS EN EL HIJO:
El embrión, ya implantado en el útero, tiene un tamaño de entre 0,36 a 1 mm de longitud. El grupo de células empieza a diferenciarse en tres láminas u hojas, que darán lugar a los futuros órganos: ectodermo, endodermo y mesodermo. Es el llamado disco trilaminar. El ectodermo dará lugar al sistema nervioso central, el endodermo al tracto gastrointestinal, páncreas, hígado y tiroides; y el mesodermo a los huesos, músculos y sistema sanguíneo. Se está formando la cavidad amniótica y en su interior el líquido amniótico. La placenta también se está empezando a formar y en estadios precoces se llama trofoblasto. Es la encargada de llevar el oxígeno y los nutrientes de la madre al hijo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Es al final de esta semana cuando te tendría que venir el periodo. Por eso, su ausencia será lo que confirme tus sospechas. Junto con la ausencia de la menstruación, notarás cierto dolor pélvico como si te fuese a bajar la regla. Puedes percibir el abdomen un poco hinchado aunque el útero aún no ha aumentado de tamaño. También puedes notar mayor tensión mamaria, así como aumento en su volumen. Algunas gestantes ya manifiestan nauseas y cansancio.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
El test de embarazo, en la mayoría de los casos, es positivo, incluso antes de comprobar la ausencia de la menstruación. El test detecta la presencia en orina de la hormona gonadotropina coriónica humana (HCG) que se segrega desde el inicio de la gestación. En las gestantes con ciclos irregulares ( reglas cada más de 40 días) puede ser negativo en la cuarta semana.
La ecografía muestra el endometrio (las paredes del útero) más engrosadas pero es casi imposible visualizar la vesícula gestacional.
Embarazo Semana 5
CAMBIOS EN EL HIJO:
El embrión (así llamado hasta la semana 12 en que empieza a considerarse un feto), mide 1,25 mm de longitud. El esqueleto del embrión se está empezando a formar. El desarrollo de los músculos, huesos, sistema nervioso y corazón está teniendo lugar aunque aún sea imperceptible por los métodos diagnósticos disponibles.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Todavía no percibirás grandes cambios en tu figura aunque ya sepas que estás embarazada puesto que la ausencia de menstruación y el test de embarazo así lo confirman.
El primer síntoma que tendrás son las nauseas. Las nauseas suelen aparecer por la mañana y algunas veces se acompañan de vómitos y arcadas. Hay gestantes que tienen nauseas durante todo el día, comenzando por la mañana e incrementándose a lo largo del día. Algunos remedios caseros para paliar las nauseas son comer varias veces al día pequeñas cantidades de galletas saladas o de jengibre, corteza de pan, cacahuetes o palomitas de maíz, así como beber a lo largo del día bebidas con cola, limón o naranja a pequeños sorbitos. Sería bueno que tomases el desayuno en la cama antes de levantarte.
De todas formas, cada embarazada tiene su alimento ideal para disminuir las nauseas y muchas veces ninguno resulta efectivo. Afortunadamente, las nauseas son temporales y desaparecen al final del tercer trimestre ( semana 13).
Otro síntoma que notarás será que orinas con mucha frecuencia, y esto se mantendrá hasta el momento del parto debido a la presión del útero sobre le vejiga.
El volumen de los pechos estará aumentado. Notarás mayor tensión mamaria, que a veces puede resultar doloroso. Aparecen pequeñas glándulas alrededor del pezón, así como un aumento de la coloración de la areola mamaria.
Te encontrarás más cansada y con ganas de irte a dormir antes de tu hora habitual. Esto se mantendrá todo el embarazo.
La aversión por algunas comidas u olores que antes soportabas suele ser frecuente. Algunas embarazadas perciben al principio de la gestación un sabor metálico en la boca.
El dolor en el bajo vientre y la sensación como si fuese a bajar la menstruación persiste en esta semana.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
El test de embarazo casi con toda seguridad es positivo, salvo en raras situaciones de reglas muy irregulares cada dos o tres meses. Esta prueba la puedes comprar en la farmacia y es fácil de usar. Existen diferente tipos de pruebas de embarazo: las que se recoge la orina en un vaso y se hunde un palillo dentro, o las que se coloca el palillo directamente en el chorro de orina. La mejores son las que detectan pequeñas cantidades de la hormona HCG ( entre 15 y 30 HCG) y en la farmacia te pueden asesorar. Si salen dos rayas rojas es que estás embarazada. Si sólo sale una raya roja no hay embarazo. Si sale una raya muy roja y otra levemente roja es que el embarazo es muy incipiente. Debes saber, que a veces sale el test negativo ( una sola raya roja) y eso no quiere decir que no estés embarazada, sino que aún es pronto para objetivarse. Espera una semana más, y si no has tenido la regla, vuelve a repetirte la prueba.
Otra opción es realizarse la prueba de embarazo en el médico. Para eso debes acudir a tu centro de salud y solicitársela al médico de familia. Mediante un análisis de sangre te dará el resultado de un día a otro. En dicha analítica se determina también los niveles de hormona gonadotropina coriónica (HCG).
Aunque todavía es un poco pronto, muchas mujeres, ante la ausencia de menstruación y la prueba de embarazo positiva, piden cita con el ginecólogo para empezar a controlarse el embarazo. Si se dispone de un seguro privado, se puede contactar con el ginecólogo directamente. En la sanidad pública se debe pedir cita con el médico de familia que remite a la paciente a la matrona del centro de salud. Posteriormente, tras la primera visita a la matrona, ésta deriva a la gestante al ginecólogo. Otros centros citan directamente desde el médico de atención primaria al ginecólogo de área.
En caso de padecer la gestante alguna enfermedad (diabetes, hipertensión, cardiopatías, etc.), debe comunicarse el embarazo al especialista oportuno para determinar si es necesario modificar la medicación que la paciente estuviese tomando en ese momento.
La ecografía en la semana 5 muestra una pequeña vesícula gestacional de forma circular con los bordes blancos y el interior negro. Aunque aún no se visualiza el embrión, podemos determinar si la gestación está dentro o fuera del útero (embarazo ectópico) y si es un embarazo único o múltiple ( según el número de vesículas).
Debes continuar con el ácido fólico (400 microgramos / día) y el yodo (200 microgramos / día).
Última edición por Administradora el Sáb Dic 06, 2008 9:05 pm, editado 2 veces
Re: Tu embarazo semana a semana
Embarazo Semana 6
CAMBIOS EN TU HIJO:
El embrión ya mide entre 2 a 4 mm. Esta medida es la longitud desde el polo cefálico (cabeza) hasta el polo caudal ( el final de la columna vertebral). Por eso a esta medida se le llama LCC en español (longitud craneocaudal) o CRL en inglés (Crown-to rump length).Esta medida es la más utilizada para medir al embrión obviando la distancia hasta los pies ya que las piernas generalmente están dobladas y sesgan la longitud real. El corazón ya está latiendo y se puede apreciar con la ecografía. Los ojos se están formando así como el primer vestigio cerebral (el romboencéfalo). El tubo neural se está cerrando y empiezan a aparecer las raíces de los miembros inferiores.
Este es el comienzo del periodo embrionario, donde se produce la formación de la mayoría de los órganos (organogénesis), y por tanto donde existe mayor riesgo de malformaciones.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Probablemente no notes aún aumento de peso. Al contrario, a estas alturas del embarazo, debido a las nauseas y vómitos se suele perder algo de peso. La gestante está muy revuelta y eso hace que disminuya el apetito.
Si es el primer embarazo tu abdomen no habrá experimentado variaciones. Sin embargo, si ya has estado embarazada previamente, notarás que los pantalones o faldas te quedan estrechos y el abdomen y los muslos están más hinchados de lo habitual.
El pecho cada vez lo notarás de mayor tamaño y mucho más sensible. La areola mamaria irá oscureciéndose cada vez más y hay pacientes que desde el comienzo de la gestación segregan leche por los pezones.
Las micciones siguen siendo muy frecuentes. Algunas mujeres refieren aumento del flujo vaginal desde el primer momento y una sensación de humedad continua, que confunden con un posible sangrado. No es conveniente que te obsesiones y estés constantemente mirándote.
En esta semana pueden comenzar los ardores o una sensación de quemazón en el estómago. Es el reflujo gastroesofágico. Este es debido al paso de jugos gástricos muy ácidos desde el duodeno y estómago hasta el esófago, causado por la compresión del estómago por el útero y la ralentización del movimiento del intestino propios del embarazo. El reflujo gastroesofágico va aumentando a lo largo de la gestación, conforme lo va haciendo el tamaño del útero. Lo mejor es evitar comidas picantes o muy especiadas y procurar no hacer comidas muy copiosas. Es preferible hacer varias comidas al día de escasa cantidad. Si los síntomas son importantes, consulta a tu médico que te recomendará tomar algún fármaco antiácido con hidróxido de aluminio, trisilicato de magnesio o ranitidina. Lo idóneo es tomarlos de forma profiláctica. Es decir; antes de que aparezcan los ardores.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía ya puede verse el embrión en forma de punto blanco y en su interior el corazón latiendo. Los aparatos más modernos de ultrasonidos también permiten, además de ver en colores el corazón, escuchar su latido. Lo idóneo es realizar esta ecografía por vía vaginal ya que por vía abdominal es aún pronto para visualizar el embrión.
En algunos centro médicos, esta es la semana en la que se hace la primera visita médica al obstetra o matrona. En ella, básicamente, se abre una historia clínica del embarazo, recogiendo los antecedentes médicos personales y familiares, así como la historia obstétrica previa preguntándote por embarazos y partos previos (partos vaginales normales, fórceps, ventosas o cesáreas), la existencia de abortos o embarazos ectópicos. Te preguntarán también por los hábitos tóxicos (alcohol, tabaco u otras drogas) y por posibles alergias a medicamentos. Es el momento también de que expongas al especialista la existencia de enfermedades hereditarias o malformaciones en la familia tanto materna como paterna.
En la consulta se te tomará la tensión y se te pesará. Esto se repetirá cada vez que acudas a la consulta. Lo apropiado es ganar entre uno y un kilo y medio por mes. El incremento excesivo de peso es perjudicial tanto para ti como para tu hijo pues aumenta el riesgo de diabetes gestacional, hipertensión y de cesárea en el momento del parto.
Embarazo Semana 7
CAMBIOS EN TU HIJO:
El embrión está creciendo muy rápidamente. Tanto es así que al principio de esta semana mide unos 4 a 5 mm y al final de la misma ha doblado su longitud teniendo un LCC de 1,2 centímetros.
Están empezando a aparecer los vestigios de las piernas y los brazos en forma de cuatro pequeños apéndices microscópicos. El embrión sigue teniendo una cabeza muy grande (en comparación con el resto del cuerpo) y una extremidad opuesta en forma de pequeña cola curvada.
El corazón se ha dividido en dos cámaras: izquierda y derecha. Los pulmones tienen un bronquio primario para permitir el paso del aire. El cerebro se divide en dos hemisferios cerebrales y va aumentado de tamaño. Empiezan a aparecer las fosas nasales y las órbitas de los ojos.
Se están desarrollando los intestinos y parte de las asas intestinales están dentro del cordón umbilical en forma de hernia. Esta es una hernia fisiológica que desaparecerá más adelante. Además el páncreas del embrión ya empieza a producir insulina.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Sigues nauseosa, cansada y con sensación de hinchazón abdominal. Estás también más sensible y lloras con facilidad ante cualquier comentario o situación un poco triste o emotiva. Puedes tener también más jaquecas. Esto se debe fundamentalmente al aumento de la progesterona.
Aunque es un poco pronto, muchas gestantes refieren estreñimiento desde el principio de la gestación. Esto es debido a que el movimiento de las asas intestinales se ralentiza. A veces se acompaña de hemorroides que sangran de forma regular. Para evitar el estreñimiento, debes procurar comer alimentos ricos en fibra ( espárragos, ciruelas, naranjas, salvado de trigo, etc.) así como aumentar los líquidos de la dieta. La realización de un ejercicio de forma habitual, ayudará también a regular tu tránsito intestinal.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Puede ser esta la semana en que visites por vez primera a tu ginecólogo o matrona. Te abrirán una historia clínica, te pesarán y te tomarán la tensión como ya se comentó en la semana 6.
Aunque aún es un poco pronto, muchos obstetras indican en este momento la realización del primer análisis de sangre y orina. La analítica de sangre consta de hemograma (hemoglobina, hematocrito, nº de eritrocitos, nº de leucocitos, nº de plaquetas y los distintos tipos de leucocitos) bioquímica, glucosa, pruebas de coagulación, grupo sanguíneo y Rh y serología. En la serología se determinan los anticuerpos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), sífilis, hepatitis B, hepatitis C, toxoplasmosis, y rubéola. En los hospitales públicos suelen realizarse los primeros análisis en la semana 12 junto con el screening bioquímico del que se hablará más adelante.
También es importante en la primera visita realizar una exploración ginecológica palpando la altura uterina y haciendo una citología en caso de no tenerla hecha hace menos de un año.
La ecografía muestra una vesícula gestacional de unos 3cm, con un embrión en su interior de 1cm pero sin forma aún determinada. El corazón del embrión se ve latir muy rápidamente a través de la ecografía por vía vaginal.
Embarazo Semana 8
CAMBIOS EN TU HIJO:
La longitud del embrión es de entre 1,4 a 2cm. En estas primeras semanas se produce un crecimiento muy rápido. De igual manera, son grandes los cambios morfológicos que se están produciendo en su pequeño cuerpo. En la cara aparecen los párpados y comienza el desarrollo de la retina en los ojos. Comienza a formarse la punta de la nariz y las orejas.
En el corazón se diferencian las válvulas aortica y pulmonar. El árbol bronquial se divide en múltiples bronquíolos, engrosándose el tranco principal.
En los miembros, aparecen los codos y crecen en longitud las piernas y los brazos. Los brazos adoptan una forma curvada y se dibujan los surcos de los dedos de las cuatro extremidades.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Aunque el útero está creciendo, aún es pronto para notar aumento en el abdomen y en la cintura, sobre todo si es el primer embarazo. Debes saber que el crecimiento del útero puede causarte dolor en el bajo vientre o sensación de pinchazos. Algunas mujeres lo describen como contracciones o dolor menstrual.
Pueden aparecer calambres en las piernas que se acentúan por la noche.
Continúan los mismos síntomas descritos anteriormente: nauseas, vómitos, cefalea, cansancio, estreñimiento, ardores y aumento del tamaño mamario.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La ecografía ya puede realizarse por vía abdominal, aunque depende mucho del aparato del que se disponga. Siempre es importante, a la hora de realizar un ecografía abdominal, tener la vejiga llena de orina para facilitar la visión del útero con la vesícula gestacional en su interior. También debes saber que algunas pacientes transmiten mal los ultrasonidos por su tipo de pared abdominal. En las pacientes obesas se ve dificultada la visualización a través de la pared abdominal, por lo que se debe realizar una ecografía vaginal. En la ecografía se visualizan pequeños movimientos verticales del embrión, así como el latido cardiaco. Muchos obstetras realizan la primera ecografía en la semana 8 para asegurar la visualización del embrión así como su viabilidad detectada por el movimiento embrionario y el latido cardiaco. Muchas veces, si se realiza una ecografía antes de la semana 8, podemos no ver latido cardiaco y eso no significa que se haya interrumpido la gestación, sino que aún es muy incipiente y la gestante está de menos tiempo del calculado.
Para muchos obstetras este es el momento más aconsejable de realizar los primeros análisis de sangre y orina. Debes saber que en la sanidad pública se realizan tres analíticas en todo el embarazo, una por trimestre. Sin embargo, algunos centros privados optan por realizar análisis cada mes o mes y medio. El intervalo entre un análisis y otro también depende de si la paciente tiene alguna enfermedad que queramos controlar más estrechamente como la diabetes méllitus o la anemia ferropénica.
A partir de este momento se te explicará que las visitas al médico se realizarán cada cuatro a seis semanas siempre que no exista algún incidente que requiera adelantar la cita.
Embarazo Semana 9
CAMBIOS EN TU HIJO:
El embrión mide entre 2 y 3cm. La forma ya es más parecida a una ser humano.
Aparecen las manos con sus dedos y su muñeca y se sitúan a la altura del corazón. Las piernas se alargan, se dirigen a la línea media del cuerpo y en ellas aparecen los pies con sus dedos.
La cabeza sigue siendo la parte más grande en proporción con el resto del cuerpo. Cada vez está más erecta y redondeada. En la cara, lo párpados cubren parcialmente los ojos. Los pabellones auriculares están bien formados. La boca es apreciable y ya se abre.
Todavía es pronto para diferenciar los órganos genitales, ya que se observa un protuberancia común denominada tubérculo genital, que dará lugar más adelante a los genitales femeninos o masculinos.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Es normal que sigas notando dolor pélvico y ligeras contracciones ya que el útero sigue creciendo.
Notarás un ligero ensanchamiento así como un aumento de la cintura. Tu ropa empezará a quedarte estrecha.
Empieza a aumentar el volumen sanguíneo, aunque el mayor incremento se produce en el segundo trimestre, continuando de forma menos rápida en el tercer trimestre. Este aumento en el volumen sanguíneo se produce para cubrir las demandas de un útero en continuo crecimiento.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía puedes ver cómo el embrión se contornea moviendo el cuerpo y los miembros superiores e inferiores.
Todavía es pronto para determinar el sexo ya que aún no se han formado los genitales.
Embarazo Semana 10
CAMBIOS EN TU HIJO:
La longitud del embrión es de 3 a 4cm y su peso de 5gr. A partir de esta semana, ya podemos determinar el peso del embrión, ya que antes es demasiado pequeño para diferenciar el peso semana a semana.
El embrión cada vez tiene más forma humana y se distingue el brazo y el antebrazo, así como las manos que se abren y se cierran y están a la altura de la boca.
La cara es más redondeada. Los ojos permanecen cerrados y la boca se abre y cierra. La mineralización de los huesos progresa intensamente, sobre todo en el cráneo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Ya empieza a notarse algo de tripita, aunque los demás no lo aprecien. Es raro que en la semana diez hayas engordado más de 2 kilos. Lo idóneo es engordar entre kilo y kilo y medio al mes. Es importante recordar que el embarazo no es el momento de ponerse a hacer dieta ni regímenes especiales.
Emocionalmente te encuentras distinta. Lloras con mucha facilidad y te emocionas con cosas y acontecimientos que antes no lo hacías. Estás más sensible.
Las mamas están aumentadas de tamaño. Te molestan tus sujetadores normales y es momento de ponerte unos especiales propios de embarazada; pero no de lactancia.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La ecografía muestra un embrión con sus brazos y sus piernas, siendo más difícil identificar manos y pies. Se observa la cabeza con las estructuras intracraneales y el corazón latiendo muy rápido (entre 120 y 160 latidos por minuto). Aún tiene la hernia umbilical fisiológica. Con Eco-Doppler se puede distinguir la circulación sanguínea fetal de la materna.
En el caso de detectarse por ecografía alguna anomalía en el embrión, existe una prueba para confirmar el diagnóstico: la biopsia corial. Consiste en extirpar con unas pequeñas pinzas parte de las vellosidades placentarias a través del cuello del útero y determinar a través de ellas posibles anomalías genéticas como el síndrome de Down. Las ventajas de la biopsia corial frente a la amniocentesis son que se realiza unas semanas antes (entre la semana 9 y 11) y que el resultado tarda menos tiempo (aproximadamente una semana). El riesgo de aborto de esta prueba es de un 1 a un 2%. La biopsia corial también se realiza si hay antecedentes de un hijo con alguna cromosomopatía o alteración genética.
CAMBIOS EN TU HIJO:
El embrión ya mide entre 2 a 4 mm. Esta medida es la longitud desde el polo cefálico (cabeza) hasta el polo caudal ( el final de la columna vertebral). Por eso a esta medida se le llama LCC en español (longitud craneocaudal) o CRL en inglés (Crown-to rump length).Esta medida es la más utilizada para medir al embrión obviando la distancia hasta los pies ya que las piernas generalmente están dobladas y sesgan la longitud real. El corazón ya está latiendo y se puede apreciar con la ecografía. Los ojos se están formando así como el primer vestigio cerebral (el romboencéfalo). El tubo neural se está cerrando y empiezan a aparecer las raíces de los miembros inferiores.
Este es el comienzo del periodo embrionario, donde se produce la formación de la mayoría de los órganos (organogénesis), y por tanto donde existe mayor riesgo de malformaciones.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Probablemente no notes aún aumento de peso. Al contrario, a estas alturas del embarazo, debido a las nauseas y vómitos se suele perder algo de peso. La gestante está muy revuelta y eso hace que disminuya el apetito.
Si es el primer embarazo tu abdomen no habrá experimentado variaciones. Sin embargo, si ya has estado embarazada previamente, notarás que los pantalones o faldas te quedan estrechos y el abdomen y los muslos están más hinchados de lo habitual.
El pecho cada vez lo notarás de mayor tamaño y mucho más sensible. La areola mamaria irá oscureciéndose cada vez más y hay pacientes que desde el comienzo de la gestación segregan leche por los pezones.
Las micciones siguen siendo muy frecuentes. Algunas mujeres refieren aumento del flujo vaginal desde el primer momento y una sensación de humedad continua, que confunden con un posible sangrado. No es conveniente que te obsesiones y estés constantemente mirándote.
En esta semana pueden comenzar los ardores o una sensación de quemazón en el estómago. Es el reflujo gastroesofágico. Este es debido al paso de jugos gástricos muy ácidos desde el duodeno y estómago hasta el esófago, causado por la compresión del estómago por el útero y la ralentización del movimiento del intestino propios del embarazo. El reflujo gastroesofágico va aumentando a lo largo de la gestación, conforme lo va haciendo el tamaño del útero. Lo mejor es evitar comidas picantes o muy especiadas y procurar no hacer comidas muy copiosas. Es preferible hacer varias comidas al día de escasa cantidad. Si los síntomas son importantes, consulta a tu médico que te recomendará tomar algún fármaco antiácido con hidróxido de aluminio, trisilicato de magnesio o ranitidina. Lo idóneo es tomarlos de forma profiláctica. Es decir; antes de que aparezcan los ardores.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía ya puede verse el embrión en forma de punto blanco y en su interior el corazón latiendo. Los aparatos más modernos de ultrasonidos también permiten, además de ver en colores el corazón, escuchar su latido. Lo idóneo es realizar esta ecografía por vía vaginal ya que por vía abdominal es aún pronto para visualizar el embrión.
