"Duérmete, niño" del Dr. Estivill
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"Duérmete, niño" del Dr. Estivill
Desde la Asociación Primal, queremos denunciar públicamente el libro "Duérmete, niño" del Dr. Eduard Estivill, porque está contribuyendo muy negativamente a confundir a cientos de miles de padres desesperados que han encontrado en este libro una solución a sus problemas de sueño.
El Dr. Estivill ha logrado convencer a muchos padres de que la aplicación de su método es “por el bien del niñ@”, algo que tranquiliza a los padres, los ayuda a dormir, y los hace más insensibles a las necesidades de su bebé.
El autor da a entender que el niñ@ “necesita” que los padres se comporten así con él (por su propio bien, por supuesto), y parte de la premisa de que los bebés necesitan "aprender" a dormir, como si los bebés no supieran dormir. Lo que no saben es dormir cuando sus padres “necesitan” que duerman o cuando están luchando para que se atiendan sus necesidades primarias.
Con el método Estivill (que es una copia más o menos sofisticada de los métodos de crianza conductistas tipo Feber - métodos inspirados en dicho autor), el bebé no se duerme, sino que se adormece para intentar reprimir la catastrófica realidad de estar bajo el cuidado de unos padres tan poco sensibles a sus necesidades básicas; y se adormece también para intentar evitar "perder el sueño” y perder la esperanza de que algún día sus necesidades primarias vayan a ser satisfechas.
La aplicación del método del Dr. Estivill es seguramente efectiva en muchos casos, pero ¿a cambio de qué? A cambio de producir serios trastornos emocionales al niñ@-bebé y, en algunos casos, a cambio de hacer también peligrar su integridad física.
Sin embargo, esta alarmante posibilidad no es sino la dramática punta de un iceberg que esconde una represión sutil y sistemática de las necesidades primarias del niñ@-bebé, en un intento por conseguir que el niñ@-bebé "aprenda" a dormir solo desde muy pequeñ@.
Muchos de los padres que siguen el método como si fuera su nueva religión no tardarán mucho tiempo en comprobar los daños psicológicos causados por este método de "adoctrinamiento" conductista que, entre otras cosas, parece dar a entender que el niñ@-bebé es un ser manipulador por naturaleza.
En el libro, el autor afirma cosas evidentes y aporta datos interesantes, pero los consejos mas importantes son verdaderamente perjudiciales, y están adornados de una aparente sabiduría científica que enmascara con éxito su ignorancia.
El libro del Dr. Estivill debería de titularse más bien "Cómo criar a un bebé neurótico y pensar que lo estás haciendo bien".
La incomprensión del autor de las necesidades primarias de los bebés es alarmante (especialmente el capítulo IV), y algunos comentarios podrían resultar entretenidos y chistosos si el método no fuera tan dramáticamente perjudicial para el niñ@-bebé.
En cualquier caso, los "chistosos" comentarios para intentar hacer la lectura del libro amena deberían de sonar ridículos y patéticos a cualquier madre/padre mínimamente sensible.
El método del Dr. Estivill no sólo no ayuda a los padres a satisfacer la necesidad del bebé de compañía, contacto físico y seguridad (durante el día y la noche), sino que las convierte en carencias crónicas. El bebé deja de quejarse (llorar, patalear, gritar,...) porque deja de sentir esas necesidades primarias, o más bien decide bloquear la sensación de su necesidad e intenta sustituirla con alguna necesidad simbólica.
Pero el bebé no puede hacer desaparecer una necesidad primaria (ya que estamos hablando de necesidades esenciales, vitales o básicas), tan solo puede "adormecer" una parte de su ser (una especie de muerte parcial invisible que pasa desapercibida a la mayoría de los adultos).
Este "adormecimiento" es una maniobra instintiva del organismo para sobrevivir. De lo contrario, podría llevar al bebé incluso a su propia muerte "física".
El Dr. Estivill muestra claramente su “miopía emocional” con frases como estas, extraídas del capítulo 4º de su libro:
“...no dudéis que vuestro “corazoncito” flaqueará cuando oigáis llorar a vuestro hijo...”
“...lo más probable es que en ese momento esté llorando a moco tendido... Ni caso. Seguid hablando como si nada...”
