Seguridad en el parque
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Seguridad en el parque
Hay que tratar de evitar posibles accidentes.
Cuando el parque no es seguro o se produce un desperfecto en las instalaciones (rotura, suciedad, presencia de perros en zonas prohibidas, etc.) hay que avisar a la entidad propietaria o, si no se especifica un nombre, al ayuntamiento. Así se pueden evitar futuros accidentes.
Balancines
Han de tener amortiguación, porque los golpes en el suelo pueden dañar la columna vertebral. Los elementos de madera y metal no han de tener astillas ni bordes cortantes, aunque es mejor que sean de madera tratada o plástico, porque el metal se oxida y es conductor de electricidad. El eje de giro tiene que estar protegido; si no podría atrapar los pies o la ropa.
Estructuras multijuegos
No deben tener más de tres metros de altura por el riesgo de caídas y el suelo ha de estar protegido para amortiguar golpes. Los asideros tendrán un diámetro adecuado a la mano del niño y si dispone de plataformas, debe haber barras protectoras donde poder agarrarse. Es básico que no haya bordes cortantes, tubos sin tapar, ranuras que puedan herirlos, o aberturas en las que pueda quedar atrapada la cabeza, las manos o los pies o engancharse la ropa. Las estructuras tienen que ser estables y sin salientes ni aristas en los puntos de unión donde podrían lastimarse con facilidad al pasar. Debe haber unos dos metros de espacio libre alrededor del aparato para que los niños no choquen entre sí.
Vigilar a los niños durante el juego y seguir unas normas básicas de comportamiento también ayuda a prevenir accidentes.
Instalaciones
Las normas establecen que estas deben cumplir una serie de requisitos:
El pavimento puede ser de arena o de gravilla fina con 30 centímetros de profundidad, o de losetas de caucho reciclado, nunca de cemento ni de otro material demasiado duro.
Las fijaciones no tienen que estar a la vista, sino incrustadas o enterradas, lo mismo que las bases que sostienen los equipos.
Si sobresalen, los niños pueden hacerse daño si se caen sobre ellos.
Los clavos y tornillos de los aparatos deben tener un tamaño inferior a ocho milímetros, ser redondeados o estar protegidos con tapones de plástico inyectado, y no deben sobresalir.
Los tornillos y clavos de cabeza redondeada son los más seguros.
Los tubos huecos y demás orificios, como los que puede haber entre barandillas, deben estar perfectamente tapados.
Revisión de las instalaciones
Alrededor del 70 por ciento de los accidentes que sufren los niños en áreas de ocio se deben al mal estado del pavimento. Una revisión a fondo de la zona y de las instalaciones es básica para que el pequeño pueda disfrutar del juego sin correr riesgos.
Columpios
En una misma estructura no debe haber más de dos columpios y estos han de guardar una distancia prudencial entre sí para que no puedan chocar. Tienen que estar adaptados a la edad y estatura del niño que los usa.
Los destinados a los críos más pequeños es mejor que tengan asientos en forma de silloncito cerrado para que su cuerpo quede sujeto. Los ganchos, cadenas y asientos deben presentar un buen estado de conservación, sin partes sueltas, rotas, sucias ni oxidadas.
Los destinados a los críos más pequeños es mejor que tengan asientos en forma de silloncito cerrado para que su cuerpo quede sujeto.
Los ganchos, cadenas y asientos deben presentar un buen estado de conservación, sin partes sueltas, rotas, sucias ni oxidadas.
Toboganes
La plataforma de salida, que está al final de la escalera, tiene que ser lo bastante espaciosa para que el niño pueda ponerse de pie. La inclinación no debe ser excesiva y la superficie de deslizamiento ha de estar en buen estado. El óxido o las astillas pueden causar problemas graves. No deben tener bordes cortantes que puedan dañar al niño con el roce. Es necesario que tengan asideros a lo largo de todo el recorrido para evitar caídas. El tramo final del tobogán debe quedar totalmente paralelo al suelo para evitar que el niño salga despedido y ser lo suficientemente largo para que pueda quedar sentado.
El entorno
Un primer vistazo al parque da idea de su estado y es esencial para decidir si llevar allí al niño o buscar otro. Es importante que reúna las siguientes condiciones:
Un suelo limpio de defecaciones caninas, jeringuillas, cristales, latas abiertas o ramas de árbol caídas.
Que los elementos sean de colores y formas atractivas, para estimular el juego.
Un suelo sin desniveles ni superficies de cemento o de materiales duros.
Vallas que acoten un espacio de seguridad. Información sobre: edad indicada de los aparatos, admisión o no de perros, entidad a la que comunicar desperfectos, hospital cercano.
Aparatos que no tengan partes rotas, suciedad, piezas sueltas ni sistemas de fijación inadecuados.