En algunos centro médicos, esta es la semana en la que se hace la primera visita médica al obstetra o matrona. En ella, básicamente, se abre una historia clínica del embarazo, recogiendo los antecedentes médicos personales y familiares, así como la historia obstétrica previa preguntándote por embarazos y partos previos (partos vaginales normales, fórceps, ventosas o cesáreas), la existencia de abortos o embarazos ectópicos. Te preguntarán también por los hábitos tóxicos (alcohol, tabaco u otras drogas) y por posibles alergias a medicamentos. Es el momento también de que expongas al especialista la existencia de enfermedades hereditarias o malformaciones en la familia tanto materna como paterna.
En la consulta se te tomará la tensión y se te pesará. Esto se repetirá cada vez que acudas a la consulta. Lo apropiado es ganar entre uno y un kilo y medio por mes. El incremento excesivo de peso es perjudicial tanto para ti como para tu hijo pues aumenta el riesgo de diabetes gestacional, hipertensión y de cesárea en el momento del parto.
Embarazo Semana 7
CAMBIOS EN TU HIJO:
El embrión está creciendo muy rápidamente. Tanto es así que al principio de esta semana mide unos 4 a 5 mm y al final de la misma ha doblado su longitud teniendo un LCC de 1,2 centímetros.
Están empezando a aparecer los vestigios de las piernas y los brazos en forma de cuatro pequeños apéndices microscópicos. El embrión sigue teniendo una cabeza muy grande (en comparación con el resto del cuerpo) y una extremidad opuesta en forma de pequeña cola curvada.
El corazón se ha dividido en dos cámaras: izquierda y derecha. Los pulmones tienen un bronquio primario para permitir el paso del aire. El cerebro se divide en dos hemisferios cerebrales y va aumentado de tamaño. Empiezan a aparecer las fosas nasales y las órbitas de los ojos.
Se están desarrollando los intestinos y parte de las asas intestinales están dentro del cordón umbilical en forma de hernia. Esta es una hernia fisiológica que desaparecerá más adelante. Además el páncreas del embrión ya empieza a producir insulina.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Sigues nauseosa, cansada y con sensación de hinchazón abdominal. Estás también más sensible y lloras con facilidad ante cualquier comentario o situación un poco triste o emotiva. Puedes tener también más jaquecas. Esto se debe fundamentalmente al aumento de la progesterona.
Aunque es un poco pronto, muchas gestantes refieren estreñimiento desde el principio de la gestación. Esto es debido a que el movimiento de las asas intestinales se ralentiza. A veces se acompaña de hemorroides que sangran de forma regular. Para evitar el estreñimiento, debes procurar comer alimentos ricos en fibra ( espárragos, ciruelas, naranjas, salvado de trigo, etc.) así como aumentar los líquidos de la dieta. La realización de un ejercicio de forma habitual, ayudará también a regular tu tránsito intestinal.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Puede ser esta la semana en que visites por vez primera a tu ginecólogo o matrona. Te abrirán una historia clínica, te pesarán y te tomarán la tensión como ya se comentó en la semana 6.
Aunque aún es un poco pronto, muchos obstetras indican en este momento la realización del primer análisis de sangre y orina. La analítica de sangre consta de hemograma (hemoglobina, hematocrito, nº de eritrocitos, nº de leucocitos, nº de plaquetas y los distintos tipos de leucocitos) bioquímica, glucosa, pruebas de coagulación, grupo sanguíneo y Rh y serología. En la serología se determinan los anticuerpos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), sífilis, hepatitis B, hepatitis C, toxoplasmosis, y rubéola. En los hospitales públicos suelen realizarse los primeros análisis en la semana 12 junto con el screening bioquímico del que se hablará más adelante.
También es importante en la primera visita realizar una exploración ginecológica palpando la altura uterina y haciendo una citología en caso de no tenerla hecha hace menos de un año.
La ecografía muestra una vesícula gestacional de unos 3cm, con un embrión en su interior de 1cm pero sin forma aún determinada. El corazón del embrión se ve latir muy rápidamente a través de la ecografía por vía vaginal.
Embarazo Semana 8
CAMBIOS EN TU HIJO:
La longitud del embrión es de entre 1,4 a 2cm. En estas primeras semanas se produce un crecimiento muy rápido. De igual manera, son grandes los cambios morfológicos que se están produciendo en su pequeño cuerpo. En la cara aparecen los párpados y comienza el desarrollo de la retina en los ojos. Comienza a formarse la punta de la nariz y las orejas.
En el corazón se diferencian las válvulas aortica y pulmonar. El árbol bronquial se divide en múltiples bronquíolos, engrosándose el tranco principal.
En los miembros, aparecen los codos y crecen en longitud las piernas y los brazos. Los brazos adoptan una forma curvada y se dibujan los surcos de los dedos de las cuatro extremidades.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Aunque el útero está creciendo, aún es pronto para notar aumento en el abdomen y en la cintura, sobre todo si es el primer embarazo. Debes saber que el crecimiento del útero puede causarte dolor en el bajo vientre o sensación de pinchazos. Algunas mujeres lo describen como contracciones o dolor menstrual.
Pueden aparecer calambres en las piernas que se acentúan por la noche.
Continúan los mismos síntomas descritos anteriormente: nauseas, vómitos, cefalea, cansancio, estreñimiento, ardores y aumento del tamaño mamario.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La ecografía ya puede realizarse por vía abdominal, aunque depende mucho del aparato del que se disponga. Siempre es importante, a la hora de realizar un ecografía abdominal, tener la vejiga llena de orina para facilitar la visión del útero con la vesícula gestacional en su interior. También debes saber que algunas pacientes transmiten mal los ultrasonidos por su tipo de pared abdominal. En las pacientes obesas se ve dificultada la visualización a través de la pared abdominal, por lo que se debe realizar una ecografía vaginal. En la ecografía se visualizan pequeños movimientos verticales del embrión, así como el latido cardiaco. Muchos obstetras realizan la primera ecografía en la semana 8 para asegurar la visualización del embrión así como su viabilidad detectada por el movimiento embrionario y el latido cardiaco. Muchas veces, si se realiza una ecografía antes de la semana 8, podemos no ver latido cardiaco y eso no significa que se haya interrumpido la gestación, sino que aún es muy incipiente y la gestante está de menos tiempo del calculado.
Para muchos obstetras este es el momento más aconsejable de realizar los primeros análisis de sangre y orina. Debes saber que en la sanidad pública se realizan tres analíticas en todo el embarazo, una por trimestre. Sin embargo, algunos centros privados optan por realizar análisis cada mes o mes y medio. El intervalo entre un análisis y otro también depende de si la paciente tiene alguna enfermedad que queramos controlar más estrechamente como la diabetes méllitus o la anemia ferropénica.
A partir de este momento se te explicará que las visitas al médico se realizarán cada cuatro a seis semanas siempre que no exista algún incidente que requiera adelantar la cita.
Embarazo Semana 9
CAMBIOS EN TU HIJO:
El embrión mide entre 2 y 3cm. La forma ya es más parecida a una ser humano.
Aparecen las manos con sus dedos y su muñeca y se sitúan a la altura del corazón. Las piernas se alargan, se dirigen a la línea media del cuerpo y en ellas aparecen los pies con sus dedos.
La cabeza sigue siendo la parte más grande en proporción con el resto del cuerpo. Cada vez está más erecta y redondeada. En la cara, lo párpados cubren parcialmente los ojos. Los pabellones auriculares están bien formados. La boca es apreciable y ya se abre.
Todavía es pronto para diferenciar los órganos genitales, ya que se observa un protuberancia común denominada tubérculo genital, que dará lugar más adelante a los genitales femeninos o masculinos.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Es normal que sigas notando dolor pélvico y ligeras contracciones ya que el útero sigue creciendo.
Notarás un ligero ensanchamiento así como un aumento de la cintura. Tu ropa empezará a quedarte estrecha.
Empieza a aumentar el volumen sanguíneo, aunque el mayor incremento se produce en el segundo trimestre, continuando de forma menos rápida en el tercer trimestre. Este aumento en el volumen sanguíneo se produce para cubrir las demandas de un útero en continuo crecimiento.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía puedes ver cómo el embrión se contornea moviendo el cuerpo y los miembros superiores e inferiores.
Todavía es pronto para determinar el sexo ya que aún no se han formado los genitales.
Embarazo Semana 10
CAMBIOS EN TU HIJO:
La longitud del embrión es de 3 a 4cm y su peso de 5gr. A partir de esta semana, ya podemos determinar el peso del embrión, ya que antes es demasiado pequeño para diferenciar el peso semana a semana.
El embrión cada vez tiene más forma humana y se distingue el brazo y el antebrazo, así como las manos que se abren y se cierran y están a la altura de la boca.
La cara es más redondeada. Los ojos permanecen cerrados y la boca se abre y cierra. La mineralización de los huesos progresa intensamente, sobre todo en el cráneo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Ya empieza a notarse algo de tripita, aunque los demás no lo aprecien. Es raro que en la semana diez hayas engordado más de 2 kilos. Lo idóneo es engordar entre kilo y kilo y medio al mes. Es importante recordar que el embarazo no es el momento de ponerse a hacer dieta ni regímenes especiales.
Emocionalmente te encuentras distinta. Lloras con mucha facilidad y te emocionas con cosas y acontecimientos que antes no lo hacías. Estás más sensible.
Las mamas están aumentadas de tamaño. Te molestan tus sujetadores normales y es momento de ponerte unos especiales propios de embarazada; pero no de lactancia.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La ecografía muestra un embrión con sus brazos y sus piernas, siendo más difícil identificar manos y pies. Se observa la cabeza con las estructuras intracraneales y el corazón latiendo muy rápido (entre 120 y 160 latidos por minuto). Aún tiene la hernia umbilical fisiológica. Con Eco-Doppler se puede distinguir la circulación sanguínea fetal de la materna.
En el caso de detectarse por ecografía alguna anomalía en el embrión, existe una prueba para confirmar el diagnóstico: la biopsia corial. Consiste en extirpar con unas pequeñas pinzas parte de las vellosidades placentarias a través del cuello del útero y determinar a través de ellas posibles anomalías genéticas como el síndrome de Down. Las ventajas de la biopsia corial frente a la amniocentesis son que se realiza unas semanas antes (entre la semana 9 y 11) y que el resultado tarda menos tiempo (aproximadamente una semana). El riesgo de aborto de esta prueba es de un 1 a un 2%. La biopsia corial también se realiza si hay antecedentes de un hijo con alguna cromosomopatía o alteración genética.
Re: Tu embarazo semana a semana
Embarazo Semana 11
CAMBIOS EN TU HIJO:
Está terminando la etapa embrionaria y pronto pasará a la fetal. Su longitud es de unos 4 a 6 cm y su peso de 8 gramos.
La cabeza sigue ocupando la mitad de la longitud embrionaria. Aparece la barbilla y el cuello a medida que la cabeza se va separando del pecho. Empiezan a diferenciarse las uñas de los dedos.
En este momento los genitales externos se distinguen con claridad aunque aún no siempre puedan verse con la ecografía.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Aunque en tu bebé se estén produciendo cambios muy rápidamente, en ti las modificaciones son más lentas. El útero va creciendo conforme lo hace tu hijo en su interior y su tamaño alcanza hasta la sínfisis del pubis.
Están empezando a disminuir las nauseas y la sensación de “mal cuerpo”. Sigues cansada y con sueño todo el día.
Algunas embarazadas refieren caída del pelo y rotura de las uñas más frecuentemente que antes de la gestación. Otras, sin embargo, notan el pelo y las uñas más fuertes y resistentes. Esto parece tener que ver con la circulación sanguínea y el cambio hormonal.
Debes tener cuidado con el sol, pues las gestantes son más propensas a la aparición de manchas solares en la cara en sitios antiestéticos como el entrecejo, el bigote o alrededor de los ojos. A esta hiperpigmentación de la cara se le llama cloasma gravídico y a veces llega a ocupar gran parte del rostro (nariz y pómulos) adoptando una forma de mariposa. Es importante que utilices un factor de protección alto o pantalla total, sobre todo si es verano y vas a la piscina o la playa.
Los calambres en las piernas, a nivel de las pantorrillas, así como una sensación de pesadez, son frecuentes a partir de este momento. El retorno venoso de la piernas está disminuido por la compresión del útero en las venas.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
El tamaño del embrión permite que con la ecografía se puedan hacer las tres medidas esenciales que nos permiten determinar la edad gestacional. Estas son: el diámetro biparietal (diámetro de la cabeza), la longitud del fémur (longitud del muslo) y el diámetro abdominal. Las grandes malformaciones (cardiacas, cerebrales y abdominales) pueden distinguirse en esta semana con la ecografía. La ausencia de algún miembro ya puede verse en la semana 11.
Embarazo Semana 12
CAMBIOS EN TU HIJO:
A partir de esta semana ya empieza el periodo fetal que se caracteriza por un rápido crecimiento. La gran mayoría de las estructuras fetales ya están formadas en esta semana. A partir de ahora van a crecer y madurar. Hasta ahora, en el periodo embrionario, se han formado la mayor parte de los órganos. En el periodo embrionario, por tanto, es cuando tu hijo es más susceptible a posibles agentes externos (fármacos, rayos X o inhalaciones tóxicas) que puedan interferir en su desarrollo y causar malformaciones. La gran mayoría de malformaciones ocurren en el periodo embrionario y unas pocas en el fetal.
A partir de la semana 12, ya no hablamos de la longitud total del feto, sino que se miden independientemente cabeza, abdomen y fémur. El peso oscila entre 8 y 14 gramos.
Los huesos tienen unos centros de osificación que les permiten ir creciendo. Los dedos de la manos y los pies están separados unos de otros y tienen movimiento. Las uñas están creciendo y aparece el primer vestigio de pelo en todo su cuerpo. Los genitales están prácticamente diferenciados (pero eso no indica que se puedan distinguir por ecografía). El sistema nervioso del feto está desarrollándose y la hipófisis está segregando muchas hormonas. El intestino delgado es capaz de contraerse para transportar la comida.
El feto se mueve estirando y encogiendo los brazos y las piernas, abriendo la boca y estirando el cuello.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Todavía es muy pronto para notar a tu hijo moverse dentro de ti, aunque algunas gestantes que ya han estado embarazadas previamente, son capaces de distinguir movimientos fetales desde el comienzo del segundo trimestre.
A estas alturas es raro que persistan las nauseas. En el 60% de las gestantes desaparecen en la semana 12, en otro 30% en la semana 16 y sólo en un 10% persiste hasta el final del embarazo, aunque de forma esporádica. Este comportamiento de la aparición de las nauseas parece estar relacionado con factores hormonales, siendo la hormona b-hCG una de las responsables, ya que cuando sus niveles están más aumentados es entre la 6 y la 12 semanas, coincidiendo con el apogeo del cuadro nauseoso. Por eso, en las gestaciones múltiples, donde los niveles de b-hCG son mayores, también existen más nauseas. Aunque en algunas gestantes permanecen las nauseas (generalmente matutinas) hasta el final del embarazo, esto no se considera algo preocupante ni perjudicial para tu hijo.
Si además de náuseas, lo que persisten son los vómitos varias veces al día, deberías consultarlo con tu médico para que te recete algún fármaco antiemético (para evitar vómitos). Si estos vómitos son muy continuos, puede aparecer deshidratación, mal aliento, pérdida gradual de peso y alteración en el sentido del gusto, llamándose entonces hiperémesis gravídica. En estos casos, ya se considera una situación grave, tanto para la madre (pudiendo originar daño renal o hepático) como para el hijo (afectando en su desarrollo y crecimiento), por lo que en muchos casos requiere de ingreso hospitalario donde se realizará hidratación y tratamiento intravenoso, así como apoyo psicológico.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Para muchas gestantes esta es la primera visita al ginecólogo. En la sanidad pública, se establece la semana 12 como el inicio del control del embarazo. Es en esta semana es donde se abre la historia clínica, se pesa, se toma la tensión y se realiza un exploración ginecológica con citología, como ya se explicó previamente. Se solicitan también los primeros análisis de sangre y orina.
La ecografía en la semana 12 tiene especial interés y es la primera que se realiza en los centros públicos. Además de ver la viabilidad fetal ( el latido de su corazón) y hacer las medidas regladas (cabeza, abdomen y fémur) para establecer la edad gestacional, está ecografía nos permite diagnosticar grandes malformaciones y determinar el grosor del pliegue nucal. La medida del pliegue nucal (técnicamente llamado traslucencia nucal) se considera un marcador de alteraciones genéticas como el síndrome de Down o el de Turner, y es la zona que queda por detrás del cuello del feto. Cuando el grosor es mayor de la media normal (generalmente en torno a los 3 mm en la semana 12) puede existir mayor riesgo de que se asocie a un feto con síndrome de Down y por tanto, recomendarse la realización de una amniocentesis o biopsia corial para confirmar el diagnóstico. La medida de la traslucencia nucal por si sola no confirma ningún diagnóstico. La ecografía debe acompañarse de un análisis de sangre. Esta prueba conjunta es la llamada “Screening bioquímico”.
Entre la semana 9 y la 11 se realiza un análisis de sangre donde se determinan dos sustancias : la PAPP-A (una hormona asociada al embarazo) y la bhCG (porción libre de la proteína HCG). Estos análisis se acompañan de la ecografía en la que se mide la traslucencia nucal del feto. El valor de estos marcadores bioquímicos, junto con los datos de la edad materna, la edad gestacional y la traslucencia nucal medida por ecografía, nos darán el riesgo de tener alteraciones en los cromosomas, pero no nos da un diagnóstico de enfermedad. Las alteraciones genéticas de las que se nos informan con esta prueba son algunas cromosompatías como el Síndrome de Down (trisomía 21), el síndrome de Turner (monosomía X)y el Síndrome de Edwards (trisomía 18). La combinación de estas pruebas realizadas antes de la semana 12 puede detectar hasta el 85% de las alteraciones de los cromosomas en el feto.
La realización de estas pruebas no supone ningún riesgo físico ni para ti ni para tu hijo. Es importante recordar que los resultados obtenidos no garantizan el nacimiento de un niño normal puesto que no eliminan la posibilidad de que tu bebé pueda tener una malformación congénita o un retraso mental por otras causas. Puede haber resultados dudosos por dificultad en la interpretación de las imágenes ecográficas. Esta prueba tiene entre un 0,5-9% de falsos negativos, en los que hay alteración cromosómica al nacimiento habiendo dado el test un riesgo muy bajo. Y en el 5-10% de los test con resultado positivo (riesgo alto de cromosomopatía), no hay alteraciones en el feto. También es importante que sepas que para la realización del cribado bioquímico es necesario firmar un consentimiento informado.
Si el riesgo es alto (valores menores de 1/270) se aconseja la realización de pruebas invasivas como la amniocentesis o la biopsia corial para confirmar el diagnóstico. En el primer trimestre se aconseja realizar la biopsia corial en lugar de la amniocentesis.
Es importante que sepas, que el screening bioquímico es una prueba con una sensibilidad muy alta para gestaciones únicas. Por tanto, en las gestaciones gemelares hay muchos tocólogos que no la recomiendan por el alto porcentaje de falsos positivos. En dichos casos, sólo se realiza la ecografía para medir la traslucencia nucal.
Embarazo Semana 13
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu hijo ya pesa entre 13 y 20 gramos y mide entre 6,5 y 8cm. Su crecimiento, a partir de ahora, y hasta la semana 25 va a ser muy rápido. Ya ha finalizado la formación de los distintos órganos, y a partir de esta semana lo que va a hacer tu hijo es crecer y aumentar el tamaño de sus órganos debido a una gran proliferación celular que es lo que caracteriza a esta etapa. En definitiva, va a haber un mayor crecimiento en longitud que en peso.
En cuanto a la morfología del bebé, sigue estando desproporcionada la cabeza con respecto al resto, midiendo aproximadamente la mitad de la longitud del cuerpo.
Los rasgos faciales se van modelando cada vez más. Los ojos, que al principio están muy separados entre si, se van juntando hacia el centro de la cara. Las orejas ya no se sitúan tan bajas, sino que su implantación está un poco por debajo de la de los ojos.
Los genitales externos tienen una morfología distinguible incluso fuera del útero. Las asas intestinales ya no están dentro del cordón umbilical como al principio de la gestación donde formaban una hernia, sino que se sitúan dentro de la cavidad abdominal. Si así no ocurriese, se formaría el llamado onfalocele y habría que operarlo tras el nacimiento.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Estás empezando a ganar peso y a perder la cintura. Tu ropa habitual ya te queda ajustada. Empieza a aparecer la llamada “tripita”. Tus pechos están más grandes de lo habitual, aunque su crecimiento ya no es tan llamativo como al inicio de la gestación. Si antes del embarazo cada pecho pesa unos 200 gramos, al final de la gestación suelen alcanzar entre 400 a 800 gramos cada uno, dependiendo de cada mujer. La areola ( el área circular que rodea el pezón) cada vez es más oscura y grande. Ya se ha comentado que puede ser normal la secreción de leche amarillenta, llamada calostro, desde épocas tempranas del embarazo. También es normal que aparezcan venas debajo de la piel de la mama, así como estrías que pueden llegar a ser de color rojizo.
A partir de esta semana empiezas a encontrarte menos nauseosa y cansada. La sensación de “mal cuerpo” va disminuyendo. La aversión a algunas comidas que antes te gustaban, así como algunos olores concretos, continua.
El reflujo y el ardor aparecen a partir de este momento en muchas pacientes.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía se diferencian perfectamente la cabeza, los brazos, las piernas y el torso. Se aprecian las órbitas de los ojos y la boca abriéndose y cerrándose. Puede visualizarse al bebé chupándose el dedo. Es normal verle dando patadas y moviendo los brazos. En esta semana todavía se puede realizar la medición de la traslucencia nucal y el screening bioquímico ya comentado anteriormente.
A partir de este momento puedes vacunarte contra el virus de la gripe si es el periodo de vacunación (octubre y noviembre). Antes de la semana 13,o se aconseja ponerse la vacuna de la gripe ya que como ya se ha explicado es el periodo de máxima formación de los órganos.
Embarazo Semana 14
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto ya mide entre 8 y 9cm y su peso es de 25 gramos.
El cuello empieza a elongarse y eso hace que las orejas se desplacen hacia arriba. La cabeza sigue estando flexionada, de tal forma que la barbilla está constantemente tocando el pecho. Aparecen los labios en la boca. Los ojos siguen cerrados.
La piel es muy fina, por lo que brillan los vasos sanguíneos a través de la superficie del cuerpo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Notarás que las encías te sangran más frecuentemente con el cepillado de los dientes. Esto se debe a un engrosamiento de las mismas y una mayor vascularización (capilares sanguíneos). Es importante el lavado bucal con un cepillo de púas blandas y un dentífrico especial para encías sensibles. Un enjuague bucal después del cepillado puede ayudarte a cuidar tus encías.