“...Es ahora cuando papá y mamá han de mostrar su verdadera fortaleza. No deberán pensar en Juanito, que alza sus bracitos con cara de morirse de pena...”
“...lo lógico es que llore, grite, vomite, patalee, diga “sed”, “hambre”, “pupa”, “no te quiero”... lo que sea con tal de conseguir que os dobleguéis, pero ni os inmutéis ... Y si os cuesta mucho, pensad que lo estáis haciendo por su salud y la de toda la familia...”
”...porque es Juanito quien se ha de adaptar a vosotros y no vosotros a él...”
Con estas líneas sacadas de contexto, no pretendo cuestionar las buenas intenciones del autor, sino reflejar fielmente su obsesión por dominar al bebé hasta que se acostumbre a dormir solo.
Uno de los argumentos más frecuentes utilizados por quienes apoyan los métodos tipo Estivill tiene que ver con el riesgo de aplastamiento o asfixia del bebé al dormir con sus padres, lo cual ha sido relacionado de forma incorrecta con lo que se conoce como "muerte súbita".
Para acallar una parte de esos argumentos, incluimos el siguiente recuadro explicativo:
La Muerte Súbita
Los casos de "muerte súbita", que suceden a bebés médicamente sanos, casi siempre se producen cuando el bebé duerme solo en su cuna (y generalmente en su propia habitación), y los científicos aún no han encontrado ninguna explicación razonable.
Según "The Foundation for the Study of Infant Deaths" (la fundación para el estudio de la muerte súbita), la mayoría de los fallecimientos se producen en la cuna y durante el invierno. Aunque casi siempre se achaca la muerte a la asfixia, se sabe que la asfixia no es la causa más frecuente.
En los casos de "muerte súbita" de bebés que duermen con sus padres, estos suelen producirse en hogares cuyos padres tienen problemas de alcoholismo, drogodependencia o son excesivamente obesos.
Por lo tanto, en un hogar cuyos padres no sufran ninguno de estos problemas es más seguro para el bebé dormir en la cama con sus padres que dormir solo.
Se sabe también que el nivel de mortandad "sin causa aparente" de los bebés en los hospicios ha sido siempre muy superior al de los bebés que viven con sus padres. Esto no es una coincidencia, sino que es un reflejo directo de la falta de contacto físico (durante el día y la noche), la soledad y la inseguridad emocional.
Los trastornos del sueño, al igual que otros problemas del niñ@-bebé, no pueden ser tratados como procesos independientes, sino como parte integral de toda una forma de sentir; y esto no se puede comprender sin una visión global de las necesidades primarias del niñ@-bebé y la satisfacción de las mismas.
Las experiencias de los bebés durante sus primeros meses y años de vida son fundamentales para su felicidad futura. Si no conseguimos que nuestros hij@s se sientan amados durante la temprana infancia, pasarán el resto de su infancia en una agonía invisible, y el resto de sus vidas buscando, sin saberlo, el amor y la comprensión que nunca tuvieron cuando eran más pequeñ@s.
Ángel Álvarez
(Fundador de la Asociación Primal)
El Dr. Estivill ha logrado convencer a muchos padres de que la aplicación de su método es “por el bien del niñ@”, algo que tranquiliza a los padres, los ayuda a dormir, y los hace más insensibles a las necesidades de su bebé.
El autor da a entender que el niñ@ “necesita” que los padres se comporten así con él (por su propio bien, por supuesto), y parte de la premisa de que los bebés necesitan "aprender" a dormir, como si los bebés no supieran dormir. Lo que no saben es dormir cuando sus padres “necesitan” que duerman o cuando están luchando para que se atiendan sus necesidades primarias.
Con el método Estivill (que es una copia más o menos sofisticada de los métodos de crianza conductistas tipo Feber - métodos inspirados en dicho autor), el bebé no se duerme, sino que se adormece para intentar reprimir la catastrófica realidad de estar bajo el cuidado de unos padres tan poco sensibles a sus necesidades básicas; y se adormece también para intentar evitar "perder el sueño” y perder la esperanza de que algún día sus necesidades primarias vayan a ser satisfechas.
La aplicación del método del Dr. Estivill es seguramente efectiva en muchos casos, pero ¿a cambio de qué? A cambio de producir serios trastornos emocionales al niñ@-bebé y, en algunos casos, a cambio de hacer también peligrar su integridad física.