Cuando el parque no es seguro o se produce un desperfecto en las instalaciones (rotura, suciedad, presencia de perros en zonas prohibidas, etc.) hay que avisar a la entidad propietaria o, si no se especifica un nombre, al ayuntamiento. Así se pueden evitar futuros accidentes.
Balancines
Han de tener amortiguación, porque los golpes en el suelo pueden dañar la columna vertebral. Los elementos de madera y metal no han de tener astillas ni bordes cortantes, aunque es mejor que sean de madera tratada o plástico, porque el metal se oxida y es conductor de electricidad. El eje de giro tiene que estar protegido; si no podría atrapar los pies o la ropa.
Estructuras multijuegos
No deben tener más de tres metros de altura por el riesgo de caídas y el suelo ha de estar protegido para amortiguar golpes. Los asideros tendrán un diámetro adecuado a la mano del niño y si dispone de plataformas, debe haber barras protectoras donde poder agarrarse. Es básico que no haya bordes cortantes, tubos sin tapar, ranuras que puedan herirlos, o aberturas en las que pueda quedar atrapada la cabeza, las manos o los pies o engancharse la ropa. Las estructuras tienen que ser estables y sin salientes ni aristas en los puntos de unión donde podrían lastimarse con facilidad al pasar. Debe haber unos dos metros de espacio libre alrededor del aparato para que los niños no choquen entre sí.
Vigilar a los niños durante el juego y seguir unas normas básicas de comportamiento también ayuda a prevenir accidentes.
Instalaciones
Las normas establecen que estas deben cumplir una serie de requisitos:
El pavimento puede ser de arena o de gravilla fina con 30 centímetros de profundidad, o de losetas de caucho reciclado, nunca de cemento ni de otro material demasiado duro.
Las fijaciones no tienen que estar a la vista, sino incrustadas o enterradas, lo mismo que las bases que sostienen los equipos.
Si sobresalen, los niños pueden hacerse daño si se caen sobre ellos.
Los clavos y tornillos de los aparatos deben tener un tamaño inferior a ocho milímetros, ser redondeados o estar protegidos con tapones de plástico inyectado, y no deben sobresalir.
Los tornillos y clavos de cabeza redondeada son los más seguros.
Los tubos huecos y demás orificios, como los que puede haber entre barandillas, deben estar perfectamente tapados.
Revisión de las instalaciones
Alrededor del 70 por ciento de los accidentes que sufren los niños en áreas de ocio se deben al mal estado del pavimento. Una revisión a fondo de la zona y de las instalaciones es básica para que el pequeño pueda disfrutar del juego sin correr riesgos.
Columpios
En una misma estructura no debe haber más de dos columpios y estos han de guardar una distancia prudencial entre sí para que no puedan chocar. Tienen que estar adaptados a la edad y estatura del niño que los usa.
Los destinados a los críos más pequeños es mejor que tengan asientos en forma de silloncito cerrado para que su cuerpo quede sujeto. Los ganchos, cadenas y asientos deben presentar un buen estado de conservación, sin partes sueltas, rotas, sucias ni oxidadas.
Los destinados a los críos más pequeños es mejor que tengan asientos en forma de silloncito cerrado para que su cuerpo quede sujeto.
Los ganchos, cadenas y asientos deben presentar un buen estado de conservación, sin partes sueltas, rotas, sucias ni oxidadas.
Toboganes
La plataforma de salida, que está al final de la escalera, tiene que ser lo bastante espaciosa para que el niño pueda ponerse de pie. La inclinación no debe ser excesiva y la superficie de deslizamiento ha de estar en buen estado. El óxido o las astillas pueden causar problemas graves. No deben tener bordes cortantes que puedan dañar al niño con el roce. Es necesario que tengan asideros a lo largo de todo el recorrido para evitar caídas. El tramo final del tobogán debe quedar totalmente paralelo al suelo para evitar que el niño salga despedido y ser lo suficientemente largo para que pueda quedar sentado.
El entorno
Un primer vistazo al parque da idea de su estado y es esencial para decidir si llevar allí al niño o buscar otro. Es importante que reúna las siguientes condiciones:
Un suelo limpio de defecaciones caninas, jeringuillas, cristales, latas abiertas o ramas de árbol caídas.
Que los elementos sean de colores y formas atractivas, para estimular el juego.
Un suelo sin desniveles ni superficies de cemento o de materiales duros.
Vallas que acoten un espacio de seguridad. Información sobre: edad indicada de los aparatos, admisión o no de perros, entidad a la que comunicar desperfectos, hospital cercano.
Aparatos que no tengan partes rotas, suciedad, piezas sueltas ni sistemas de fijación inadecuados.
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