A nivel de la nariz ocurre lo mismo. El aumento de los vasos sanguíneos a nivel de las paredes nasales, hace que puedas sangrar con mayor facilidad al sonarte.
El sangrado a través de las encías se llama gingivirragia y el nasal epistaxis.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía se aprecian los cristalinos dentro de los ojos. Se pueden diferenciar distintas estructuras cerebrales.
Con aparatos de alta resolución, pueden contarse los dedos de la mano, siempre que el feto nos los muestre.
CAMBIOS EN TU HIJO:
Está terminando la etapa embrionaria y pronto pasará a la fetal. Su longitud es de unos 4 a 6 cm y su peso de 8 gramos.
La cabeza sigue ocupando la mitad de la longitud embrionaria. Aparece la barbilla y el cuello a medida que la cabeza se va separando del pecho. Empiezan a diferenciarse las uñas de los dedos.
En este momento los genitales externos se distinguen con claridad aunque aún no siempre puedan verse con la ecografía.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Aunque en tu bebé se estén produciendo cambios muy rápidamente, en ti las modificaciones son más lentas. El útero va creciendo conforme lo hace tu hijo en su interior y su tamaño alcanza hasta la sínfisis del pubis.
Están empezando a disminuir las nauseas y la sensación de “mal cuerpo”. Sigues cansada y con sueño todo el día.
Algunas embarazadas refieren caída del pelo y rotura de las uñas más frecuentemente que antes de la gestación. Otras, sin embargo, notan el pelo y las uñas más fuertes y resistentes. Esto parece tener que ver con la circulación sanguínea y el cambio hormonal.
Debes tener cuidado con el sol, pues las gestantes son más propensas a la aparición de manchas solares en la cara en sitios antiestéticos como el entrecejo, el bigote o alrededor de los ojos. A esta hiperpigmentación de la cara se le llama cloasma gravídico y a veces llega a ocupar gran parte del rostro (nariz y pómulos) adoptando una forma de mariposa. Es importante que utilices un factor de protección alto o pantalla total, sobre todo si es verano y vas a la piscina o la playa.
Los calambres en las piernas, a nivel de las pantorrillas, así como una sensación de pesadez, son frecuentes a partir de este momento. El retorno venoso de la piernas está disminuido por la compresión del útero en las venas.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
El tamaño del embrión permite que con la ecografía se puedan hacer las tres medidas esenciales que nos permiten determinar la edad gestacional. Estas son: el diámetro biparietal (diámetro de la cabeza), la longitud del fémur (longitud del muslo) y el diámetro abdominal. Las grandes malformaciones (cardiacas, cerebrales y abdominales) pueden distinguirse en esta semana con la ecografía. La ausencia de algún miembro ya puede verse en la semana 11.
Embarazo Semana 12
CAMBIOS EN TU HIJO:
A partir de esta semana ya empieza el periodo fetal que se caracteriza por un rápido crecimiento. La gran mayoría de las estructuras fetales ya están formadas en esta semana. A partir de ahora van a crecer y madurar. Hasta ahora, en el periodo embrionario, se han formado la mayor parte de los órganos. En el periodo embrionario, por tanto, es cuando tu hijo es más susceptible a posibles agentes externos (fármacos, rayos X o inhalaciones tóxicas) que puedan interferir en su desarrollo y causar malformaciones. La gran mayoría de malformaciones ocurren en el periodo embrionario y unas pocas en el fetal.
A partir de la semana 12, ya no hablamos de la longitud total del feto, sino que se miden independientemente cabeza, abdomen y fémur. El peso oscila entre 8 y 14 gramos.
Los huesos tienen unos centros de osificación que les permiten ir creciendo. Los dedos de la manos y los pies están separados unos de otros y tienen movimiento. Las uñas están creciendo y aparece el primer vestigio de pelo en todo su cuerpo. Los genitales están prácticamente diferenciados (pero eso no indica que se puedan distinguir por ecografía). El sistema nervioso del feto está desarrollándose y la hipófisis está segregando muchas hormonas. El intestino delgado es capaz de contraerse para transportar la comida.
El feto se mueve estirando y encogiendo los brazos y las piernas, abriendo la boca y estirando el cuello.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Todavía es muy pronto para notar a tu hijo moverse dentro de ti, aunque algunas gestantes que ya han estado embarazadas previamente, son capaces de distinguir movimientos fetales desde el comienzo del segundo trimestre.
A estas alturas es raro que persistan las nauseas. En el 60% de las gestantes desaparecen en la semana 12, en otro 30% en la semana 16 y sólo en un 10% persiste hasta el final del embarazo, aunque de forma esporádica. Este comportamiento de la aparición de las nauseas parece estar relacionado con factores hormonales, siendo la hormona b-hCG una de las responsables, ya que cuando sus niveles están más aumentados es entre la 6 y la 12 semanas, coincidiendo con el apogeo del cuadro nauseoso. Por eso, en las gestaciones múltiples, donde los niveles de b-hCG son mayores, también existen más nauseas. Aunque en algunas gestantes permanecen las nauseas (generalmente matutinas) hasta el final del embarazo, esto no se considera algo preocupante ni perjudicial para tu hijo.
Si además de náuseas, lo que persisten son los vómitos varias veces al día, deberías consultarlo con tu médico para que te recete algún fármaco antiemético (para evitar vómitos). Si estos vómitos son muy continuos, puede aparecer deshidratación, mal aliento, pérdida gradual de peso y alteración en el sentido del gusto, llamándose entonces hiperémesis gravídica. En estos casos, ya se considera una situación grave, tanto para la madre (pudiendo originar daño renal o hepático) como para el hijo (afectando en su desarrollo y crecimiento), por lo que en muchos casos requiere de ingreso hospitalario donde se realizará hidratación y tratamiento intravenoso, así como apoyo psicológico.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Para muchas gestantes esta es la primera visita al ginecólogo. En la sanidad pública, se establece la semana 12 como el inicio del control del embarazo. Es en esta semana es donde se abre la historia clínica, se pesa, se toma la tensión y se realiza un exploración ginecológica con citología, como ya se explicó previamente. Se solicitan también los primeros análisis de sangre y orina.
La ecografía en la semana 12 tiene especial interés y es la primera que se realiza en los centros públicos. Además de ver la viabilidad fetal ( el latido de su corazón) y hacer las medidas regladas (cabeza, abdomen y fémur) para establecer la edad gestacional, está ecografía nos permite diagnosticar grandes malformaciones y determinar el grosor del pliegue nucal. La medida del pliegue nucal (técnicamente llamado traslucencia nucal) se considera un marcador de alteraciones genéticas como el síndrome de Down o el de Turner, y es la zona que queda por detrás del cuello del feto. Cuando el grosor es mayor de la media normal (generalmente en torno a los 3 mm en la semana 12) puede existir mayor riesgo de que se asocie a un feto con síndrome de Down y por tanto, recomendarse la realización de una amniocentesis o biopsia corial para confirmar el diagnóstico. La medida de la traslucencia nucal por si sola no confirma ningún diagnóstico. La ecografía debe acompañarse de un análisis de sangre. Esta prueba conjunta es la llamada “Screening bioquímico”.
Entre la semana 9 y la 11 se realiza un análisis de sangre donde se determinan dos sustancias : la PAPP-A (una hormona asociada al embarazo) y la bhCG (porción libre de la proteína HCG). Estos análisis se acompañan de la ecografía en la que se mide la traslucencia nucal del feto. El valor de estos marcadores bioquímicos, junto con los datos de la edad materna, la edad gestacional y la traslucencia nucal medida por ecografía, nos darán el riesgo de tener alteraciones en los cromosomas, pero no nos da un diagnóstico de enfermedad. Las alteraciones genéticas de las que se nos informan con esta prueba son algunas cromosompatías como el Síndrome de Down (trisomía 21), el síndrome de Turner (monosomía X)y el Síndrome de Edwards (trisomía 18). La combinación de estas pruebas realizadas antes de la semana 12 puede detectar hasta el 85% de las alteraciones de los cromosomas en el feto.
La realización de estas pruebas no supone ningún riesgo físico ni para ti ni para tu hijo. Es importante recordar que los resultados obtenidos no garantizan el nacimiento de un niño normal puesto que no eliminan la posibilidad de que tu bebé pueda tener una malformación congénita o un retraso mental por otras causas. Puede haber resultados dudosos por dificultad en la interpretación de las imágenes ecográficas. Esta prueba tiene entre un 0,5-9% de falsos negativos, en los que hay alteración cromosómica al nacimiento habiendo dado el test un riesgo muy bajo. Y en el 5-10% de los test con resultado positivo (riesgo alto de cromosomopatía), no hay alteraciones en el feto. También es importante que sepas que para la realización del cribado bioquímico es necesario firmar un consentimiento informado.
Si el riesgo es alto (valores menores de 1/270) se aconseja la realización de pruebas invasivas como la amniocentesis o la biopsia corial para confirmar el diagnóstico. En el primer trimestre se aconseja realizar la biopsia corial en lugar de la amniocentesis.
Es importante que sepas, que el screening bioquímico es una prueba con una sensibilidad muy alta para gestaciones únicas. Por tanto, en las gestaciones gemelares hay muchos tocólogos que no la recomiendan por el alto porcentaje de falsos positivos. En dichos casos, sólo se realiza la ecografía para medir la traslucencia nucal.
Embarazo Semana 13
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu hijo ya pesa entre 13 y 20 gramos y mide entre 6,5 y 8cm. Su crecimiento, a partir de ahora, y hasta la semana 25 va a ser muy rápido. Ya ha finalizado la formación de los distintos órganos, y a partir de esta semana lo que va a hacer tu hijo es crecer y aumentar el tamaño de sus órganos debido a una gran proliferación celular que es lo que caracteriza a esta etapa. En definitiva, va a haber un mayor crecimiento en longitud que en peso.
En cuanto a la morfología del bebé, sigue estando desproporcionada la cabeza con respecto al resto, midiendo aproximadamente la mitad de la longitud del cuerpo.
Los rasgos faciales se van modelando cada vez más. Los ojos, que al principio están muy separados entre si, se van juntando hacia el centro de la cara. Las orejas ya no se sitúan tan bajas, sino que su implantación está un poco por debajo de la de los ojos.
Los genitales externos tienen una morfología distinguible incluso fuera del útero. Las asas intestinales ya no están dentro del cordón umbilical como al principio de la gestación donde formaban una hernia, sino que se sitúan dentro de la cavidad abdominal. Si así no ocurriese, se formaría el llamado onfalocele y habría que operarlo tras el nacimiento.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Estás empezando a ganar peso y a perder la cintura. Tu ropa habitual ya te queda ajustada. Empieza a aparecer la llamada “tripita”. Tus pechos están más grandes de lo habitual, aunque su crecimiento ya no es tan llamativo como al inicio de la gestación. Si antes del embarazo cada pecho pesa unos 200 gramos, al final de la gestación suelen alcanzar entre 400 a 800 gramos cada uno, dependiendo de cada mujer. La areola ( el área circular que rodea el pezón) cada vez es más oscura y grande. Ya se ha comentado que puede ser normal la secreción de leche amarillenta, llamada calostro, desde épocas tempranas del embarazo. También es normal que aparezcan venas debajo de la piel de la mama, así como estrías que pueden llegar a ser de color rojizo.
A partir de esta semana empiezas a encontrarte menos nauseosa y cansada. La sensación de “mal cuerpo” va disminuyendo. La aversión a algunas comidas que antes te gustaban, así como algunos olores concretos, continua.
El reflujo y el ardor aparecen a partir de este momento en muchas pacientes.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía se diferencian perfectamente la cabeza, los brazos, las piernas y el torso. Se aprecian las órbitas de los ojos y la boca abriéndose y cerrándose. Puede visualizarse al bebé chupándose el dedo. Es normal verle dando patadas y moviendo los brazos. En esta semana todavía se puede realizar la medición de la traslucencia nucal y el screening bioquímico ya comentado anteriormente.
A partir de este momento puedes vacunarte contra el virus de la gripe si es el periodo de vacunación (octubre y noviembre). Antes de la semana 13,o se aconseja ponerse la vacuna de la gripe ya que como ya se ha explicado es el periodo de máxima formación de los órganos.
Embarazo Semana 14
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto ya mide entre 8 y 9cm y su peso es de 25 gramos.
El cuello empieza a elongarse y eso hace que las orejas se desplacen hacia arriba. La cabeza sigue estando flexionada, de tal forma que la barbilla está constantemente tocando el pecho. Aparecen los labios en la boca. Los ojos siguen cerrados.
La piel es muy fina, por lo que brillan los vasos sanguíneos a través de la superficie del cuerpo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Notarás que las encías te sangran más frecuentemente con el cepillado de los dientes. Esto se debe a un engrosamiento de las mismas y una mayor vascularización (capilares sanguíneos). Es importante el lavado bucal con un cepillo de púas blandas y un dentífrico especial para encías sensibles. Un enjuague bucal después del cepillado puede ayudarte a cuidar tus encías.
A nivel de la nariz ocurre lo mismo. El aumento de los vasos sanguíneos a nivel de las paredes nasales, hace que puedas sangrar con mayor facilidad al sonarte.
El sangrado a través de las encías se llama gingivirragia y el nasal epistaxis.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía se aprecian los cristalinos dentro de los ojos. Se pueden diferenciar distintas estructuras cerebrales.
Con aparatos de alta resolución, pueden contarse los dedos de la mano, siempre que el feto nos los muestre.
Re: Tu embarazo semana a semana
Embarazo Semana 15
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto mide entre 9 y 10cm y pesa unos 50 gramos (el doble que la semana anterior).
Una capa fina de pelo llamada lanugo recubre la gran parte del cuerpo del bebé. Su piel es muy fina y a través de ella se podrían ver los vasos sanguíneos que circulan por debajo.
Los ojos siguen separados aunque cada vez se acercan más a la raíz nasal. En las orejas se distinguen las distintos pliegues que las componen. La barbilla se empieza a despegar del tórax.
A nivel de los huesos, se inicia la osificación ya que cada vez son más fuertes y retienen más calcio.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Algunas embarazadas experimentan una sensación de taponamiento nasal desde el comienzo del segundo trimestre hasta el final del embarazo, que impide respirar y hablar correctamente. Es la llamada rinitis gravídica y se debe a un aumento en el tamaño de los cornetes nasales. Algunos fármacos utilizados para las alergias primaverales como los antihistamínicos, pueden mejorar parte de este síntoma. Pero no conviene abusar de ellos y la realidad es que la rinitis no va a desaparecer del todo hasta después del parto.
En el embarazo pueden aparecer o aumentar el número de lunares o pecas en cualquier parte del cuerpo. Si observas que algún lunar de los que tenías aumenta mucho de tamaño, cambia de coloración, de forma o se hace más abultado, deberás consultar a un dermatólogo. Además son frecuentes las manchas en la cara debido al aumento de melanina durante el embarazo, por lo que deberás cuidarte con cremas de alta protección solar.
La línea marrón que aparece entre el pubis y el ombligo se llama línea alba y también se debe a un aumento de melanina a ese nivel. Esta suele desaparecer unos meses después del parto.
También es normal que aparezca vello y pequeñas verrugas en la pared abdominal. A veces pueden producir picor.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
A principios del segundo trimestre se puede realizar otra prueba de diagnóstico prenatal que es el llamado Screening bioquímico del segundo trimestre. En dicha prueba se determina, mediante un análisis de sangre, los valores de la b-hCG y de la alfafetoproteina. Una alteración en sus niveles indican mayor riesgo de cromosomopatías y la necesidad de confirmarlo mediante una amniocentesis.
En muchas clínicas privadas realizan el llamado triple test entre la semana 15 y 17 de embarazo. Consiste en la realización de un análisis de sangre para determinar los niveles de dos hormonas (b-hCG y estrógeno placentario) y una proteína (alfafetoproteina). Los valores de estas tres sustancias junto con la edad materna establece un porcentaje de riesgo de posibles malformaciones cromosómicas. Para confirmar el diagnóstico es indispensable la realización de una amniocentesis, pues no siempre que los valores del triple test salen alterados, indican que el feto vaya a tener una malformación. El triple test ya no se recomiendan en los protocolos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Embarazo Semana 16
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto mide entre 10,8 a 11,6cm y pesa 80 gramos.
Todo su cuerpo y su cabeza están recubiertos de lanugo. Donde primero aparece el pelo del feto es en las cejas y encima del labio superior . Tras el nacimiento, el pelo se cae y es reemplazado por un pelo más grueso que nace de nuevos folículos pilosos.
También aparecen las uñas de las manos y de los pies y se diferencian de los dedos. Las piernas son más largas que los brazos y se mueven con mucha frecuencia. Se diferencian rodillas, tobillos, codos y muñecas. Los dedos de las manos se abren y cierran, aunque lo normal es que las manos estén cerradas y sólo se vean los dos puños.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Algunas embrazadas comienzan a notar moverse a su bebé a partir de esta semana, aunque lo normal es que sea un poco después. Los movimientos fetales los describen como burbujas, gases, aleteos de mariposa o culebrillas moviéndose.
Las caries dentales y la sepsis bucal son más frecuentes durante el embarazo. Esto se debe al déficit de vitaminas como la riboflavina, piridoxina y folatos, que conlleva a una retención de alimentos en las muelas. Debes saber que en muchos centros de salud existe un programa de revisión bucodental para embarazadas. Lo llevan a cabo los odontólogos y se realiza una vez al trimestre. Consiste en realizar un diagnóstico de infecciones o alteraciones en las encías, dientes y muelas, pero no se encargan de empastar ni extraer piezas dentarias en caso de encontrarlas alteradas.
También hay gestantes que refieren un aumento de la salivación y puede aparecer al principio del embarazo manteniéndose hasta el parto. Esta salivación profusa llamada hipersialorrea o ptialismo parece deberse a un aumento en los niveles de estrógenos. Se recomienda realizar enjuagues astringentes y abandonar el tabaco. En algunas ocasiones es preciso administrar fármacos colinérgicos.
Los calambres nocturnos son frecuentes a partir de la segunda mitad del embarazo. Suelen ser contracciones involuntarias y dolorosas a nivel de las pantorrillas que llegan a despertar a la embarazada. Se deben a la compresión de los nervios de las piernas por parte del útero que ya está bastante aumentado de tamaño, a la insuficiencia de la circulación sanguínea periférica y a los niveles bajos de calcio y potasio circulantes. Lo mejor es masajear la zona contracturada y hacer estiramientos pasivos. Una dieta rica en potasio como el plátano o las pasas pueden evitar la aparición de los calambres. No se ha demostrado que la ingesta de calcio mejore los síntomas. Un remedio casero son las infusiones de ortiga y semillas de apio. Los baños con agua de cocer diente de león también resultan eficaces.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Entre la semana 16 y 18, algunos centros médicos o especialistas de forma individual, realizan únicamente la determinación de la alfafetoproteina. Los niveles aumentados de esta proteína indican un mayor riesgo de defectos del tubo neural como la espina bífida, mientras que cuando están disminuidos se eleva el riesgo de que tu hijo tenga el Síndrome de Down. Esta prueba ya no se realiza en la mayoría de los centros médicos ginecológos, porque la determinación de la alfafetoproteina por si sola tiene muchos resultados erróneos (falsos positivos) que crean más ansiedad en la embarazada. La SEGO no la recomienda.
Embarazo Semana 17
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto mide entre 11 y 12cm y pesa 100 gramos. Cada vez su aspecto se va pareciendo más al de un recién nacido. La grasa empieza a aparecer en todo su cuerpo. Es el llamado tejido adiposo y es importante para mantener el calor corporal y regular el metabolismo del organismo. El agua constituye un tercio de su cuerpo.
La posición habitual es semiflexionada con las manos a la altura de la barbilla y los pies cruzados por debajo de la salida del cordón umbilical. Pasa ratos dormido, y otros despierto en los que sus movimientos cada vez son más fuertes.
CAMBIOS EN LA MADRE:
La parte baja del abdomen ya se nota agrandada e hinchada y has perdido la cintura, por lo que la ropa de embarazada, aunque te quede un poco grande, será con lo que más cómoda estás. El útero mide entre 4 y 5cm y cada vez su forma es más ovalada, desplazando hacia arriba las asas intestinales.
El útero está unido a la pared pélvica por unos ligamentos llamados ligamentos redondos. Estos ligamentos se elongan y engruesan con el embarazo a medida que el útero va creciendo lo que puede producir dolor o molestias a nivel abdominal. El dolor puede estar localizado en ambos lado o sólo en un lado y aumenta con determinados movimientos que tensan y estiran los ligamentos redondos. Por eso es importante que cuando aparezca el dolor te tumbes de lado y descanses. Lo importante que debes saber es que por mucho que a ti te duela, el bebé no se ve afectado.
Aunque tu hijo cada vez se mueva más frecuentemente y sus movimientos sean más fuertes, es raro que tu notes algo y te sigues sorprendiendo cuando ves a tu bebé moverse en la ecografía porque tú “no notas nada”.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La Amniocentesis se realiza entre la 16 y la 18 semanas. Consiste en la extracción de líquido amniótico (unos 15ml) bajo control ecográfico a través de una aguja fina que se introduce en el abdomen llegando hasta dentro del útero. La prueba duras unos minutos, pero luego debes estar 48 horas en cama haciendo reposo absoluto. En el líquido amniótico existen células fetales procedentes de la descamación de la piel y las vías urinarias del bebé, que se analizan microscópicamente, estudiando su mapa cromosómico y posibles alteraciones genéticas. El resultado de la amniocentesis tarda entre 2 y 4 semanas, según los centros. En algunos hospitales existe una prueba llamada FISH, que permite diagnosticar si hay un Síndrome de Down en unos días tras la amniocentesis.
La amniocentesis se indica cuando el screening bioquímico da un riesgo elevado de cromosomopatías, en mujeres mayores de 35 años, si existe una malformación detectada por ecografía, cuando ambos progenitores son portadores sanos de una enfermedad genética o tienen un hijo afectado por una enfermedad genética. Además de diagnosticar posibles alteraciones cromosómicas, la amniocentesis también sirve para diagnosticar posibles infecciones del feto como la toxoplasmosis, la rubéola o el citomegalovirus. El porcentaje de abortos tras la amniocentesis es menor del 1%.Es necesario firmar un consentimiento informado antes de realizarse esta prueba.
En los hospitales públicos, antes de hacerse una amniocentsis, es necesario pasar por la consulta de genética, donde se os abrirá una historia y se evaluará el riesgo de tener un hijo con una alteración genética, dando a la pareja consejo genético. La consulta con el genetista, os servirá para deciros si tenéis que haceros o no una amniocentesis.