Sin embargo, esta alarmante posibilidad no es sino la dramática punta de un iceberg que esconde una represión sutil y sistemática de las necesidades primarias del niñ@-bebé, en un intento por conseguir que el niñ@-bebé "aprenda" a dormir solo desde muy pequeñ@.
Muchos de los padres que siguen el método como si fuera su nueva religión no tardarán mucho tiempo en comprobar los daños psicológicos causados por este método de "adoctrinamiento" conductista que, entre otras cosas, parece dar a entender que el niñ@-bebé es un ser manipulador por naturaleza.
En el libro, el autor afirma cosas evidentes y aporta datos interesantes, pero los consejos mas importantes son verdaderamente perjudiciales, y están adornados de una aparente sabiduría científica que enmascara con éxito su ignorancia.
El libro del Dr. Estivill debería de titularse más bien "Cómo criar a un bebé neurótico y pensar que lo estás haciendo bien".
La incomprensión del autor de las necesidades primarias de los bebés es alarmante (especialmente el capítulo IV), y algunos comentarios podrían resultar entretenidos y chistosos si el método no fuera tan dramáticamente perjudicial para el niñ@-bebé.
En cualquier caso, los "chistosos" comentarios para intentar hacer la lectura del libro amena deberían de sonar ridículos y patéticos a cualquier madre/padre mínimamente sensible.
El método del Dr. Estivill no sólo no ayuda a los padres a satisfacer la necesidad del bebé de compañía, contacto físico y seguridad (durante el día y la noche), sino que las convierte en carencias crónicas. El bebé deja de quejarse (llorar, patalear, gritar,...) porque deja de sentir esas necesidades primarias, o más bien decide bloquear la sensación de su necesidad e intenta sustituirla con alguna necesidad simbólica.
Pero el bebé no puede hacer desaparecer una necesidad primaria (ya que estamos hablando de necesidades esenciales, vitales o básicas), tan solo puede "adormecer" una parte de su ser (una especie de muerte parcial invisible que pasa desapercibida a la mayoría de los adultos).
Este "adormecimiento" es una maniobra instintiva del organismo para sobrevivir. De lo contrario, podría llevar al bebé incluso a su propia muerte "física".
El Dr. Estivill muestra claramente su “miopía emocional” con frases como estas, extraídas del capítulo 4º de su libro:
“...no dudéis que vuestro “corazoncito” flaqueará cuando oigáis llorar a vuestro hijo...”
“...lo más probable es que en ese momento esté llorando a moco tendido... Ni caso. Seguid hablando como si nada...”
“...Es ahora cuando papá y mamá han de mostrar su verdadera fortaleza. No deberán pensar en Juanito, que alza sus bracitos con cara de morirse de pena...”
“...lo lógico es que llore, grite, vomite, patalee, diga “sed”, “hambre”, “pupa”, “no te quiero”... lo que sea con tal de conseguir que os dobleguéis, pero ni os inmutéis ... Y si os cuesta mucho, pensad que lo estáis haciendo por su salud y la de toda la familia...”
”...porque es Juanito quien se ha de adaptar a vosotros y no vosotros a él...”
Con estas líneas sacadas de contexto, no pretendo cuestionar las buenas intenciones del autor, sino reflejar fielmente su obsesión por dominar al bebé hasta que se acostumbre a dormir solo.
Uno de los argumentos más frecuentes utilizados por quienes apoyan los métodos tipo Estivill tiene que ver con el riesgo de aplastamiento o asfixia del bebé al dormir con sus padres, lo cual ha sido relacionado de forma incorrecta con lo que se conoce como "muerte súbita".
Para acallar una parte de esos argumentos, incluimos el siguiente recuadro explicativo:
La Muerte Súbita
Los casos de "muerte súbita", que suceden a bebés médicamente sanos, casi siempre se producen cuando el bebé duerme solo en su cuna (y generalmente en su propia habitación), y los científicos aún no han encontrado ninguna explicación razonable.
Según "The Foundation for the Study of Infant Deaths" (la fundación para el estudio de la muerte súbita), la mayoría de los fallecimientos se producen en la cuna y durante el invierno. Aunque casi siempre se achaca la muerte a la asfixia, se sabe que la asfixia no es la causa más frecuente.