Embarazo Semana 18
CAMBIOS EN EL HIJO:
El bebé mide entre 12,5 y 14cm y pesa 150 gramos.
El corazón está dividido en cuatro cámaras (dos aurículas y dos ventrículos) y cuatro válvulas (tricúspide, mitral, aortica y pulmonar). Parte de la sangre de la aurícula derecha pasa directamente a la aurícula izquierda a través de un agujero llamado el foramen oval, evitando así el paso de esa sangre por los pulmones. En el momento del nacimiento, este agujero se cierra.
Los pies y las piernas están moldeados. En su interior se visualizan sombras oscuras que corresponden a los centros de osificación. Es decir, las porciones cartilaginosas que hasta el momento han formado el esqueleto del feto, se transforman en tejido óseo. Estos centros de osificación crecen hacia los extremos de los huesos y el cartílago también crece al mismo tiempo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes notar que el útero llega dos dedos por debajo de la altura del ombligo. Lo normal es que en estas semanas de embarazo hayas ganado unos 4 a 5 kilos de peso.
Es normal que cada vez orines con más frecuencia y te tengas que levantar varias veces por la noche. Esto se debe a la compresión del útero sobre al vejiga. No lo debes confundir con una infección de orina.
De igual forma, el estreñimiento continúa y puede aumentar debido a la compresión del útero sobre el sigmoides y el recto. Además, la reducción del ejercicio durante el embarazo, así como la ingesta de los preparados de hierro prescritos, pueden empeorar este cuadro. Las infusiones de diente de león o de sen pueden ayudarte contra el estreñimiento.
El estreñimiento además, puede favorecer la aparición de hemorroides que están relacionadas con el aumento de presión en las venas rectales. La compresión del útero sobre el retorno venoso y la disminución del tono de la pared venosa debido a la progesterona son otras causas de hemorroides durante el embarazo. La defecación puede ser insoportable llegando a producirse sangrados escasos. Para ello se aconseja evitar el estreñimiento con una dieta rica en líquidos, vegetales y fibra, baños de asiento con agua fría y sal gorda y la utilización de pomadas locales con antiinflamatorios y anestésicos para aliviar el dolor. Un remedio casero es empapar una compresa con agua de hervir la hierba llamada hamamelis y aplicarla localmente sobre el ano.
Pueden aparecer en la piel de cualquier parte de tu cuerpo pequeñas zonas rojas con múltiples vasos sanguíneos en su interior. Son las telangiectasias o arañas vasculares y se deben a la dilatación de arteriolas debido al aumento de los estrógenos. Aunque disminuyen en el posparto, rara vez desaparecen completamente.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía se visualizan las cuatro cámaras cardiacas y mediante un Eco-doppler se puede ver el recorrido de todos los vasos sanguíneos del cuerpo del bebé. Podemos ver también cómo se chupa el dedo, cómo bosteza e incluso cómo sonríe.
En algunos países como Estados Unidos se realiza en esta semana el cuádruple test o quad-screen test. Es un test diagnóstico similar al triple test, pero con la determinación sanguínea de un cuarto marcador sanguíneo: la inhibina A. Esta cuarta medida aumenta la sensibilidad del triple test para el diagnóstico de defectos en el bebé como la espina bífida o el síndrome de Down. En España no se realiza como parte del protocolo del embarazo.
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto mide entre 9 y 10cm y pesa unos 50 gramos (el doble que la semana anterior).
Una capa fina de pelo llamada lanugo recubre la gran parte del cuerpo del bebé. Su piel es muy fina y a través de ella se podrían ver los vasos sanguíneos que circulan por debajo.
Los ojos siguen separados aunque cada vez se acercan más a la raíz nasal. En las orejas se distinguen las distintos pliegues que las componen. La barbilla se empieza a despegar del tórax.
A nivel de los huesos, se inicia la osificación ya que cada vez son más fuertes y retienen más calcio.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Algunas embarazadas experimentan una sensación de taponamiento nasal desde el comienzo del segundo trimestre hasta el final del embarazo, que impide respirar y hablar correctamente. Es la llamada rinitis gravídica y se debe a un aumento en el tamaño de los cornetes nasales. Algunos fármacos utilizados para las alergias primaverales como los antihistamínicos, pueden mejorar parte de este síntoma. Pero no conviene abusar de ellos y la realidad es que la rinitis no va a desaparecer del todo hasta después del parto.
En el embarazo pueden aparecer o aumentar el número de lunares o pecas en cualquier parte del cuerpo. Si observas que algún lunar de los que tenías aumenta mucho de tamaño, cambia de coloración, de forma o se hace más abultado, deberás consultar a un dermatólogo. Además son frecuentes las manchas en la cara debido al aumento de melanina durante el embarazo, por lo que deberás cuidarte con cremas de alta protección solar.
La línea marrón que aparece entre el pubis y el ombligo se llama línea alba y también se debe a un aumento de melanina a ese nivel. Esta suele desaparecer unos meses después del parto.
También es normal que aparezca vello y pequeñas verrugas en la pared abdominal. A veces pueden producir picor.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
A principios del segundo trimestre se puede realizar otra prueba de diagnóstico prenatal que es el llamado Screening bioquímico del segundo trimestre. En dicha prueba se determina, mediante un análisis de sangre, los valores de la b-hCG y de la alfafetoproteina. Una alteración en sus niveles indican mayor riesgo de cromosomopatías y la necesidad de confirmarlo mediante una amniocentesis.
En muchas clínicas privadas realizan el llamado triple test entre la semana 15 y 17 de embarazo. Consiste en la realización de un análisis de sangre para determinar los niveles de dos hormonas (b-hCG y estrógeno placentario) y una proteína (alfafetoproteina). Los valores de estas tres sustancias junto con la edad materna establece un porcentaje de riesgo de posibles malformaciones cromosómicas. Para confirmar el diagnóstico es indispensable la realización de una amniocentesis, pues no siempre que los valores del triple test salen alterados, indican que el feto vaya a tener una malformación. El triple test ya no se recomiendan en los protocolos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Embarazo Semana 16
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto mide entre 10,8 a 11,6cm y pesa 80 gramos.
Todo su cuerpo y su cabeza están recubiertos de lanugo. Donde primero aparece el pelo del feto es en las cejas y encima del labio superior . Tras el nacimiento, el pelo se cae y es reemplazado por un pelo más grueso que nace de nuevos folículos pilosos.
También aparecen las uñas de las manos y de los pies y se diferencian de los dedos. Las piernas son más largas que los brazos y se mueven con mucha frecuencia. Se diferencian rodillas, tobillos, codos y muñecas. Los dedos de las manos se abren y cierran, aunque lo normal es que las manos estén cerradas y sólo se vean los dos puños.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Algunas embrazadas comienzan a notar moverse a su bebé a partir de esta semana, aunque lo normal es que sea un poco después. Los movimientos fetales los describen como burbujas, gases, aleteos de mariposa o culebrillas moviéndose.
Las caries dentales y la sepsis bucal son más frecuentes durante el embarazo. Esto se debe al déficit de vitaminas como la riboflavina, piridoxina y folatos, que conlleva a una retención de alimentos en las muelas. Debes saber que en muchos centros de salud existe un programa de revisión bucodental para embarazadas. Lo llevan a cabo los odontólogos y se realiza una vez al trimestre. Consiste en realizar un diagnóstico de infecciones o alteraciones en las encías, dientes y muelas, pero no se encargan de empastar ni extraer piezas dentarias en caso de encontrarlas alteradas.
También hay gestantes que refieren un aumento de la salivación y puede aparecer al principio del embarazo manteniéndose hasta el parto. Esta salivación profusa llamada hipersialorrea o ptialismo parece deberse a un aumento en los niveles de estrógenos. Se recomienda realizar enjuagues astringentes y abandonar el tabaco. En algunas ocasiones es preciso administrar fármacos colinérgicos.
Los calambres nocturnos son frecuentes a partir de la segunda mitad del embarazo. Suelen ser contracciones involuntarias y dolorosas a nivel de las pantorrillas que llegan a despertar a la embarazada. Se deben a la compresión de los nervios de las piernas por parte del útero que ya está bastante aumentado de tamaño, a la insuficiencia de la circulación sanguínea periférica y a los niveles bajos de calcio y potasio circulantes. Lo mejor es masajear la zona contracturada y hacer estiramientos pasivos. Una dieta rica en potasio como el plátano o las pasas pueden evitar la aparición de los calambres. No se ha demostrado que la ingesta de calcio mejore los síntomas. Un remedio casero son las infusiones de ortiga y semillas de apio. Los baños con agua de cocer diente de león también resultan eficaces.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Entre la semana 16 y 18, algunos centros médicos o especialistas de forma individual, realizan únicamente la determinación de la alfafetoproteina. Los niveles aumentados de esta proteína indican un mayor riesgo de defectos del tubo neural como la espina bífida, mientras que cuando están disminuidos se eleva el riesgo de que tu hijo tenga el Síndrome de Down. Esta prueba ya no se realiza en la mayoría de los centros médicos ginecológos, porque la determinación de la alfafetoproteina por si sola tiene muchos resultados erróneos (falsos positivos) que crean más ansiedad en la embarazada. La SEGO no la recomienda.
Embarazo Semana 17
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto mide entre 11 y 12cm y pesa 100 gramos. Cada vez su aspecto se va pareciendo más al de un recién nacido. La grasa empieza a aparecer en todo su cuerpo. Es el llamado tejido adiposo y es importante para mantener el calor corporal y regular el metabolismo del organismo. El agua constituye un tercio de su cuerpo.
La posición habitual es semiflexionada con las manos a la altura de la barbilla y los pies cruzados por debajo de la salida del cordón umbilical. Pasa ratos dormido, y otros despierto en los que sus movimientos cada vez son más fuertes.
CAMBIOS EN LA MADRE:
La parte baja del abdomen ya se nota agrandada e hinchada y has perdido la cintura, por lo que la ropa de embarazada, aunque te quede un poco grande, será con lo que más cómoda estás. El útero mide entre 4 y 5cm y cada vez su forma es más ovalada, desplazando hacia arriba las asas intestinales.
El útero está unido a la pared pélvica por unos ligamentos llamados ligamentos redondos. Estos ligamentos se elongan y engruesan con el embarazo a medida que el útero va creciendo lo que puede producir dolor o molestias a nivel abdominal. El dolor puede estar localizado en ambos lado o sólo en un lado y aumenta con determinados movimientos que tensan y estiran los ligamentos redondos. Por eso es importante que cuando aparezca el dolor te tumbes de lado y descanses. Lo importante que debes saber es que por mucho que a ti te duela, el bebé no se ve afectado.
Aunque tu hijo cada vez se mueva más frecuentemente y sus movimientos sean más fuertes, es raro que tu notes algo y te sigues sorprendiendo cuando ves a tu bebé moverse en la ecografía porque tú “no notas nada”.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La Amniocentesis se realiza entre la 16 y la 18 semanas. Consiste en la extracción de líquido amniótico (unos 15ml) bajo control ecográfico a través de una aguja fina que se introduce en el abdomen llegando hasta dentro del útero. La prueba duras unos minutos, pero luego debes estar 48 horas en cama haciendo reposo absoluto. En el líquido amniótico existen células fetales procedentes de la descamación de la piel y las vías urinarias del bebé, que se analizan microscópicamente, estudiando su mapa cromosómico y posibles alteraciones genéticas. El resultado de la amniocentesis tarda entre 2 y 4 semanas, según los centros. En algunos hospitales existe una prueba llamada FISH, que permite diagnosticar si hay un Síndrome de Down en unos días tras la amniocentesis.
La amniocentesis se indica cuando el screening bioquímico da un riesgo elevado de cromosomopatías, en mujeres mayores de 35 años, si existe una malformación detectada por ecografía, cuando ambos progenitores son portadores sanos de una enfermedad genética o tienen un hijo afectado por una enfermedad genética. Además de diagnosticar posibles alteraciones cromosómicas, la amniocentesis también sirve para diagnosticar posibles infecciones del feto como la toxoplasmosis, la rubéola o el citomegalovirus. El porcentaje de abortos tras la amniocentesis es menor del 1%.Es necesario firmar un consentimiento informado antes de realizarse esta prueba.
En los hospitales públicos, antes de hacerse una amniocentsis, es necesario pasar por la consulta de genética, donde se os abrirá una historia y se evaluará el riesgo de tener un hijo con una alteración genética, dando a la pareja consejo genético. La consulta con el genetista, os servirá para deciros si tenéis que haceros o no una amniocentesis.
Embarazo Semana 18
CAMBIOS EN EL HIJO:
El bebé mide entre 12,5 y 14cm y pesa 150 gramos.
El corazón está dividido en cuatro cámaras (dos aurículas y dos ventrículos) y cuatro válvulas (tricúspide, mitral, aortica y pulmonar). Parte de la sangre de la aurícula derecha pasa directamente a la aurícula izquierda a través de un agujero llamado el foramen oval, evitando así el paso de esa sangre por los pulmones. En el momento del nacimiento, este agujero se cierra.
Los pies y las piernas están moldeados. En su interior se visualizan sombras oscuras que corresponden a los centros de osificación. Es decir, las porciones cartilaginosas que hasta el momento han formado el esqueleto del feto, se transforman en tejido óseo. Estos centros de osificación crecen hacia los extremos de los huesos y el cartílago también crece al mismo tiempo.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes notar que el útero llega dos dedos por debajo de la altura del ombligo. Lo normal es que en estas semanas de embarazo hayas ganado unos 4 a 5 kilos de peso.
Es normal que cada vez orines con más frecuencia y te tengas que levantar varias veces por la noche. Esto se debe a la compresión del útero sobre al vejiga. No lo debes confundir con una infección de orina.
De igual forma, el estreñimiento continúa y puede aumentar debido a la compresión del útero sobre el sigmoides y el recto. Además, la reducción del ejercicio durante el embarazo, así como la ingesta de los preparados de hierro prescritos, pueden empeorar este cuadro. Las infusiones de diente de león o de sen pueden ayudarte contra el estreñimiento.
El estreñimiento además, puede favorecer la aparición de hemorroides que están relacionadas con el aumento de presión en las venas rectales. La compresión del útero sobre el retorno venoso y la disminución del tono de la pared venosa debido a la progesterona son otras causas de hemorroides durante el embarazo. La defecación puede ser insoportable llegando a producirse sangrados escasos. Para ello se aconseja evitar el estreñimiento con una dieta rica en líquidos, vegetales y fibra, baños de asiento con agua fría y sal gorda y la utilización de pomadas locales con antiinflamatorios y anestésicos para aliviar el dolor. Un remedio casero es empapar una compresa con agua de hervir la hierba llamada hamamelis y aplicarla localmente sobre el ano.
Pueden aparecer en la piel de cualquier parte de tu cuerpo pequeñas zonas rojas con múltiples vasos sanguíneos en su interior. Son las telangiectasias o arañas vasculares y se deben a la dilatación de arteriolas debido al aumento de los estrógenos. Aunque disminuyen en el posparto, rara vez desaparecen completamente.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía se visualizan las cuatro cámaras cardiacas y mediante un Eco-doppler se puede ver el recorrido de todos los vasos sanguíneos del cuerpo del bebé. Podemos ver también cómo se chupa el dedo, cómo bosteza e incluso cómo sonríe.
En algunos países como Estados Unidos se realiza en esta semana el cuádruple test o quad-screen test. Es un test diagnóstico similar al triple test, pero con la determinación sanguínea de un cuarto marcador sanguíneo: la inhibina A. Esta cuarta medida aumenta la sensibilidad del triple test para el diagnóstico de defectos en el bebé como la espina bífida o el síndrome de Down. En España no se realiza como parte del protocolo del embarazo.
Re: Tu embarazo semana a semana
Embarazo Semana 19
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto mide entre 13 a 15cm y pesa 200 gramos.
El sistema nervioso del feto formado por el cerebro y la médula espinal sigue desarrollándose.
La parte inferior del cuerpo de tu bebé es todavía delgada y estrecha en comparación con la cabeza y el torso. Empieza a aparecer algo de tripita por debajo del cordón umbilical. Lo genitales aparecen engrosados.
El fino lanugo que cubre la cabeza sigue la misma disposición de la piel. La curva superior se inicia en la frente.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Notarás un aumento en el flujo vaginal de color blanco a amarillento de consistencia más espesa que el flujo habitual. Esto no es una infección, sino la llamada leucorrea causada por el aumento de flujo sanguíneo en la mucosa vaginal. Además, debido a este aumento de flujo sanguíneo, tanto en la vagina, como en los músculos que la rodean, la vagina toma una coloración violácea típica del embarazo. Es lo que se llama el signo de Chadwick. Notarás también los labios mayores y menores más abultados de los normal.
Las palpitaciones cardiacas aparecen en algunas embarazadas y parecen deberse al aumento del volumen sanguíneo o a la anemia propia del embarazo. Esta taquicardia asusta mucho a la embarazada y a veces es necesario remitirla al cardiólogo cuando existen signos de descompensación. Lo recomendable es tranquilizar a la paciente y aconsejar que evite situaciones estresantes.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La llamada ecografía morfológica se realiza en la19 ó 20 semanas. Es la ecografía del segundo trimestre (la segunda que se realiza en los hospitales públicos) y sirve para valorar la estructura y biometría fetal. Es decir, no sólo nos muestra las medidas ecográficas del feto, sino que también diagnóstica anomalías en el desarrollo fetal. Por eso, con esta ecografía se pueden excluir malformaciones tanto leves, como moderadas y graves. En caso de diagnosticarse un malformación fetal incompatible con la vida, está contemplado legalmente (y así se le expone a los padres) la posibilidad de interrumpir el embarazo hasta la semana 22. En otros casos, el hecho de diagnosticarse a tiempo una anomalía en el feto, permite llevar un control más exhaustivo de ese embarazo, con ecografías más frecuentes y la programación incluso del parto. Además, si se observa alguna malformación que pudiera ser compatible con algún síndrome cromosómico, se recomienda a los padres la realización de una funiculocentesis. Esta prueba consiste en extraer sangre del cordón umbilical para analizar sus células y descartar un alteración en los cromosomas.
Existen casos subsidiarios de tratamiento intrauterino tanto con fármacos que se administran a la madre y pasan al feto a través de la placenta, como cirugía intrauterina para corregir algunas anomalías.
Por otra parte, es en esta ecografía donde suele ver claramente el sexo del feto, ya que en las anterior (realizada en la semana 12 en los hospitales públicos) aún es muy pronto para este diagnóstico.
Embarazo Semana 20
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu bebé mide entre 14 y 16cm y pesa 260 gramos.
La piel que cubre el cuerpo de tu hijo se desarrolla dando lugar a dos capas: la epidermis (más superficial) y la dermis (por debajo de la anterior).En la epidermis empiezan a aparecer las arrugas que darán lugar a los patrones característicos de cada ser humano de las palmas de las manos, las plantas de los pies y los dedos. Estas arrugas o surcos epidérmicos vienen determinados genéticamente y son distintos para cada persona.
La grasa también empieza a aparecer debajo de la piel. Y a partir de la semana 20, las glándulas de la piel del feto segregan una sustancia blanquecina y pastosa llamada vernix caseosa. Esta sustancia protege la piel del feto contra la agresión del líquido amniótico. Cuando el bebé nace, verás que está cubierto por el vernix.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes encontrarte mareada, sobre todo al levantarte de la cama o ponerte de pie tras estar un rato sentada. Esto se debe a la hipotensión (bajada de la presión arterial) propia del embarazo. Suele aparecer en el segundo trimestre, aunque algunas pacientes lo refieran desde el principio. Este cuadro hipotensivo puede deberse a la compresión del útero sobre la arteria aorta y la vena cava, y se presenta cuando estás tumbada boca arriba (a veces cuando te están haciendo la ecografía). Se denomina hipotensión supina y para prevenirlo debes tumbarte de lado, preferiblemente del izquierdo para no comprimir ningún vaso sanguíneo.
Otro tipo de hipotensión es la llamada hipotensión postural y ocurre cuando te levantas rápidamente si estás tumbada, sentada o en cuclillas. Entonces la presión sanguínea baja debido a que la sangre del cerebro también baja por la gravedad. Este problema se soluciona levantándote despacio.
Otras causas de mareo durante el embarazo pueden deberse a la anemia (niveles bajos de hierro en sangre) o a niveles alterados de azúcar en sangre, tanto aumentados (hiperglucemia), como disminuidos (hipoglucemia). Una dieta rica en hierro (carne y legumbres), así como un aporte de hierro extra pueden prevenir la anemia. Una dieta equilibrada y hacer pequeñas comidas al día en lugar de tres comidas grandes diarias pueden ayudar a prevenir desequilibrios en el balance de la glucosa.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La ecografía morfológica se realiza, como ya hemos explicado entre las 19 y 20 semanas, aunque tradicionalmente muchos la denominen también “ la ecografía de las 20 semanas”. Es una prueba rutinaria que deben realizarse todas las embarazadas, independientemente de su edad o de posibles factores de riesgo.
Muchas veces, para confirmar una sospecha ecográfica de una malformación, debe realizarse una amniocentesis o funiculocentesis que determine la existencia de cromosomopatía. Otras veces, se visualizan signos ecográficos sugerentes de un síndrome cromosómico, y es necesario la realización de técnicas invasivas (amniocentesis o funiculocentesis) para descartarlo.
Por tanto, esta ecografía es la más esperada por toda embarazada, ya que tranquiliza saber que no se ve ninguna malformación fetal (reduciendo así la angustia de la madre) y diagnostica al mismo tiempo el sexo del bebé.
Gracias a la calidad y alta resolución de los ecógrafos actuales, podemos diagnosticar muchas malformaciones que antes pasaban desapercibidas. Además, los ecografistas cada vez están más preparados y existen ginecólogos especializados en diagnóstico prenatal. Sin embargo, debes saber que algunas anomalías, como lesiones en la piel, no se pueden diagnosticar por ecografía. Esta ecografía se realiza en cualquier centro público o privado, pero si en la ella se diagnostican posibles anomalías, se suele derivar a la gestante a un hospital de nivel III para la realización de una ecografía más minuciosa y exhaustiva. Lo habitual es que esta ecografía sea en 2D (dos dimensiones), aunque en algunos centros privados se acompañe de una ecografía en 3D, con un vídeo en 4D para deleitar a los padres con la visualización de su hijo. En general, la ecografía 3D y 4D no se realiza rutinariamente en los centros públicos, salvo si se sospecha alguna malformación con la ecografía de 2D y se necesite confirmar con la 3D. Además, la ecografía en 3D, de realizarse, es mejor hacerla a partir de la semana 27 para una mejor visualización del feto.
Embarazo Semana 21
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto pesa unos 300 gramos y mide unos 18cm. En este momento, el crecimiento ya no es tan rápido como en las semanas anteriores.
El sistema digestivo del bebé le permite tragar líquido amniótico, absorber parte de este líquido en el intestino delgado y pasar el resto al intestino grueso. Estas funciones permiten que el sistema digestivo vaya madurando y creciendo. Al mismo tiempo, el líquido amniótico absorbido contiene nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé.
CAMBIOS EN LA MADRE:
A partir de ahora ya es normal que empieces a notar a tu hijo moverse. Este movimiento será más evidente por la noche, cuando estés tumbada. Puedes empezar a ponerle música y a hablarle. Como ya sabes el sexo, puedes incluso empezar a pensar el nombre que le pondrás y llamarle por su nombre cuando te dirijas a él.
El abdomen va creciendo a medida que crece el útero. Ya se te nota la tripita. El ombligo puede aplanarse o salirse hacia fuera en forma de hernia. Los músculos que forman la pared del abdomen se llaman rectos abdominales y se estiran hacia los lados, pudiéndose separar en la línea media. Si esto ocurre se produce la llamada diástasis de rectos. Lo verás de forma más evidente cuando te tumbes y levantes la cabeza mirando al abdomen, pues aparece como un bulto en la línea media. No es doloroso y no es peligroso ni para ti ni para tu bebé. Además, notarás más fácilmente moverse a tu hijo.
Con cada embarazo, esta separación se hace más evidente, y aunque el ejercicio puede fortalecer los músculos abdominales, la separación seguirá estando. Una faja puede ayudarte a deshacerte de esa zona abombada de la mitad del abdomen.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La funiculocentesis o cordocentesis es una prueba diagnóstica invasiva que consiste en extraer sangre de la vena del cordón umbilical mediante una aguja que atraviesa la pared abdominal y la pared del útero. Esta prueba se realiza a través de control ecográfico y requiere un consentimiento informado por parte de los padres. Como ya se ha explicado anteriormente, la funiculocentesis sirve para detectar anomalías genéticas, enfermedades sanguíneas, infecciones e incompatibilidad de Rh. Su ventaja frente a la amniocentesis es que se obtiene un resultado más rápido (en sólo unos días). Por el contrario, el riesgo de aborto es mayor que con la amniocentesis.
La funiculocentesis se realiza a partir de la semana 20, y no antes, pues el cordón umbilical ya tiene un tamaño lo suficientemente grande como para acceder a él y pincharse con una aguja.
Esta prueba se realiza fundamentalmente con objeto diagnóstico para confirmar una sospecha ecográfica. También tiene un uso terapéutico cuando se diagnostica una incompatibilidad Rh entre la sangre fetal y materna y es necesario hacer transfusiones sanguíneas al feto dentro del útero, para evitar la anemia del feto debida a la destrucción de sus glóbulos rojos por anticuerpos de la madre.
Embarazo Semana 22
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto pesa unos 350 gramos y mide 19cm.
A nivel de la cara, se distinguen los párpados, las pestañas y las cejas. También son visibles la uñas de los dedos.
El hígado empieza a funcionar hacia la semana 10 del embarazo. Pero su capacidad para metabolizar la bilirrubina y producir bilis (que es la encargada de digerir los alimentos) no comienza hasta un poco antes del nacimiento. Por eso, los niños prematuros tienen más predisposición a ponerse amarillos (la llamada ictericia), ya que su hígado aún es inmaduro para metabolizar la bilirrubina que se encuentra con niveles aumentados en su sangre.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Notarás el útero por encima del ombligo y cada vez será más evidente el movimiento de tu hijo aunque los demás aún no lo capten poniendo la mano encima de tu abdomen.
Lo normal es que a estas alturas del embrazo hayas engordado entre 5 y 6 kilos y que la cintura haya desparecido. Los tobillos y muñecas pueden hincharse, sobre todo al final del día y si pasas muchas horas de pié, debido a la compresión de las venas por el útero que dificultan el reflujo venoso y a los cambios hormonales del embarazo. Esto puede ocasionarte gran pesadez de piernas e incluso hormigueo en pies y manos. Es conveniente que estires las piernas cuando está sentada y hagas movimientos con los pies hacia arriba y abajo o en círculo para favorecer el retorno venoso. Camina una hora al día a paso ligero y evita permanecer muchas horas de píe sin moverte. Cuando te acuestes, pon un cojín debajo de los pies. Meter los pies y las manos en agua fría con sal gorda puede hacer disminuir la hinchazón y la sensación de pesadez. Un masaje linfático aplicado de forma correcta puede también mejorar la circulación y disminuir el hinchazón. Además las medias de compresión graduada para embarazadas pueden facilitar el retorno venoso y mitigar la pesadez. Por último, es importante que comas con poca sal y bebas al menos un litro y medio de agua al día.
A veces, el hinchazón y la pesadez de piernas pueden ocasionar trastornos circulatorios y varices. Actualmente se está recomendado la ingesta de vid roja en forma de cápsulas (una al día) para prevenir problemas de retorno venoso.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
A partir de este momento, ya se puede escuchar el latido cardiaco del feto, sin necesidad de recurrir a la ecografía-Doppler. Se puede hacer en casa mediante un estetoscopio, aunque no siempre la paciente es capaz de escuchar el sonido deseado. Tampoco conviene que te obsesiones con esto, sentirle que se mueve es el mejor signo de viabilidad fetal.
En la consulta del ginecólogo, se escucha el latido cardiaco con un aparato eléctrico poniendo un cursor con un poco de gel sobre la pared abdominal en la zona donde se sospecha que está el corazón y escuchándolo a través de un pequeño altavoz. Debes saber que el corazón del feto late muy rápidamente entre 120 y 160 latidos por minuto en comparación con el del tuyo que lo hace entre 60 y 80 latidos por minuto. Es importante recordar, que en estas semanas a veces cuesta localizar el latido cardiaco debido a los movimientos del feto y a las diferentes posturas que éste adopta.
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto mide entre 13 a 15cm y pesa 200 gramos.
El sistema nervioso del feto formado por el cerebro y la médula espinal sigue desarrollándose.
La parte inferior del cuerpo de tu bebé es todavía delgada y estrecha en comparación con la cabeza y el torso. Empieza a aparecer algo de tripita por debajo del cordón umbilical. Lo genitales aparecen engrosados.
El fino lanugo que cubre la cabeza sigue la misma disposición de la piel. La curva superior se inicia en la frente.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Notarás un aumento en el flujo vaginal de color blanco a amarillento de consistencia más espesa que el flujo habitual. Esto no es una infección, sino la llamada leucorrea causada por el aumento de flujo sanguíneo en la mucosa vaginal. Además, debido a este aumento de flujo sanguíneo, tanto en la vagina, como en los músculos que la rodean, la vagina toma una coloración violácea típica del embarazo. Es lo que se llama el signo de Chadwick. Notarás también los labios mayores y menores más abultados de los normal.
Las palpitaciones cardiacas aparecen en algunas embarazadas y parecen deberse al aumento del volumen sanguíneo o a la anemia propia del embarazo. Esta taquicardia asusta mucho a la embarazada y a veces es necesario remitirla al cardiólogo cuando existen signos de descompensación. Lo recomendable es tranquilizar a la paciente y aconsejar que evite situaciones estresantes.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La llamada ecografía morfológica se realiza en la19 ó 20 semanas. Es la ecografía del segundo trimestre (la segunda que se realiza en los hospitales públicos) y sirve para valorar la estructura y biometría fetal. Es decir, no sólo nos muestra las medidas ecográficas del feto, sino que también diagnóstica anomalías en el desarrollo fetal. Por eso, con esta ecografía se pueden excluir malformaciones tanto leves, como moderadas y graves. En caso de diagnosticarse un malformación fetal incompatible con la vida, está contemplado legalmente (y así se le expone a los padres) la posibilidad de interrumpir el embarazo hasta la semana 22. En otros casos, el hecho de diagnosticarse a tiempo una anomalía en el feto, permite llevar un control más exhaustivo de ese embarazo, con ecografías más frecuentes y la programación incluso del parto. Además, si se observa alguna malformación que pudiera ser compatible con algún síndrome cromosómico, se recomienda a los padres la realización de una funiculocentesis. Esta prueba consiste en extraer sangre del cordón umbilical para analizar sus células y descartar un alteración en los cromosomas.
Existen casos subsidiarios de tratamiento intrauterino tanto con fármacos que se administran a la madre y pasan al feto a través de la placenta, como cirugía intrauterina para corregir algunas anomalías.
Por otra parte, es en esta ecografía donde suele ver claramente el sexo del feto, ya que en las anterior (realizada en la semana 12 en los hospitales públicos) aún es muy pronto para este diagnóstico.
Embarazo Semana 20
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu bebé mide entre 14 y 16cm y pesa 260 gramos.
La piel que cubre el cuerpo de tu hijo se desarrolla dando lugar a dos capas: la epidermis (más superficial) y la dermis (por debajo de la anterior).En la epidermis empiezan a aparecer las arrugas que darán lugar a los patrones característicos de cada ser humano de las palmas de las manos, las plantas de los pies y los dedos. Estas arrugas o surcos epidérmicos vienen determinados genéticamente y son distintos para cada persona.
La grasa también empieza a aparecer debajo de la piel. Y a partir de la semana 20, las glándulas de la piel del feto segregan una sustancia blanquecina y pastosa llamada vernix caseosa. Esta sustancia protege la piel del feto contra la agresión del líquido amniótico. Cuando el bebé nace, verás que está cubierto por el vernix.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes encontrarte mareada, sobre todo al levantarte de la cama o ponerte de pie tras estar un rato sentada. Esto se debe a la hipotensión (bajada de la presión arterial) propia del embarazo. Suele aparecer en el segundo trimestre, aunque algunas pacientes lo refieran desde el principio. Este cuadro hipotensivo puede deberse a la compresión del útero sobre la arteria aorta y la vena cava, y se presenta cuando estás tumbada boca arriba (a veces cuando te están haciendo la ecografía). Se denomina hipotensión supina y para prevenirlo debes tumbarte de lado, preferiblemente del izquierdo para no comprimir ningún vaso sanguíneo.
Otro tipo de hipotensión es la llamada hipotensión postural y ocurre cuando te levantas rápidamente si estás tumbada, sentada o en cuclillas. Entonces la presión sanguínea baja debido a que la sangre del cerebro también baja por la gravedad. Este problema se soluciona levantándote despacio.
Otras causas de mareo durante el embarazo pueden deberse a la anemia (niveles bajos de hierro en sangre) o a niveles alterados de azúcar en sangre, tanto aumentados (hiperglucemia), como disminuidos (hipoglucemia). Una dieta rica en hierro (carne y legumbres), así como un aporte de hierro extra pueden prevenir la anemia. Una dieta equilibrada y hacer pequeñas comidas al día en lugar de tres comidas grandes diarias pueden ayudar a prevenir desequilibrios en el balance de la glucosa.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La ecografía morfológica se realiza, como ya hemos explicado entre las 19 y 20 semanas, aunque tradicionalmente muchos la denominen también “ la ecografía de las 20 semanas”. Es una prueba rutinaria que deben realizarse todas las embarazadas, independientemente de su edad o de posibles factores de riesgo.
Muchas veces, para confirmar una sospecha ecográfica de una malformación, debe realizarse una amniocentesis o funiculocentesis que determine la existencia de cromosomopatía. Otras veces, se visualizan signos ecográficos sugerentes de un síndrome cromosómico, y es necesario la realización de técnicas invasivas (amniocentesis o funiculocentesis) para descartarlo.
Por tanto, esta ecografía es la más esperada por toda embarazada, ya que tranquiliza saber que no se ve ninguna malformación fetal (reduciendo así la angustia de la madre) y diagnostica al mismo tiempo el sexo del bebé.
Gracias a la calidad y alta resolución de los ecógrafos actuales, podemos diagnosticar muchas malformaciones que antes pasaban desapercibidas. Además, los ecografistas cada vez están más preparados y existen ginecólogos especializados en diagnóstico prenatal. Sin embargo, debes saber que algunas anomalías, como lesiones en la piel, no se pueden diagnosticar por ecografía. Esta ecografía se realiza en cualquier centro público o privado, pero si en la ella se diagnostican posibles anomalías, se suele derivar a la gestante a un hospital de nivel III para la realización de una ecografía más minuciosa y exhaustiva. Lo habitual es que esta ecografía sea en 2D (dos dimensiones), aunque en algunos centros privados se acompañe de una ecografía en 3D, con un vídeo en 4D para deleitar a los padres con la visualización de su hijo. En general, la ecografía 3D y 4D no se realiza rutinariamente en los centros públicos, salvo si se sospecha alguna malformación con la ecografía de 2D y se necesite confirmar con la 3D. Además, la ecografía en 3D, de realizarse, es mejor hacerla a partir de la semana 27 para una mejor visualización del feto.
Embarazo Semana 21
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto pesa unos 300 gramos y mide unos 18cm. En este momento, el crecimiento ya no es tan rápido como en las semanas anteriores.
El sistema digestivo del bebé le permite tragar líquido amniótico, absorber parte de este líquido en el intestino delgado y pasar el resto al intestino grueso. Estas funciones permiten que el sistema digestivo vaya madurando y creciendo. Al mismo tiempo, el líquido amniótico absorbido contiene nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé.
CAMBIOS EN LA MADRE:
A partir de ahora ya es normal que empieces a notar a tu hijo moverse. Este movimiento será más evidente por la noche, cuando estés tumbada. Puedes empezar a ponerle música y a hablarle. Como ya sabes el sexo, puedes incluso empezar a pensar el nombre que le pondrás y llamarle por su nombre cuando te dirijas a él.
El abdomen va creciendo a medida que crece el útero. Ya se te nota la tripita. El ombligo puede aplanarse o salirse hacia fuera en forma de hernia. Los músculos que forman la pared del abdomen se llaman rectos abdominales y se estiran hacia los lados, pudiéndose separar en la línea media. Si esto ocurre se produce la llamada diástasis de rectos. Lo verás de forma más evidente cuando te tumbes y levantes la cabeza mirando al abdomen, pues aparece como un bulto en la línea media. No es doloroso y no es peligroso ni para ti ni para tu bebé. Además, notarás más fácilmente moverse a tu hijo.
Con cada embarazo, esta separación se hace más evidente, y aunque el ejercicio puede fortalecer los músculos abdominales, la separación seguirá estando. Una faja puede ayudarte a deshacerte de esa zona abombada de la mitad del abdomen.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La funiculocentesis o cordocentesis es una prueba diagnóstica invasiva que consiste en extraer sangre de la vena del cordón umbilical mediante una aguja que atraviesa la pared abdominal y la pared del útero. Esta prueba se realiza a través de control ecográfico y requiere un consentimiento informado por parte de los padres. Como ya se ha explicado anteriormente, la funiculocentesis sirve para detectar anomalías genéticas, enfermedades sanguíneas, infecciones e incompatibilidad de Rh. Su ventaja frente a la amniocentesis es que se obtiene un resultado más rápido (en sólo unos días). Por el contrario, el riesgo de aborto es mayor que con la amniocentesis.
La funiculocentesis se realiza a partir de la semana 20, y no antes, pues el cordón umbilical ya tiene un tamaño lo suficientemente grande como para acceder a él y pincharse con una aguja.
Esta prueba se realiza fundamentalmente con objeto diagnóstico para confirmar una sospecha ecográfica. También tiene un uso terapéutico cuando se diagnostica una incompatibilidad Rh entre la sangre fetal y materna y es necesario hacer transfusiones sanguíneas al feto dentro del útero, para evitar la anemia del feto debida a la destrucción de sus glóbulos rojos por anticuerpos de la madre.
Embarazo Semana 22
CAMBIOS EN EL HIJO:
El feto pesa unos 350 gramos y mide 19cm.
A nivel de la cara, se distinguen los párpados, las pestañas y las cejas. También son visibles la uñas de los dedos.
El hígado empieza a funcionar hacia la semana 10 del embarazo. Pero su capacidad para metabolizar la bilirrubina y producir bilis (que es la encargada de digerir los alimentos) no comienza hasta un poco antes del nacimiento. Por eso, los niños prematuros tienen más predisposición a ponerse amarillos (la llamada ictericia), ya que su hígado aún es inmaduro para metabolizar la bilirrubina que se encuentra con niveles aumentados en su sangre.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Notarás el útero por encima del ombligo y cada vez será más evidente el movimiento de tu hijo aunque los demás aún no lo capten poniendo la mano encima de tu abdomen.
Lo normal es que a estas alturas del embrazo hayas engordado entre 5 y 6 kilos y que la cintura haya desparecido. Los tobillos y muñecas pueden hincharse, sobre todo al final del día y si pasas muchas horas de pié, debido a la compresión de las venas por el útero que dificultan el reflujo venoso y a los cambios hormonales del embarazo. Esto puede ocasionarte gran pesadez de piernas e incluso hormigueo en pies y manos. Es conveniente que estires las piernas cuando está sentada y hagas movimientos con los pies hacia arriba y abajo o en círculo para favorecer el retorno venoso. Camina una hora al día a paso ligero y evita permanecer muchas horas de píe sin moverte. Cuando te acuestes, pon un cojín debajo de los pies. Meter los pies y las manos en agua fría con sal gorda puede hacer disminuir la hinchazón y la sensación de pesadez. Un masaje linfático aplicado de forma correcta puede también mejorar la circulación y disminuir el hinchazón. Además las medias de compresión graduada para embarazadas pueden facilitar el retorno venoso y mitigar la pesadez. Por último, es importante que comas con poca sal y bebas al menos un litro y medio de agua al día.
A veces, el hinchazón y la pesadez de piernas pueden ocasionar trastornos circulatorios y varices. Actualmente se está recomendado la ingesta de vid roja en forma de cápsulas (una al día) para prevenir problemas de retorno venoso.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
A partir de este momento, ya se puede escuchar el latido cardiaco del feto, sin necesidad de recurrir a la ecografía-Doppler. Se puede hacer en casa mediante un estetoscopio, aunque no siempre la paciente es capaz de escuchar el sonido deseado. Tampoco conviene que te obsesiones con esto, sentirle que se mueve es el mejor signo de viabilidad fetal.
En la consulta del ginecólogo, se escucha el latido cardiaco con un aparato eléctrico poniendo un cursor con un poco de gel sobre la pared abdominal en la zona donde se sospecha que está el corazón y escuchándolo a través de un pequeño altavoz. Debes saber que el corazón del feto late muy rápidamente entre 120 y 160 latidos por minuto en comparación con el del tuyo que lo hace entre 60 y 80 latidos por minuto. Es importante recordar, que en estas semanas a veces cuesta localizar el latido cardiaco debido a los movimientos del feto y a las diferentes posturas que éste adopta.
Re: Tu embarazo semana a semana
Embarazo Semana 23
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu bebé pesa unos 455 gramos y mide 20cm.
La piel que recubre el cuerpo es delgada y presenta muchas arrugas. El lanugo es oscuro.
El esqueleto cartilaginoso se está transformando en tejido óseo, empezando por el centro de cada hueso y progresando hacia los extremos.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Empiezas a encontrarte bien, porque ya han desaparecido los síntomas del primer trimestre y todavía no tienes la pesadez del final del embarazo.
Notas a tu hijo moverse diariamente, sobre todo por las noches cuando estás tranquila y tumbada.
El útero mide unos 22 cm y llega por encima del ombligo. Es normal que sientas molestias y tirantez a nivel costal y en la zona del pubis. Algunas gestantes confunden estas molestias con contracciones uterinas. Para quedarte más tranquila, coméntaselo a tu tocólogo o matrona, y si lo cree oportuno te explorará para comprobar que no estás dilatando.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
No hay una prueba diagnóstica específica en esta semana. Si decides hacerte una ecografía o tu ginecólogo te la hace en la consulta, verás que ya no se visualiza el feto entero, sino por partes.
Embarazo Semana 24
CAMBIOS EN EL HIJO:
El contorno es más redondeado y sugiere las formas más regordetas del recién nacido. Tu bebé flota en el agua, ya que todavía el saco amniótico es muy espacioso y le permite moverse de un lado a otro, darse la vuelta, girarse, dar patadas y cambiarse de posición varias veces en un día.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Es normal que a partir de este momento aparezca anemia. Es decir, lo niveles de hierro bajan en tu sangre, tanto porque disminuye el número de glóbulos rojos, como porque estos llevan menos cantidad de hierro. Las demandas de tu hijo son cada vez mayores y necesita más hierro para su desarrollo, aún a costa de dejarte a ti por los suelos. La anemia hace que te encuentres más cansada, pálida e incluso mareada. La anemia se cuantifica por el hematocrito, que es el porcentaje de glóbulos rojos en la sangre; y por la hemoglobina, que es la proteína de los glóbulos rojos encargada de transportar el oxígeno. Se considera anemia cuando el hematocrito está por debajo de 37 y la hemoglobina es menor de 12. Estas determinaciones se suelen hacer en los tres trimestres. Además, si estos resultados se complementan con un metabolismo del hierro, la prueba será más exacta. El metabolismo del hierro nos dará los niveles de ferritina y de hierro.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Esta es la semana en que se realiza el análisis del segundo trimestre y el test de la glucosa. La analítica de sangre consta de un hemograma donde se valora el grado de anemia (a través de la hemoglobina y el hematocrito) y la cantidad de glóbulos rojos de la sangre. También se recuenta el número de glóbulos blancos y de plaquetas. Si los glóbulos blancos están muy aumentados puede indicar que hay o ha habido una infección. Si las plaquetas están muy bajas (la llamada trombocitopenia) puede predisponer a mayor riesgo de sangrado durante el parto y el posparto. Los datos del hemograma del segundo trimestre se comparan con los realizados en el primer trimestre. Lo lógico es que los glóbulos rojos, la hemoglobina y el hematocrito vayan disminuyendo, porque el feto va creciendo y sus necesidades de hierro cada vez son mayores. Las plaquetas y los glóbulos blancos suelen permanecer sin cambios a no ser que exista algún problema añadido.
El test de la glucosa, llamado técnicamente test de O´Sullivan, sirve para detectar las gestantes con más riesgo de desarrollar diabetes durante el embarazo. Tendrás que citarte previamente en el laboratorio donde realices los análisis para que preparen tu jarabe de glucosa. Vendrás en ayunas, te sacarán sangre y cuantificarán los niveles basales de la glucosa en sangre. Luego te darán un zumo muy azucarado con 50 gramos de glucosa. Este zumo puede ser de limón o de naranja. Tendrás que esperar una hora sentada, sin pasear, ni beber nada, y posteriormente te volverán a sacar sangre para volver a cuantificar los niveles de azúcar en sangre. Si estos valores son mayores de 140gr/dl., querrá decir que tienes más posibilidades de ser diabética y habrá que confirmarlo mediante la sobrecarga oral de glucosa de 100 gramos. Esta prueba también debe citarse en el laboratorio. Esta vez te sacarán sangre en ayunas, te darán un zumo muy azucarado con el doble de glucosa que la vez anterior: 100 gramos. Te volverán a sacar sangre a la hora, a las 2 horas y a las 3 horas. Si se obtienen dos valores alterados, por encima de los parámetros de referencia, indicará que eres diabética gestacional y deberás controlarte el embarazo en una unidad de tocología de alto riesgo con un obstetra y un endocrinólogo.
Embarazo Semana 25
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu bebé pesa ya 700 gramos y mide 22cm desde la cabeza al final de la columna. El hecho de que se coloque con la cabeza o las nalgas hacia abajo no quiere decir que vaya a mantenerse así hasta el parto, porque todavía son pequeños y tienen espacio suficiente para moverse y cambiar de posición varias veces durante el día.
Los párpados se abren y se pueden ver los ojos. La lengua sale de la boca y se mueve a los lados. Tu hijo bosteza, sonríe y empieza a hacer gestos como si de un niño mayor se tratase.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Cada vez notas más cómo se mueve tu bebé, sobre todo por las noches cuando te tumbas o estás relajada.
Tu tripa ya es evidente para todo el mundo. Procura no llevar ropa muy ajustada ni zapatos con mucho tacón.
Puedes empezar con reflujo o sensación de ardor. Esto es debido a la compresión del útero sobre el estómago y a que el esfínter inferior del esófago (esfínter esofágico inferior) no se cierra totalmente. Es bueno que tomes preparados en pastillas o en sobres bebibles de hidróxido de aluminio o de ranitidina de 150mg, también en pastillas tragables o efervescentes. Un remedio casero para los ardores es la infusión de malvavisco.
También son frecuentes los gases o flatulencias que te llegan a producir tanto dolor que lo confundes con posibles contracciones. Son normales en el embarazo por la compresión del útero sobre las asas intestinales. Evita las bebidas gaseosas. Además puedes tomar infusiones de manzanilla, anís verde o hinojo.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía , además de ver a tu bebé dar pataditas, también le verás bostezar, reír y sacar la lengua. El corazón se oye latir muy rápido entre 120 y 160 latidos por minuto.
Embarazo Semana 26
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu hijo pesa unos 900 gramos y mide alrededor de 23 centímetros desde la cabeza hasta el final de la columna, sin contar las piernas.
En este momento el feto tiene sus ciclos de sueño y de vigilia. Es decir, pasará grandes ratos dormido y no le notarás moverse. Y sin embargo, en otros momentos del día el movimiento será muy evidente. Este ritmo del sueño pronto lo reconocerá la madre e identificarás en qué horas del día está más despierto.
Los cinco sentidos (visión, olfato, gusto, oído y tacto) ya están desarrollados. Háblale y ponle música.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Cada vez tienes más necesidad de orinar, debido a la compresión del útero sobre la vejiga. Y sin embargo, la cantidad de orina por micción no suele ser muy abundante. Es frecuente que te levantes una o más veces por la noche para miccionar. A veces puede existir una infección de orina que se enmascara con los síntomas del embarazo, ya que son muy parecidos. Si te molesta o te escuece al orinar, deberías acudir al médico a que te realizase un análisis de orina.
El jarabe de arándano rojo es eficaz para prevenir y tratar las infecciones de orina y totalmente seguro para tu bebé.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Si la primera sobrecarga de glucosa te ha dado alterada, deberás repetirte la prueba, pero esta vez la ingesta es de 100 gramos de glucosa, y las determinaciones se hacen a la hora, a las 2 horas y a las 3 horas. Hacia la semana 26 ya están los resultados de la primera sobrecarga, y es cuando las pacientes a las que les ha dado alterada se realizan la segunda sobrecarga. Si esta da positiva (alterada) deberás pasar a las consultas de alto riego de Diabetes y Gestación.
Embarazo Semana 27
CAMBIOS EN EL HIJO:
En esta semana empieza el tercer trimestre del embarazo. Tu bebé ya pesa en torno a 1 kilo y la longitud total de la cabeza a los pies es de 34cm.
CAMBIOS EN LA MADRE:
La línea marrón que atraviesa de forma vertical el abdomen se denomina “línea alba”, y se debe a un aumento de melanina en dicha zona de la piel. En estas semanas de embarazo es cuando ya se hace más evidente la línea alba y puede persistir hasta meses después del parto.
Las mamas han aumentado hasta tres veces su tamaño. En ellas pueden aparecer estrías y venas. La areola mamaria cada vez es más grande y más oscura. En ella pueden aparecer pequeños bultitos denominados “glándula de Morgagni”. Puede aparecer leche con la expresión de los pezones. Además observarás que los pezones se han oscurecido.
Puede que tengas alteraciones en el cambio de humor y pases de la risa al llanto con facilidad. Estas alteraciones psíquicas son debidas a los cambios hormonales que se producen en los embarazos. A veces, el miedo a que algo pueda ir mal, hace que estés angustiada y con ansiedad. Par ello, es bueno una infusión de tila o melisa. La pasiflora también te tranquilizará.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Es un buen momento para realizarte una ecografía en 3 dimensiones ya que es cuando mejor se puede visualizar el feto porque tiene el tamaño y el líquido amniótico adecuado. Esta prueba es opcional, ya que sólo se realiza en los hospitales públicos cuando se diagnostica una anomalía congénita en el feto al realizar la ecografía en 2 dimensiones. En el resto de los casos, las parejas se la realizan en centros privados a modo de recuerdo gráfico del feto.
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu bebé pesa unos 455 gramos y mide 20cm.
La piel que recubre el cuerpo es delgada y presenta muchas arrugas. El lanugo es oscuro.
El esqueleto cartilaginoso se está transformando en tejido óseo, empezando por el centro de cada hueso y progresando hacia los extremos.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Empiezas a encontrarte bien, porque ya han desaparecido los síntomas del primer trimestre y todavía no tienes la pesadez del final del embarazo.
Notas a tu hijo moverse diariamente, sobre todo por las noches cuando estás tranquila y tumbada.
El útero mide unos 22 cm y llega por encima del ombligo. Es normal que sientas molestias y tirantez a nivel costal y en la zona del pubis. Algunas gestantes confunden estas molestias con contracciones uterinas. Para quedarte más tranquila, coméntaselo a tu tocólogo o matrona, y si lo cree oportuno te explorará para comprobar que no estás dilatando.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
No hay una prueba diagnóstica específica en esta semana. Si decides hacerte una ecografía o tu ginecólogo te la hace en la consulta, verás que ya no se visualiza el feto entero, sino por partes.
Embarazo Semana 24
CAMBIOS EN EL HIJO:
El contorno es más redondeado y sugiere las formas más regordetas del recién nacido. Tu bebé flota en el agua, ya que todavía el saco amniótico es muy espacioso y le permite moverse de un lado a otro, darse la vuelta, girarse, dar patadas y cambiarse de posición varias veces en un día.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Es normal que a partir de este momento aparezca anemia. Es decir, lo niveles de hierro bajan en tu sangre, tanto porque disminuye el número de glóbulos rojos, como porque estos llevan menos cantidad de hierro. Las demandas de tu hijo son cada vez mayores y necesita más hierro para su desarrollo, aún a costa de dejarte a ti por los suelos. La anemia hace que te encuentres más cansada, pálida e incluso mareada. La anemia se cuantifica por el hematocrito, que es el porcentaje de glóbulos rojos en la sangre; y por la hemoglobina, que es la proteína de los glóbulos rojos encargada de transportar el oxígeno. Se considera anemia cuando el hematocrito está por debajo de 37 y la hemoglobina es menor de 12. Estas determinaciones se suelen hacer en los tres trimestres. Además, si estos resultados se complementan con un metabolismo del hierro, la prueba será más exacta. El metabolismo del hierro nos dará los niveles de ferritina y de hierro.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Esta es la semana en que se realiza el análisis del segundo trimestre y el test de la glucosa. La analítica de sangre consta de un hemograma donde se valora el grado de anemia (a través de la hemoglobina y el hematocrito) y la cantidad de glóbulos rojos de la sangre. También se recuenta el número de glóbulos blancos y de plaquetas. Si los glóbulos blancos están muy aumentados puede indicar que hay o ha habido una infección. Si las plaquetas están muy bajas (la llamada trombocitopenia) puede predisponer a mayor riesgo de sangrado durante el parto y el posparto. Los datos del hemograma del segundo trimestre se comparan con los realizados en el primer trimestre. Lo lógico es que los glóbulos rojos, la hemoglobina y el hematocrito vayan disminuyendo, porque el feto va creciendo y sus necesidades de hierro cada vez son mayores. Las plaquetas y los glóbulos blancos suelen permanecer sin cambios a no ser que exista algún problema añadido.
El test de la glucosa, llamado técnicamente test de O´Sullivan, sirve para detectar las gestantes con más riesgo de desarrollar diabetes durante el embarazo. Tendrás que citarte previamente en el laboratorio donde realices los análisis para que preparen tu jarabe de glucosa. Vendrás en ayunas, te sacarán sangre y cuantificarán los niveles basales de la glucosa en sangre. Luego te darán un zumo muy azucarado con 50 gramos de glucosa. Este zumo puede ser de limón o de naranja. Tendrás que esperar una hora sentada, sin pasear, ni beber nada, y posteriormente te volverán a sacar sangre para volver a cuantificar los niveles de azúcar en sangre. Si estos valores son mayores de 140gr/dl., querrá decir que tienes más posibilidades de ser diabética y habrá que confirmarlo mediante la sobrecarga oral de glucosa de 100 gramos. Esta prueba también debe citarse en el laboratorio. Esta vez te sacarán sangre en ayunas, te darán un zumo muy azucarado con el doble de glucosa que la vez anterior: 100 gramos. Te volverán a sacar sangre a la hora, a las 2 horas y a las 3 horas. Si se obtienen dos valores alterados, por encima de los parámetros de referencia, indicará que eres diabética gestacional y deberás controlarte el embarazo en una unidad de tocología de alto riesgo con un obstetra y un endocrinólogo.
Embarazo Semana 25
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu bebé pesa ya 700 gramos y mide 22cm desde la cabeza al final de la columna. El hecho de que se coloque con la cabeza o las nalgas hacia abajo no quiere decir que vaya a mantenerse así hasta el parto, porque todavía son pequeños y tienen espacio suficiente para moverse y cambiar de posición varias veces durante el día.
Los párpados se abren y se pueden ver los ojos. La lengua sale de la boca y se mueve a los lados. Tu hijo bosteza, sonríe y empieza a hacer gestos como si de un niño mayor se tratase.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Cada vez notas más cómo se mueve tu bebé, sobre todo por las noches cuando te tumbas o estás relajada.
Tu tripa ya es evidente para todo el mundo. Procura no llevar ropa muy ajustada ni zapatos con mucho tacón.
Puedes empezar con reflujo o sensación de ardor. Esto es debido a la compresión del útero sobre el estómago y a que el esfínter inferior del esófago (esfínter esofágico inferior) no se cierra totalmente. Es bueno que tomes preparados en pastillas o en sobres bebibles de hidróxido de aluminio o de ranitidina de 150mg, también en pastillas tragables o efervescentes. Un remedio casero para los ardores es la infusión de malvavisco.
También son frecuentes los gases o flatulencias que te llegan a producir tanto dolor que lo confundes con posibles contracciones. Son normales en el embarazo por la compresión del útero sobre las asas intestinales. Evita las bebidas gaseosas. Además puedes tomar infusiones de manzanilla, anís verde o hinojo.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la ecografía , además de ver a tu bebé dar pataditas, también le verás bostezar, reír y sacar la lengua. El corazón se oye latir muy rápido entre 120 y 160 latidos por minuto.
Embarazo Semana 26
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu hijo pesa unos 900 gramos y mide alrededor de 23 centímetros desde la cabeza hasta el final de la columna, sin contar las piernas.
En este momento el feto tiene sus ciclos de sueño y de vigilia. Es decir, pasará grandes ratos dormido y no le notarás moverse. Y sin embargo, en otros momentos del día el movimiento será muy evidente. Este ritmo del sueño pronto lo reconocerá la madre e identificarás en qué horas del día está más despierto.
Los cinco sentidos (visión, olfato, gusto, oído y tacto) ya están desarrollados. Háblale y ponle música.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Cada vez tienes más necesidad de orinar, debido a la compresión del útero sobre la vejiga. Y sin embargo, la cantidad de orina por micción no suele ser muy abundante. Es frecuente que te levantes una o más veces por la noche para miccionar. A veces puede existir una infección de orina que se enmascara con los síntomas del embarazo, ya que son muy parecidos. Si te molesta o te escuece al orinar, deberías acudir al médico a que te realizase un análisis de orina.
El jarabe de arándano rojo es eficaz para prevenir y tratar las infecciones de orina y totalmente seguro para tu bebé.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Si la primera sobrecarga de glucosa te ha dado alterada, deberás repetirte la prueba, pero esta vez la ingesta es de 100 gramos de glucosa, y las determinaciones se hacen a la hora, a las 2 horas y a las 3 horas. Hacia la semana 26 ya están los resultados de la primera sobrecarga, y es cuando las pacientes a las que les ha dado alterada se realizan la segunda sobrecarga. Si esta da positiva (alterada) deberás pasar a las consultas de alto riego de Diabetes y Gestación.
Embarazo Semana 27
CAMBIOS EN EL HIJO:
En esta semana empieza el tercer trimestre del embarazo. Tu bebé ya pesa en torno a 1 kilo y la longitud total de la cabeza a los pies es de 34cm.
CAMBIOS EN LA MADRE:
La línea marrón que atraviesa de forma vertical el abdomen se denomina “línea alba”, y se debe a un aumento de melanina en dicha zona de la piel. En estas semanas de embarazo es cuando ya se hace más evidente la línea alba y puede persistir hasta meses después del parto.
Las mamas han aumentado hasta tres veces su tamaño. En ellas pueden aparecer estrías y venas. La areola mamaria cada vez es más grande y más oscura. En ella pueden aparecer pequeños bultitos denominados “glándula de Morgagni”. Puede aparecer leche con la expresión de los pezones. Además observarás que los pezones se han oscurecido.
Puede que tengas alteraciones en el cambio de humor y pases de la risa al llanto con facilidad. Estas alteraciones psíquicas son debidas a los cambios hormonales que se producen en los embarazos. A veces, el miedo a que algo pueda ir mal, hace que estés angustiada y con ansiedad. Par ello, es bueno una infusión de tila o melisa. La pasiflora también te tranquilizará.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Es un buen momento para realizarte una ecografía en 3 dimensiones ya que es cuando mejor se puede visualizar el feto porque tiene el tamaño y el líquido amniótico adecuado. Esta prueba es opcional, ya que sólo se realiza en los hospitales públicos cuando se diagnostica una anomalía congénita en el feto al realizar la ecografía en 2 dimensiones. En el resto de los casos, las parejas se la realizan en centros privados a modo de recuerdo gráfico del feto.
Re: Tu embarazo semana a semana
Embarazo Semana 28
CAMBIOS EN EL HIJO:
El peso de tu hijo es de unos 1100 gramos y la longitud total de 35cm.
El sistema nervioso central se está desarrollando. El cerebro deja de tener una superficie lisa , y en él aparecen surcos e indentaciones. El peso del cerebro también aumenta.
Empieza a tener grasa bajo la piel, lo que le va dando un aspecto redondeado y rollizo. Hasta este momento el feto parecía más fino y esbelto.
CAMBIOS EN LA MADRE:
El movimiento de tu hijo es lo que más te tranquiliza aunque a veces llegue a hacerte daño dependiendo de la posición que adopte. Es bueno insistir en lo importante que es hablarle y ponerle música, pues hay estudios que demuestran que los fetos intra útero son capaces de identificar la voz materna y diferentes melodías, sobre todo si se repiten siempre las mismas.
Empiezas a dormir mal debido a los movimientos fetales y a los cambios hormonales que se están produciendo en ti. Te despiertas a mitad de la noche totalmente despejada y esto te agobia. El insomnio es frecuente en el tercer trimestre y a veces empieza incluso antes. Procura no dormir boca arriba. La mejor postura es de lado y preferiblemente del izquierdo. Toma una infusión de tila o melisa antes de acostarte para prevenir el insomnio.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Es la semana indicada para vacunarte de la gammaglobulina anti D en el caso de que seas Rh negativo. La inyección es intramuscular y la ponen en el servicio de hematología de tu hospital de referencia. Tu ginecólogo te derivará allí mediante un volante. Además, si eres Rh negativo, deberán determinar el Rh de tu hijo tras el parto mediante una muestra de sangre del cordón umbilical. Si tu bebé es Rh positivo, deberán ponerte de nuevo una vacuna de gammaglobulina anti D a las 48 horas del parto. Para prevenir isoinmunizaciones en gestaciones posteriores. Es importante recordar que esta misma vacuna, deben ponérsela a todas las madres Rh negativo tras las realización de pruebas diagnósticas invasivas como la biopsia corial, amniocentesis, funiculocentesis o fetoscopias. También tras un legrado por un aborto.
Embarazo Semana 29
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu hijo ya pesa 1250 gramos y mide 37 centímetros. Tiene cejas, pestañas y abre y cierra los ojos. Todavía el diámetro de su cabeza es mayor que el de su abdomen, por eso los niños prematuros suelen tener una cabeza desproporcionada en relación al resto del cuerpo. Estos diámetros se suelen invertir hacia la semana 35.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Pueden aparecer estrías en la piel, sobre todo en el abdomen, los muslos, las caderas y los pechos. Es conveniente que mantengas la piel bien hidratada con cualquier hidratante o con cremas específicas para ello. Lo importante es prevenir su aparición, porque luego es muy difícil que desaparezcan. Es importante que la crema que te apliques mantenga la piel flexible, bien hidratada y estimule el crecimiento de tejido conjuntivo. La crema de caléndula, árnica montana o aceite de almendras puede ayudarte. Un remedio casero es el zumo de medio limón con una cucharada de aceite de oliva.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la consulta oirás el latido cardiaco. La frecuencia cardiaca de un feto oscila entre 120 y 160 latidos por minuto.
Embarazo Semana 30
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu hijo ya pesa unos 1350 gramos y mide unos 38cm de la cabeza a los pies.
A partir de ahora, el crecimiento continua pero no tan rápido como hasta ahora.
CAMBIOS EN LA MADRE:
El útero mide unos 30cm desde la sínfisis del pubis (10 cm por encima del ombligo). Lo normal es que hayas engordado entre 11 y 15 kilogramos. Es importante que disminuyas la ingesta de sal, para evitar retener líquidos y que se te hinchen los tobillos, manos y cara. De todos modos, debido a la alteración del retorno venoso es normal una leve hinchazón de tobillos al final del día, sobre todo en meses de calor o tras estar muchas horas de pié.
Es el momento de empezar los cursos de preparación al parto. Es conveniente que preguntes a la matrona de tu centro de salud, ya que es ella la que imparte los cursos, a los que es aconsejable que acudas con tu pareja.
PRUEBAS DIAGNOSTICAS:
Debes saber, que si todo transcurre con normalidad, las visitas al ginecólogo hasta las 36 semanas se realizan cada 4-6 semanas.
Embarazo Semana 31
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu bebé pesa unos 1600 gramos y mide 40cm. La mayoría se sitúan con la cabecita hacia abajo, por lo que las patadas se notan en la parte alta del abdomen. Esta posición todavía puede variar, aunque generalmente ya no se modifique porque los movimientos van siendo más limitados por falta de espacio dentro del útero. Si el feto se ha colocado de nalgas, notarás menos las patadas, y sin embargo, se hará más evidente la presión de la cabeza debajo de las costillas.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Empiezan a hacerse más molestas las hemorroides, que son venas dilatadas que se encuentran debajo de la mucosa de la región perianal. Estas se deben tanto a la presión del útero sobre el recto, impidiendo el retorno venoso de la venas hemorroidales, como al estreñimiento propio del embarazo que ya se comentó previamente. Las hemorroides, además de sangrado en la defecación, producen picor, escozor e incluso dolor. Lo mejor para su prevención es evitar el estreñimiento con una dieta rica en fibra (como ya se ha explicado), hacer ejercicio moderado y no estar mucho rato sentada. Evita las comidas picantes y el alcohol. Además existen tratamientos orales flebotónicos, así como pomadas antihemorroidales que te prescribirá tu ginecólogo tras contarle tu problema.
Puedes empezar a notar la vulva hinchada, sobre todo al final del día. Esto es debido a la presión que ejerce el feto en la región púbica donde también se ve alterado el retorno venoso. Algunas gestante presentan varices vulvares, lo que incrementa el dolor en esa zona. Para su tratamiento, realiza ejercicios de Kegel que activarán la circulación a ese nivel, realiza baños de asiento con agua fría y sal gorda o aplica directamente hielo envuelto en un plástico o una tela.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Entre la 31 y la 34 semanas, es el momento de realizar la ecografía del tercer trimestre. En ella se valora el crecimiento fetal mediante las medidas de la cabeza, el abdomen y el fémur. Se visualiza la localización de la placenta así como su grado de envejecimiento. Se cuantifica la cantidad de líquido amniótico. Si se encuentra un retraso en el crecimiento y/o una disminución del líquido amniótico sería conveniente realizar un Doppler fetal para valorar el bienestar del feto. Hay fetos pequeños debido a una insuficiencia de la placenta y se denominan “fetos con crecimiento intrauterino retardado”. Otros fetos pequeños se deben a infecciones fetales, a cromosomopatías o malformaciones congénitas que se denominan “fetos pequeños para edad gestacional anormales”. Pero, la mayoría de los fetos de tamaño pequeño son totalmente normales. Son los llamados “fetos pequeños parta edad gestacional normales”.
CAMBIOS EN EL HIJO:
El peso de tu hijo es de unos 1100 gramos y la longitud total de 35cm.
El sistema nervioso central se está desarrollando. El cerebro deja de tener una superficie lisa , y en él aparecen surcos e indentaciones. El peso del cerebro también aumenta.
Empieza a tener grasa bajo la piel, lo que le va dando un aspecto redondeado y rollizo. Hasta este momento el feto parecía más fino y esbelto.
CAMBIOS EN LA MADRE:
El movimiento de tu hijo es lo que más te tranquiliza aunque a veces llegue a hacerte daño dependiendo de la posición que adopte. Es bueno insistir en lo importante que es hablarle y ponerle música, pues hay estudios que demuestran que los fetos intra útero son capaces de identificar la voz materna y diferentes melodías, sobre todo si se repiten siempre las mismas.
Empiezas a dormir mal debido a los movimientos fetales y a los cambios hormonales que se están produciendo en ti. Te despiertas a mitad de la noche totalmente despejada y esto te agobia. El insomnio es frecuente en el tercer trimestre y a veces empieza incluso antes. Procura no dormir boca arriba. La mejor postura es de lado y preferiblemente del izquierdo. Toma una infusión de tila o melisa antes de acostarte para prevenir el insomnio.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Es la semana indicada para vacunarte de la gammaglobulina anti D en el caso de que seas Rh negativo. La inyección es intramuscular y la ponen en el servicio de hematología de tu hospital de referencia. Tu ginecólogo te derivará allí mediante un volante. Además, si eres Rh negativo, deberán determinar el Rh de tu hijo tras el parto mediante una muestra de sangre del cordón umbilical. Si tu bebé es Rh positivo, deberán ponerte de nuevo una vacuna de gammaglobulina anti D a las 48 horas del parto. Para prevenir isoinmunizaciones en gestaciones posteriores. Es importante recordar que esta misma vacuna, deben ponérsela a todas las madres Rh negativo tras las realización de pruebas diagnósticas invasivas como la biopsia corial, amniocentesis, funiculocentesis o fetoscopias. También tras un legrado por un aborto.
Embarazo Semana 29
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu hijo ya pesa 1250 gramos y mide 37 centímetros. Tiene cejas, pestañas y abre y cierra los ojos. Todavía el diámetro de su cabeza es mayor que el de su abdomen, por eso los niños prematuros suelen tener una cabeza desproporcionada en relación al resto del cuerpo. Estos diámetros se suelen invertir hacia la semana 35.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Pueden aparecer estrías en la piel, sobre todo en el abdomen, los muslos, las caderas y los pechos. Es conveniente que mantengas la piel bien hidratada con cualquier hidratante o con cremas específicas para ello. Lo importante es prevenir su aparición, porque luego es muy difícil que desaparezcan. Es importante que la crema que te apliques mantenga la piel flexible, bien hidratada y estimule el crecimiento de tejido conjuntivo. La crema de caléndula, árnica montana o aceite de almendras puede ayudarte. Un remedio casero es el zumo de medio limón con una cucharada de aceite de oliva.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
En la consulta oirás el latido cardiaco. La frecuencia cardiaca de un feto oscila entre 120 y 160 latidos por minuto.
Embarazo Semana 30
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu hijo ya pesa unos 1350 gramos y mide unos 38cm de la cabeza a los pies.
A partir de ahora, el crecimiento continua pero no tan rápido como hasta ahora.
CAMBIOS EN LA MADRE:
El útero mide unos 30cm desde la sínfisis del pubis (10 cm por encima del ombligo). Lo normal es que hayas engordado entre 11 y 15 kilogramos. Es importante que disminuyas la ingesta de sal, para evitar retener líquidos y que se te hinchen los tobillos, manos y cara. De todos modos, debido a la alteración del retorno venoso es normal una leve hinchazón de tobillos al final del día, sobre todo en meses de calor o tras estar muchas horas de pié.
Es el momento de empezar los cursos de preparación al parto. Es conveniente que preguntes a la matrona de tu centro de salud, ya que es ella la que imparte los cursos, a los que es aconsejable que acudas con tu pareja.
PRUEBAS DIAGNOSTICAS:
Debes saber, que si todo transcurre con normalidad, las visitas al ginecólogo hasta las 36 semanas se realizan cada 4-6 semanas.
Embarazo Semana 31
CAMBIOS EN EL HIJO:
Tu bebé pesa unos 1600 gramos y mide 40cm. La mayoría se sitúan con la cabecita hacia abajo, por lo que las patadas se notan en la parte alta del abdomen. Esta posición todavía puede variar, aunque generalmente ya no se modifique porque los movimientos van siendo más limitados por falta de espacio dentro del útero. Si el feto se ha colocado de nalgas, notarás menos las patadas, y sin embargo, se hará más evidente la presión de la cabeza debajo de las costillas.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Empiezan a hacerse más molestas las hemorroides, que son venas dilatadas que se encuentran debajo de la mucosa de la región perianal. Estas se deben tanto a la presión del útero sobre el recto, impidiendo el retorno venoso de la venas hemorroidales, como al estreñimiento propio del embarazo que ya se comentó previamente. Las hemorroides, además de sangrado en la defecación, producen picor, escozor e incluso dolor. Lo mejor para su prevención es evitar el estreñimiento con una dieta rica en fibra (como ya se ha explicado), hacer ejercicio moderado y no estar mucho rato sentada. Evita las comidas picantes y el alcohol. Además existen tratamientos orales flebotónicos, así como pomadas antihemorroidales que te prescribirá tu ginecólogo tras contarle tu problema.
Puedes empezar a notar la vulva hinchada, sobre todo al final del día. Esto es debido a la presión que ejerce el feto en la región púbica donde también se ve alterado el retorno venoso. Algunas gestante presentan varices vulvares, lo que incrementa el dolor en esa zona. Para su tratamiento, realiza ejercicios de Kegel que activarán la circulación a ese nivel, realiza baños de asiento con agua fría y sal gorda o aplica directamente hielo envuelto en un plástico o una tela.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Entre la 31 y la 34 semanas, es el momento de realizar la ecografía del tercer trimestre. En ella se valora el crecimiento fetal mediante las medidas de la cabeza, el abdomen y el fémur. Se visualiza la localización de la placenta así como su grado de envejecimiento. Se cuantifica la cantidad de líquido amniótico. Si se encuentra un retraso en el crecimiento y/o una disminución del líquido amniótico sería conveniente realizar un Doppler fetal para valorar el bienestar del feto. Hay fetos pequeños debido a una insuficiencia de la placenta y se denominan “fetos con crecimiento intrauterino retardado”. Otros fetos pequeños se deben a infecciones fetales, a cromosomopatías o malformaciones congénitas que se denominan “fetos pequeños para edad gestacional anormales”. Pero, la mayoría de los fetos de tamaño pequeño son totalmente normales. Son los llamados “fetos pequeños parta edad gestacional normales”.
Re: Tu embarazo semana a semana
Embarazo Semana 32
CAMBIOS EN TU HIJO:
El feto pesa 1800 gramos y mide unos 42cm desde la cabeza a los pies. Todavía el diámetro de la cabeza sigue siendo mayor que el del abdomen.
Los pulmones aún no están maduros debido a que no tienen surfactante pulmonar y si hubiese que finalizar la gestación bien por motivos maternos como fetales, se deberían madurar los pulmones del bebé con corticoides. En las clínicas españolas el tratamiento de elección es la betametasona a dosis de 12mg/24 horas intramuscular durante dos días. Actualmente se administran corticoides entre las semanas 24 a 34 en el caso de que la gestante comience con contracciones o se haya decidido finalizar la gestación tanto por el bien materno como fetal. El uso de corticoides intra útero, además de evitar el síndrome de distrés respiratorio, disminuye el riesgo de hemorragia intraventricular y la mortalidad neonatal. El uso de corticoides está contraindicado en caso de sospecha de corioamnionitis, tuberculosis o porfiria materna.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Pueden aparecer varices en la piernas, de distinto calibre y distinta coloración. Son venas dilatadas que además de entorpecer estéticamente, producen dolor o pesadez en las piernas. Son debidas a la presión del útero sobre las venas pélvicas y al aumento de las hormonas sexuales femeninas durante el embarazo. También debes saber que hay un componente hereditario en la aparición de las varices. Para evitar su aumento debes procurar no permanecer muchas horas de pié, el calor en esa zona y elevar las piernas haciendo movimientos circulares cuando estés sentada. Procura llevar medias elásticas de compresión desde la semana 12 del embarazo. Son buenas las duchas de agua fría en las piernas. Evita los zapatos planos, las saunas, calcetines apretados y las botas altas que compriman las piernas. Si ya han aparecido las varices, puedes aplicarte algún gel flebotónico o tratamiento oral con flebotónicos. La vid roja es buena para prevenir alteraciones del retorno venoso y se ha demostrado su seguridad para el feto.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La ecografía del tercer trimestre se puede realizar en esta semana. Sus características ya se han expuesto en la semana 31.
Debes haber comenzado ya las clases de preparación al parto en tu centro de salud con tu matrona. La mayoría de los cursos empiezan en el tercer trimestre de embarazo y además de ejercicios físicos, de respiración, de relajación y preparación del periné de cara al parto, se indica cómo deben hacerse los pujos del expulsivo a la hora de empujar. También se imparten clases teóricas sobre el embarazo, el parto, el posparto y los cuidados del bebé. Además tu matrona será quien te haga la revisión posparto, tanto de los puntos de la episiotomía o cesárea como de las mamas en el caso de que tengas problemas con la lactancia. No olvides que a los cursos de preparación al parto también debe acudir tu pareja.
Para la preparación del periné, son buenos los masajes con aceite de rosa de mosqueta. Esto dará más flexibilidad a la entrada de la vagina, y en muchas ocasiones evitará el desgarro o la realización de un episiotomía en el parto.
Embarazo Semana 33
CAMBIOS EN EL FETO:
Tu bebé pesa alrededor de los 2 kilos y mide unos 43cm. Suele estar ya colocado con la cabeza hacia abajo, lo que se denomina “presentación cefálica”. Sus movimientos son más limitados, y sobre todo son los miembros inferiores y superiores los que mueve con más frecuencia. Cada vez es más grande y tiene menos espacio para girar de un lado a otro o de arriba a abajo. El movimiento también dependerá de la cantidad de líquido amniótico que tengas, ya que a mayor cantidad, mayor movimiento. Es posible que notes el hipo de tu bebé, considerándose también como algo normal.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes tener dolor a nivel lumbar que a veces se irradia a lo largo de la nalga, el muslo y toda la pierna hasta llegar al pie. Es una ciática y se produce por la compresión de la raíz nerviosa del nervio ciático debido a la hiperlordosis que adoptas en el embarazo que hace que el hueso sacro cambie de posición tensando así el nervio ciático. Por otra parte, el tamaño del útero es tan grande que presiona el nervio ciático a su salida del sacro. Si la ciática se acompaña de lumbalgia, el cuadro se llama lumbo ciática, y a veces llega a ser tan invalidante que hace que la embarazada tenga intensos dolores y ande cojeando. Estos síntomas son tan frecuentes que se han descrito en un 35% de las gestantes. Pueden mejorar con gimnasia, como el ejercicio del gato, calor local o tratamiento con paracetamol.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Escucharás el sonido del corazón de tu bebé en la consulta. La ecografía te muestra al bebé por partes y cada vez te resultará más difícil identificarle, porque la cabeza, el abdomen o las piernas ocupan toda la pantalla del ecógrafo. Puedes ver con claridad sus bostezos o como saca la lengua si la posición de la cara es la idónea.
Es el momento de realizar los análisis del tercer trimestre. Se realiza un análisis de sangre y otro de orina. En ellos se determinan los niveles de hierro en sangre (número de glóbulos rojos, hemoglobina y hematocrito), número y recuento de los glóbulos blancos, pruebas de coagulación, niveles de colesterol, enzimas hepáticas y una posible infección urinaria. También se determina la toxoplasmosis (en el caso de que la paciente no estuviese inmunizada) y la presencia de anticuerpos irregulares tanto si la gestante es Rh negativo como positivo.
Embarazo Semana 34
CAMBIOS EN EL FETO:
Tu hijo ya pesa unos 2200 gramos y mide un total de 44cm. Ya empieza a moverse menos porque su tamaño es mayor y el espacio del que dispone es menor dentro del útero. Aunque las patadas y movimientos de las manos las seguirás notando bastante.
CAMBIOS EN LA MADRE:
El útero llega hasta 14cm por encima del ombligo y esto hace que los órganos intestinales (intestino, hígado, bazo, etc.) se desplacen hacia arriba y puedas notar dolor, presión y escozor a nivel costal. Este cuadro se llama “neuritis del intercostal” y se debe a la inflamación de los nervios que se encuentran entre las costillas. Una manta eléctricas a ese nivel puede aliviarte, así como levantar el brazo del lado afecto.
Además, debido al desplazamiento de los órganos intestinales hacia el diafragma, la respiración puede hacerse más costosa. Notarás que respiras más rápido y de forma poco profunda y hasta a veces sientes sensación de ahogo o mareo. Sin embargo, esto no quiere decir que el niño reciba menos oxígeno. Tienes que intentar dormir con un par de almohadas, sentarte erguida y evitar el acumulo de gases en el intestino.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Muchos centros realizan la ecografía del tercer trimestre en la semana 34, y esta es la última ecografía que se te realizará en el embarazo. Es fundamental para valorar el correcto crecimiento fetal, la cantidad de líquido amniótico y el grado de envejecimiento de la placenta. Se observan además, signos de madurez fetal, como las asas intestinales, y estructuras de la cabeza como las circunvoluciones del cerebro.
Embarazo Semana 35
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa unos 2500 gramos y mide 45cm. A partir de la semana 35, ya están los pulmones de tu hijo maduros. Es decir, que el recién nacido es capaz de adaptarse a la vida extrauterina sin problemas respiratorios. Esta madurez pulmonar está relacionada con la presencia de surfactante pulmonar, que es un líquido secretado en los alvéolos y permite que éstos se distiendan. Además del surfactante pulmonar, en estas semanas de gestación el pulmón ya ha alcanzado el desarrollo adecuado de sus alvéolos y la pared torácica también está formada. Aparecen los primeros movimientos respiratorios, que son progresivamente más rítmicos desde la semana 20.
En el caso de que se produjese el parto antes de la semana 34-35, el recién nacido tiene un alto riesgo de tener una enfermedad de membrana hialina o síndrome de dificultad respiratoria neonatal debido a la inmadurez pulmonar. Esta enfermedad, responsable de un alto número de complicaciones y muertes neonatales, puede evitarse mediante la aceleración de la maduración pulmonar con corticoides. Ante una amenaza de parto prematuro, deben administrar corticoides. Generalmente se administra betametasona: 24mg intramusculares repartidos en dos dosis cada 12 horas o 12mg cada 24 horas durante 2 días. La extracción fetal debería hacerse a las 24 horas de la segunda dosis.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes notar mucha presión a nivel de la pelvis porque el feto está empezando a introducirse en el canal del parto entre los huesos pélvicos. Esto a veces te impide caminar e incluso te produce calambres y molestias en la vagina. Los genitales pueden inflamarse y los notas aumentados de tamaño. Estas molestias pélvicas no las debes confundir con las contracciones ya que están muy localizadas y se deben al encajamiento del feto.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Es el momento de hacerte el cultivo recto-vaginal. Se te cogen unas muestras con unas torundas de la entrada de la vagina (llamado introito vaginal) y del recto (a través del ano). Esta prueba sirve para descartar la presencia del germen Streptococo Agalactiae, que forma parte de la flora vaginal de muchas mujeres sin causarles ningún tipo de síntoma ni signo (picor, escozor o aumento de flujo). Pero si el bebé entra en contacto con el Streptococo Agalactiae en el momento del parto, puede infectarse y tener una sepsis o una meningitis. Por eso es importante detectar qué mujeres son portadoras de este germen para ponerles un antibiótico intravenoso en el momento del parto, a ser posible antes de la rotura de la bolsa amniótica.
Embarazo Semana 36
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa unos 2750 gramos y mide 46cm. Sigue creciendo y ganando peso. Su proceso de madurez neurológica continúa. En la semana 36 todavía se le considera un feto prematuro.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Notarás el abdomen más bajo debido al encajamiento del feto en la pelvis y probablemente empiecen a disminuir los dolores costales.
Puedes notar que la tripa se pone dura de forma irregular, sobre todo cuando caminas o subes escaleras. Son las falsas contracciones o contracciones de Braxton Hicks. No las debes confundir con las contracciones del parto porque las contracciones de Braxton Hicks no son rítmicas, ni regulares, ni van aumentando de intensidad ni son dolorosas. Puedes notar molestias en diferentes partes del abdomen, en las ingles o en la espalda.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Si refieres contracciones, aunque estas sean del tipo de Braxton-Hicks, habría que hacerte una exploración cervical para ver las características de tu cuello del útero. No sólo se valora la dilatación del cérvix, sino también la consistencia (duro o blando), la posición (posterior o centrado) y el borramiento cervical. El borramiento cervical valora el grado de acortamiento del cuello y suele producirse antes que la dilatación (sobre todo en gestantes primíparas). En embarazadas con partos previos, el cervix se queda muy engrosado, por lo que su borramiento se produce al mismo tiempo que la dilatación. Se dice que un cuello está sin modificar cuando está posterior, duro, cerrado y largo. A medida que el cuello se va modificando, se va ablandando, acortando, centrando y abriendo.
Embarazo Semana 37
CAMBIOS EN TU HIJO:
El feto pesa 2900 gramos y mide 47cm. A partir de este momento ya no es un niño prematuro, ya que la prematuridad y el parto pretérmino se consideran por debajo de la semana 37.
La cabeza del bebé está ya encajada en el canal del parto entre los huesos de la pelvis. Aproximadamente un 3% de los fetos en lugar de la cabeza, introducen las nalgas o los pies en el canal del parto y es la llamada “presentación podálica”. A estas alturas de la gestación es muy difícil que el feto colocado de nalgas se de la vuelta, por lo que sería indicación para realizar una cesárea.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puede aparecer un pequeño manchado o hebras de sangre en la braguita. Es lo que se llama en inglés “bloody show” y que en nuestro país denominamos “sangrado cervical”. Se produce cuando el cuello del útero empieza a dilatarse debido al inicio de las contracciones. A veces aparece después de una exploración por parte del ginecólogo o la matrona. El manchado es escaso. Por eso, no debes alarmarte, ya que en caso de sangrado abundante similar o mayor a una regla, deberías acudir a urgencias, porque la causa del sangrado puede ser otra a la referida.
Al mismo tiempo de este pequeño manchado, y debido también al inicio de la dilatación cervical, puede producirse la expulsión del tapón mucoso, que es una secreción pegajosa transparente o de color marrón. No debes confundirlo con la rotura de la bolsa amniótica, ya que el moco cervical no tiene la misma consistencia del líquido amniótico.
El hecho de expulsar el tapón mucoso no indica que se vaya a desencadenar el parto inmediatamente. Puede todavía tardar varios días.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Te entregarán el resultado del cultivo recto vaginal. En muchos centros públicos, se te hace entrega de la historia clínica del embarazo, por si te pones de parto que acudas a urgencias con ella y la persona que esté de guardia disponga de todos los datos con respecto a tu gestación.
Si refieres contracciones te realizarán una exploración cervical para ver las características del cérvix uterino y su grado de dilatación. Esta exploración, también le sirve al ginecólogo para hacer un examen pélvico y evaluar las características del canal del parto.
CAMBIOS EN TU HIJO:
El feto pesa 1800 gramos y mide unos 42cm desde la cabeza a los pies. Todavía el diámetro de la cabeza sigue siendo mayor que el del abdomen.
Los pulmones aún no están maduros debido a que no tienen surfactante pulmonar y si hubiese que finalizar la gestación bien por motivos maternos como fetales, se deberían madurar los pulmones del bebé con corticoides. En las clínicas españolas el tratamiento de elección es la betametasona a dosis de 12mg/24 horas intramuscular durante dos días. Actualmente se administran corticoides entre las semanas 24 a 34 en el caso de que la gestante comience con contracciones o se haya decidido finalizar la gestación tanto por el bien materno como fetal. El uso de corticoides intra útero, además de evitar el síndrome de distrés respiratorio, disminuye el riesgo de hemorragia intraventricular y la mortalidad neonatal. El uso de corticoides está contraindicado en caso de sospecha de corioamnionitis, tuberculosis o porfiria materna.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Pueden aparecer varices en la piernas, de distinto calibre y distinta coloración. Son venas dilatadas que además de entorpecer estéticamente, producen dolor o pesadez en las piernas. Son debidas a la presión del útero sobre las venas pélvicas y al aumento de las hormonas sexuales femeninas durante el embarazo. También debes saber que hay un componente hereditario en la aparición de las varices. Para evitar su aumento debes procurar no permanecer muchas horas de pié, el calor en esa zona y elevar las piernas haciendo movimientos circulares cuando estés sentada. Procura llevar medias elásticas de compresión desde la semana 12 del embarazo. Son buenas las duchas de agua fría en las piernas. Evita los zapatos planos, las saunas, calcetines apretados y las botas altas que compriman las piernas. Si ya han aparecido las varices, puedes aplicarte algún gel flebotónico o tratamiento oral con flebotónicos. La vid roja es buena para prevenir alteraciones del retorno venoso y se ha demostrado su seguridad para el feto.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
La ecografía del tercer trimestre se puede realizar en esta semana. Sus características ya se han expuesto en la semana 31.
Debes haber comenzado ya las clases de preparación al parto en tu centro de salud con tu matrona. La mayoría de los cursos empiezan en el tercer trimestre de embarazo y además de ejercicios físicos, de respiración, de relajación y preparación del periné de cara al parto, se indica cómo deben hacerse los pujos del expulsivo a la hora de empujar. También se imparten clases teóricas sobre el embarazo, el parto, el posparto y los cuidados del bebé. Además tu matrona será quien te haga la revisión posparto, tanto de los puntos de la episiotomía o cesárea como de las mamas en el caso de que tengas problemas con la lactancia. No olvides que a los cursos de preparación al parto también debe acudir tu pareja.
Para la preparación del periné, son buenos los masajes con aceite de rosa de mosqueta. Esto dará más flexibilidad a la entrada de la vagina, y en muchas ocasiones evitará el desgarro o la realización de un episiotomía en el parto.
Embarazo Semana 33
CAMBIOS EN EL FETO:
Tu bebé pesa alrededor de los 2 kilos y mide unos 43cm. Suele estar ya colocado con la cabeza hacia abajo, lo que se denomina “presentación cefálica”. Sus movimientos son más limitados, y sobre todo son los miembros inferiores y superiores los que mueve con más frecuencia. Cada vez es más grande y tiene menos espacio para girar de un lado a otro o de arriba a abajo. El movimiento también dependerá de la cantidad de líquido amniótico que tengas, ya que a mayor cantidad, mayor movimiento. Es posible que notes el hipo de tu bebé, considerándose también como algo normal.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes tener dolor a nivel lumbar que a veces se irradia a lo largo de la nalga, el muslo y toda la pierna hasta llegar al pie. Es una ciática y se produce por la compresión de la raíz nerviosa del nervio ciático debido a la hiperlordosis que adoptas en el embarazo que hace que el hueso sacro cambie de posición tensando así el nervio ciático. Por otra parte, el tamaño del útero es tan grande que presiona el nervio ciático a su salida del sacro. Si la ciática se acompaña de lumbalgia, el cuadro se llama lumbo ciática, y a veces llega a ser tan invalidante que hace que la embarazada tenga intensos dolores y ande cojeando. Estos síntomas son tan frecuentes que se han descrito en un 35% de las gestantes. Pueden mejorar con gimnasia, como el ejercicio del gato, calor local o tratamiento con paracetamol.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Escucharás el sonido del corazón de tu bebé en la consulta. La ecografía te muestra al bebé por partes y cada vez te resultará más difícil identificarle, porque la cabeza, el abdomen o las piernas ocupan toda la pantalla del ecógrafo. Puedes ver con claridad sus bostezos o como saca la lengua si la posición de la cara es la idónea.
Es el momento de realizar los análisis del tercer trimestre. Se realiza un análisis de sangre y otro de orina. En ellos se determinan los niveles de hierro en sangre (número de glóbulos rojos, hemoglobina y hematocrito), número y recuento de los glóbulos blancos, pruebas de coagulación, niveles de colesterol, enzimas hepáticas y una posible infección urinaria. También se determina la toxoplasmosis (en el caso de que la paciente no estuviese inmunizada) y la presencia de anticuerpos irregulares tanto si la gestante es Rh negativo como positivo.
Embarazo Semana 34
CAMBIOS EN EL FETO:
Tu hijo ya pesa unos 2200 gramos y mide un total de 44cm. Ya empieza a moverse menos porque su tamaño es mayor y el espacio del que dispone es menor dentro del útero. Aunque las patadas y movimientos de las manos las seguirás notando bastante.
CAMBIOS EN LA MADRE:
El útero llega hasta 14cm por encima del ombligo y esto hace que los órganos intestinales (intestino, hígado, bazo, etc.) se desplacen hacia arriba y puedas notar dolor, presión y escozor a nivel costal. Este cuadro se llama “neuritis del intercostal” y se debe a la inflamación de los nervios que se encuentran entre las costillas. Una manta eléctricas a ese nivel puede aliviarte, así como levantar el brazo del lado afecto.
Además, debido al desplazamiento de los órganos intestinales hacia el diafragma, la respiración puede hacerse más costosa. Notarás que respiras más rápido y de forma poco profunda y hasta a veces sientes sensación de ahogo o mareo. Sin embargo, esto no quiere decir que el niño reciba menos oxígeno. Tienes que intentar dormir con un par de almohadas, sentarte erguida y evitar el acumulo de gases en el intestino.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Muchos centros realizan la ecografía del tercer trimestre en la semana 34, y esta es la última ecografía que se te realizará en el embarazo. Es fundamental para valorar el correcto crecimiento fetal, la cantidad de líquido amniótico y el grado de envejecimiento de la placenta. Se observan además, signos de madurez fetal, como las asas intestinales, y estructuras de la cabeza como las circunvoluciones del cerebro.
Embarazo Semana 35
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa unos 2500 gramos y mide 45cm. A partir de la semana 35, ya están los pulmones de tu hijo maduros. Es decir, que el recién nacido es capaz de adaptarse a la vida extrauterina sin problemas respiratorios. Esta madurez pulmonar está relacionada con la presencia de surfactante pulmonar, que es un líquido secretado en los alvéolos y permite que éstos se distiendan. Además del surfactante pulmonar, en estas semanas de gestación el pulmón ya ha alcanzado el desarrollo adecuado de sus alvéolos y la pared torácica también está formada. Aparecen los primeros movimientos respiratorios, que son progresivamente más rítmicos desde la semana 20.
En el caso de que se produjese el parto antes de la semana 34-35, el recién nacido tiene un alto riesgo de tener una enfermedad de membrana hialina o síndrome de dificultad respiratoria neonatal debido a la inmadurez pulmonar. Esta enfermedad, responsable de un alto número de complicaciones y muertes neonatales, puede evitarse mediante la aceleración de la maduración pulmonar con corticoides. Ante una amenaza de parto prematuro, deben administrar corticoides. Generalmente se administra betametasona: 24mg intramusculares repartidos en dos dosis cada 12 horas o 12mg cada 24 horas durante 2 días. La extracción fetal debería hacerse a las 24 horas de la segunda dosis.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes notar mucha presión a nivel de la pelvis porque el feto está empezando a introducirse en el canal del parto entre los huesos pélvicos. Esto a veces te impide caminar e incluso te produce calambres y molestias en la vagina. Los genitales pueden inflamarse y los notas aumentados de tamaño. Estas molestias pélvicas no las debes confundir con las contracciones ya que están muy localizadas y se deben al encajamiento del feto.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Es el momento de hacerte el cultivo recto-vaginal. Se te cogen unas muestras con unas torundas de la entrada de la vagina (llamado introito vaginal) y del recto (a través del ano). Esta prueba sirve para descartar la presencia del germen Streptococo Agalactiae, que forma parte de la flora vaginal de muchas mujeres sin causarles ningún tipo de síntoma ni signo (picor, escozor o aumento de flujo). Pero si el bebé entra en contacto con el Streptococo Agalactiae en el momento del parto, puede infectarse y tener una sepsis o una meningitis. Por eso es importante detectar qué mujeres son portadoras de este germen para ponerles un antibiótico intravenoso en el momento del parto, a ser posible antes de la rotura de la bolsa amniótica.
Embarazo Semana 36
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa unos 2750 gramos y mide 46cm. Sigue creciendo y ganando peso. Su proceso de madurez neurológica continúa. En la semana 36 todavía se le considera un feto prematuro.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Notarás el abdomen más bajo debido al encajamiento del feto en la pelvis y probablemente empiecen a disminuir los dolores costales.
Puedes notar que la tripa se pone dura de forma irregular, sobre todo cuando caminas o subes escaleras. Son las falsas contracciones o contracciones de Braxton Hicks. No las debes confundir con las contracciones del parto porque las contracciones de Braxton Hicks no son rítmicas, ni regulares, ni van aumentando de intensidad ni son dolorosas. Puedes notar molestias en diferentes partes del abdomen, en las ingles o en la espalda.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Si refieres contracciones, aunque estas sean del tipo de Braxton-Hicks, habría que hacerte una exploración cervical para ver las características de tu cuello del útero. No sólo se valora la dilatación del cérvix, sino también la consistencia (duro o blando), la posición (posterior o centrado) y el borramiento cervical. El borramiento cervical valora el grado de acortamiento del cuello y suele producirse antes que la dilatación (sobre todo en gestantes primíparas). En embarazadas con partos previos, el cervix se queda muy engrosado, por lo que su borramiento se produce al mismo tiempo que la dilatación. Se dice que un cuello está sin modificar cuando está posterior, duro, cerrado y largo. A medida que el cuello se va modificando, se va ablandando, acortando, centrando y abriendo.
Embarazo Semana 37
CAMBIOS EN TU HIJO:
El feto pesa 2900 gramos y mide 47cm. A partir de este momento ya no es un niño prematuro, ya que la prematuridad y el parto pretérmino se consideran por debajo de la semana 37.
La cabeza del bebé está ya encajada en el canal del parto entre los huesos de la pelvis. Aproximadamente un 3% de los fetos en lugar de la cabeza, introducen las nalgas o los pies en el canal del parto y es la llamada “presentación podálica”. A estas alturas de la gestación es muy difícil que el feto colocado de nalgas se de la vuelta, por lo que sería indicación para realizar una cesárea.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puede aparecer un pequeño manchado o hebras de sangre en la braguita. Es lo que se llama en inglés “bloody show” y que en nuestro país denominamos “sangrado cervical”. Se produce cuando el cuello del útero empieza a dilatarse debido al inicio de las contracciones. A veces aparece después de una exploración por parte del ginecólogo o la matrona. El manchado es escaso. Por eso, no debes alarmarte, ya que en caso de sangrado abundante similar o mayor a una regla, deberías acudir a urgencias, porque la causa del sangrado puede ser otra a la referida.
Al mismo tiempo de este pequeño manchado, y debido también al inicio de la dilatación cervical, puede producirse la expulsión del tapón mucoso, que es una secreción pegajosa transparente o de color marrón. No debes confundirlo con la rotura de la bolsa amniótica, ya que el moco cervical no tiene la misma consistencia del líquido amniótico.
El hecho de expulsar el tapón mucoso no indica que se vaya a desencadenar el parto inmediatamente. Puede todavía tardar varios días.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Te entregarán el resultado del cultivo recto vaginal. En muchos centros públicos, se te hace entrega de la historia clínica del embarazo, por si te pones de parto que acudas a urgencias con ella y la persona que esté de guardia disponga de todos los datos con respecto a tu gestación.
Si refieres contracciones te realizarán una exploración cervical para ver las características del cérvix uterino y su grado de dilatación. Esta exploración, también le sirve al ginecólogo para hacer un examen pélvico y evaluar las características del canal del parto.
Re: Tu embarazo semana a semana
Embarazo Semana 38
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa unos 3 kilos y mide 47 centímetros.
CAMBIOS EN LA MADRE:
La tripa la notarás más baja y tu dolor costal se transformará en dolor púbico. Esto indica que tu hijo se está encajando. Desde el ombligo hasta el fondo uterino hay unos 16 centímetros.
Está más cansada. Te encuentras muy pesada y cada vez duermes peor.
Tus tensiones no deben superar 140mmHg de máxima y 90mmHg de mínima.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Te harán una exploración para ver la dilatación del cuello y su grado de borramiento. Si existe dilatación cervical, te realizarán una amnioscopia para ver el color del líquido amniótico. Este debe ser transparente. Si es verde o marrón se llama meconio e indica que el bebé puede estar pasándolo mal dentro de la madre, por lo que habría que ponerte de parto. La amnioscopia consiste en introducir un tubo por la vagina hasta el cérvix uterino y mediante una luz fría visualizar la bolsa amniótica. Es conveniente que sepas que la amnioscopia no se realiza de rutina en todos los centros.
En el caso de que refieras contracciones te realizarán el primer monitor o registro cardiotocográfico.
Embarazo Semana 39
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa unos 3250 gramos y mide unos 46 centímetros. Ya cada vez tiene menos espacio para moverse dentro del útero. Ya están maduros todos los órganos y en cualquier momento puede producirse el parto.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Estás muy pesada y te cuesta caminar, vestirte y realizar las tareas cotidianas tanto fuera como dentro de casa. La distancia entre la sínfisis del pubis y el fondo uterino es de 36 a 40 centímetros.
El peso total que debes haber ganado hasta este momento es entre 11 y 15 kilos.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Si refieres contracciones (también llamada dinámica uterina) te realizarán una monitorización. La monitorización, no sólo sirve para ver la existencia de contracciones, sino que es un método de control de bienestar fetal. Esta prueba la realizan en el hospital, si tu embarazo lo controlas en la sanidad pública o en el centro de referencia de tu ginecólogo privado. Te ponen unas cintas alrededor del abdomen, que a su vez se conectan a un monitor. En un papel se va imprimiendo una gráfica que indica en la parte superior el estado del feto, y en la inferior la dinámica uterina. Se recomienda realizar la monitorización fetal en un embarazo normal en la semana 40.
Embarazo Semana 40
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa 3400 gramos y mide unos 48 centímetros.
Ya hemos dicho que cada vez se mueve menos aunque sigues notando sus patadas. Es importante que sepas que si llevas más de una hora sin notar que se mueve dentro, le estimules golpeando la tripa suavemente para despertarle, bebiendo un zumo o tomando unas galletas. El aporte de glucosa hará que el bebé empiece a moverse. Si pese a estas recomendaciones, pasado un rato sigues sin notarle dentro, acude a urgencias.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes empezar a notar cada vez más contracciones. Si estas son rítmicas, cada 5 minutos y duran más de un hora, deberás acudir a urgencias. Las contracciones de parto empiezan en la región más lata del útero y van bajando hasta el pubis. El hecho de que sean o no dolorosas depende de cada gestante. Por supuesto aunque las contracciones no sean muy seguidas pero notas un intenso dolor, acude también a urgencias.
Otros motivos de acudir a urgencias son el sangrado mayor o igual a una regla y la rotura de bolsa. Debes saber que no siempre que se rompe la bolsa de líquido amniótica la salida de líquido es abundante. Puede producirse una rotura alta o una fisura y la pérdida de líquido se producirá en pequeñas cantidades, aunque a veces notes fluir líquido también por los muslos. Es importante que sepas que al final del embarazo suele haber pérdidas de orina que no debes confundir con la rotura de bolsa, ya que la orina suele dejar un cerco amarillo cuando se seca sobre la braguita.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Se realiza la primera monitorización fetal o también llamado test basal a todas las gestantes de bajo riesgo. En la semana 40, aunque los protocolos de la SEGO indican que esta prueba es opcional en las gestaciones normales. La monitorización fetal es un método sencillo, fácil de realizar, no invasivo e inocuo tanto para la madre como para el feto. No debes acudir en ayunas a realizarte esta prueba y debes indicar si te está tomando alguna medicación que pueda repercutir sobre el feto.
La variables estudiadas son: la frecuencia cardiaca fetal, la variabilidad de la frecuencia cardiaca, la presencia de ascensos o de desaceleraciones. Esta prueba se clasifica en reactiva o no reactiva. En el caso de que el test basal no sea reactivo, es motivo de ingreso para repetirlo o finalizar la gestación. Si en el test se observan signos de pérdida de bienestar fetal o que tu bebé pueda empezar a sufrir, te ingresarán para finalizar el embarazo, bien induciéndote el parto o realizándote una cesárea, dependiendo del grado de afectación que valore el ginecólogo que existe.
Se te explorará para ver cómo va modificándose el cuello. Si estás muy dilatada te dejarán ingresada en el hospital.
Es el momento de programar una cesárea en los casos en los que el feto se ha colocado de nalgas o transversal, no has dilatado el cuello y tienes una cesárea previa, o cualquier otro motivo que contraindique el parto vaginal, bien por motivos maternos como fetales.
Embarazo Semana 41 y 42
CAMBIOS EN TU HIJO:
Tu hijo pesa unos 3500 gramos y mide unos 50 centímetros.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Probablemente estarás, además de cansada, nerviosa porque ya ha pasado la fecha probable del parto, que es cuando se cumple la semana 40. Debes saber que si todo transcurre bien, se contempla esperar hasta la semana 41+3 días o hasta la semana 42, dependiendo de los centros. A partir de este momento ya se considera un embarazo cronológicamente prolongado y es motivo de inducir el parto. No desesperes e intenta tener una actitud positiva, porque después de nueve meses, tan sólo vas a tener que esperar unos días más.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Algunas gestantes tienen un fallo en el mecanismo de la puesta en marcha del parto. Por eso, tras realizarle en las semanas previas los registros y exploraciones ya comentados, si llegada la semana 41+3 o 42 no te has puesto de parto espontáneamente, te ingresarán para inducírtelo, ya que se considera que a partir de este momento, son muchas las complicaciones fetales, generalmente derivadas de una insuficiencia de la placenta que ya no es capaz de alimentar al feto.
Tras el ingreso en la planta, se te realizará un registro, un electrocardiograma y una exploración ginecológica. Si todas estas pruebas son normales, te pondrán una medicación de prostaglandinas en el fondo de la vagina para madurar el cuello . Esta medicación se administra en forma de gel o en forma de cintilla que se enrolla alrededor del cuello. A la media hora de la administración de prostaglandinas te harán un registro, y a las seis horas, te repetirán el registro y te harán una exploración. Si el cuello se ha dilatado o acortado, te pasarán a dilatar. Si no, esperarán unas horas más para que la dilatación se inicie con el mejor cuello posible.
Si al ingreso tienes contracciones o el cuello dilatado, te pasarán directamente a la sala de dilatación.
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa unos 3 kilos y mide 47 centímetros.
CAMBIOS EN LA MADRE:
La tripa la notarás más baja y tu dolor costal se transformará en dolor púbico. Esto indica que tu hijo se está encajando. Desde el ombligo hasta el fondo uterino hay unos 16 centímetros.
Está más cansada. Te encuentras muy pesada y cada vez duermes peor.
Tus tensiones no deben superar 140mmHg de máxima y 90mmHg de mínima.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Te harán una exploración para ver la dilatación del cuello y su grado de borramiento. Si existe dilatación cervical, te realizarán una amnioscopia para ver el color del líquido amniótico. Este debe ser transparente. Si es verde o marrón se llama meconio e indica que el bebé puede estar pasándolo mal dentro de la madre, por lo que habría que ponerte de parto. La amnioscopia consiste en introducir un tubo por la vagina hasta el cérvix uterino y mediante una luz fría visualizar la bolsa amniótica. Es conveniente que sepas que la amnioscopia no se realiza de rutina en todos los centros.
En el caso de que refieras contracciones te realizarán el primer monitor o registro cardiotocográfico.
Embarazo Semana 39
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa unos 3250 gramos y mide unos 46 centímetros. Ya cada vez tiene menos espacio para moverse dentro del útero. Ya están maduros todos los órganos y en cualquier momento puede producirse el parto.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Estás muy pesada y te cuesta caminar, vestirte y realizar las tareas cotidianas tanto fuera como dentro de casa. La distancia entre la sínfisis del pubis y el fondo uterino es de 36 a 40 centímetros.
El peso total que debes haber ganado hasta este momento es entre 11 y 15 kilos.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Si refieres contracciones (también llamada dinámica uterina) te realizarán una monitorización. La monitorización, no sólo sirve para ver la existencia de contracciones, sino que es un método de control de bienestar fetal. Esta prueba la realizan en el hospital, si tu embarazo lo controlas en la sanidad pública o en el centro de referencia de tu ginecólogo privado. Te ponen unas cintas alrededor del abdomen, que a su vez se conectan a un monitor. En un papel se va imprimiendo una gráfica que indica en la parte superior el estado del feto, y en la inferior la dinámica uterina. Se recomienda realizar la monitorización fetal en un embarazo normal en la semana 40.
Embarazo Semana 40
CAMBIOS EN TU HIJO:
El bebé pesa 3400 gramos y mide unos 48 centímetros.
Ya hemos dicho que cada vez se mueve menos aunque sigues notando sus patadas. Es importante que sepas que si llevas más de una hora sin notar que se mueve dentro, le estimules golpeando la tripa suavemente para despertarle, bebiendo un zumo o tomando unas galletas. El aporte de glucosa hará que el bebé empiece a moverse. Si pese a estas recomendaciones, pasado un rato sigues sin notarle dentro, acude a urgencias.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Puedes empezar a notar cada vez más contracciones. Si estas son rítmicas, cada 5 minutos y duran más de un hora, deberás acudir a urgencias. Las contracciones de parto empiezan en la región más lata del útero y van bajando hasta el pubis. El hecho de que sean o no dolorosas depende de cada gestante. Por supuesto aunque las contracciones no sean muy seguidas pero notas un intenso dolor, acude también a urgencias.
Otros motivos de acudir a urgencias son el sangrado mayor o igual a una regla y la rotura de bolsa. Debes saber que no siempre que se rompe la bolsa de líquido amniótica la salida de líquido es abundante. Puede producirse una rotura alta o una fisura y la pérdida de líquido se producirá en pequeñas cantidades, aunque a veces notes fluir líquido también por los muslos. Es importante que sepas que al final del embarazo suele haber pérdidas de orina que no debes confundir con la rotura de bolsa, ya que la orina suele dejar un cerco amarillo cuando se seca sobre la braguita.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Se realiza la primera monitorización fetal o también llamado test basal a todas las gestantes de bajo riesgo. En la semana 40, aunque los protocolos de la SEGO indican que esta prueba es opcional en las gestaciones normales. La monitorización fetal es un método sencillo, fácil de realizar, no invasivo e inocuo tanto para la madre como para el feto. No debes acudir en ayunas a realizarte esta prueba y debes indicar si te está tomando alguna medicación que pueda repercutir sobre el feto.
La variables estudiadas son: la frecuencia cardiaca fetal, la variabilidad de la frecuencia cardiaca, la presencia de ascensos o de desaceleraciones. Esta prueba se clasifica en reactiva o no reactiva. En el caso de que el test basal no sea reactivo, es motivo de ingreso para repetirlo o finalizar la gestación. Si en el test se observan signos de pérdida de bienestar fetal o que tu bebé pueda empezar a sufrir, te ingresarán para finalizar el embarazo, bien induciéndote el parto o realizándote una cesárea, dependiendo del grado de afectación que valore el ginecólogo que existe.
Se te explorará para ver cómo va modificándose el cuello. Si estás muy dilatada te dejarán ingresada en el hospital.
Es el momento de programar una cesárea en los casos en los que el feto se ha colocado de nalgas o transversal, no has dilatado el cuello y tienes una cesárea previa, o cualquier otro motivo que contraindique el parto vaginal, bien por motivos maternos como fetales.
Embarazo Semana 41 y 42
CAMBIOS EN TU HIJO:
Tu hijo pesa unos 3500 gramos y mide unos 50 centímetros.
CAMBIOS EN LA MADRE:
Probablemente estarás, además de cansada, nerviosa porque ya ha pasado la fecha probable del parto, que es cuando se cumple la semana 40. Debes saber que si todo transcurre bien, se contempla esperar hasta la semana 41+3 días o hasta la semana 42, dependiendo de los centros. A partir de este momento ya se considera un embarazo cronológicamente prolongado y es motivo de inducir el parto. No desesperes e intenta tener una actitud positiva, porque después de nueve meses, tan sólo vas a tener que esperar unos días más.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:
Algunas gestantes tienen un fallo en el mecanismo de la puesta en marcha del parto. Por eso, tras realizarle en las semanas previas los registros y exploraciones ya comentados, si llegada la semana 41+3 o 42 no te has puesto de parto espontáneamente, te ingresarán para inducírtelo, ya que se considera que a partir de este momento, son muchas las complicaciones fetales, generalmente derivadas de una insuficiencia de la placenta que ya no es capaz de alimentar al feto.
Tras el ingreso en la planta, se te realizará un registro, un electrocardiograma y una exploración ginecológica. Si todas estas pruebas son normales, te pondrán una medicación de prostaglandinas en el fondo de la vagina para madurar el cuello . Esta medicación se administra en forma de gel o en forma de cintilla que se enrolla alrededor del cuello. A la media hora de la administración de prostaglandinas te harán un registro, y a las seis horas, te repetirán el registro y te harán una exploración. Si el cuello se ha dilatado o acortado, te pasarán a dilatar. Si no, esperarán unas horas más para que la dilatación se inicie con el mejor cuello posible.
Si al ingreso tienes contracciones o el cuello dilatado, te pasarán directamente a la sala de dilatación.
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