En los casos de "muerte súbita" de bebés que duermen con sus padres, estos suelen producirse en hogares cuyos padres tienen problemas de alcoholismo, drogodependencia o son excesivamente obesos.
Por lo tanto, en un hogar cuyos padres no sufran ninguno de estos problemas es más seguro para el bebé dormir en la cama con sus padres que dormir solo.
Se sabe también que el nivel de mortandad "sin causa aparente" de los bebés en los hospicios ha sido siempre muy superior al de los bebés que viven con sus padres. Esto no es una coincidencia, sino que es un reflejo directo de la falta de contacto físico (durante el día y la noche), la soledad y la inseguridad emocional.
Los trastornos del sueño, al igual que otros problemas del niñ@-bebé, no pueden ser tratados como procesos independientes, sino como parte integral de toda una forma de sentir; y esto no se puede comprender sin una visión global de las necesidades primarias del niñ@-bebé y la satisfacción de las mismas.
Las experiencias de los bebés durante sus primeros meses y años de vida son fundamentales para su felicidad futura. Si no conseguimos que nuestros hij@s se sientan amados durante la temprana infancia, pasarán el resto de su infancia en una agonía invisible, y el resto de sus vidas buscando, sin saberlo, el amor y la comprensión que nunca tuvieron cuando eran más pequeñ@s.
Ángel Álvarez
(Fundador de la Asociación Primal)
Re: "Duérmete, niño" del Dr. Estivill
Comentarios Adicionales
..... Y ¿cuando un bebé se despierta cada hora todas las noches?
Un bebé que no sufre ningún problema médico, pero se despierta cada hora por la noche sufre un problema de estrés. (Si lo hace cada 20 minutos es preocupante).
¿A qué es debido el estrés de los bebés?
El estrés de los bebés se produce por la insatisfacción de una de sus necesidades primarias (contacto físico insuficiente, hambre, etc.) o por una experiencia traumática aún sin resolver, como por ejemplo un parto traumático o la separación de la madre al nacer.
Por lo tanto, los padres deberíamos ser conscientes, en primer lugar, de las carencias primarias que sufre nuestro bebé para intentar corregirlas y evitar así que siga sufriendo y acumulando más estrés en su organismo.
En segundo lugar, los padres necesitamos permitir la descarga físico-emocional del estrés acumulado. El llanto y las rabietas son las principales formas de descarga de dicho estrés acumulado.
En los casos en que se ha reprimido el llanto del bebé sistemáticamente puede ser necesario "facilitar" la descarga del estrés acumulado. Esto NO significa forzar al bebé a llorar, sino intentar crear una atmósfera de seguridad emocional en donde el bebé pueda conectar con su malestar para descargar gradualmente su carga emocional negativa.
En el proceso, el bebé va resolviendo y liberando su dolor acumulado en forma de estrés; liberándolo no sólo emocionalmente, sino también fisiológicamente, mediante la eliminación de sustancias químicas relacionadas, a través de las lágrimas, el sudor, etc.
En cualquier caso, es necesario dejar muy claro que un bebé NUNCA debería llorar solo, sino en los brazos de la madre/padre, y acompañado de su atenta mirada y su comprensión incondicional.
Los padres que comprenden la necesidad de este proceso de descarga, verán en poco tiempo que su bebé empieza a dormir mejor. Por decirlo de alguna forma, el bebé deja de llevar su lucha interna (su lucha por descargar las experiencias "negativas") al estado de conciencia del sueño, y puede dormir y descansar.
Además, la expresión de los sentimientos no es sólo una descarga físico-emocional que ayuda a relajarse al bebé, sino también una necesidad vital del bebé. Un bebé que puede expresar sus emociones libremente se siente amado porque se aceptan todas sus formas de expresión (y no sólo cuando sonríe y "se porta bien") y esto es en sí mismo esencial para su bienestar y tranquilidad.
La clave del sueño está en comprender por qué está tenso un bebé y cómo podemos ayudarle a estar más relajado. Si comprendemos que todo ello está directamente relacionado con el amor, y que el amor está íntimamente relacionado con la satisfacción de las necesidades primarias, habremos dado un gran paso. Si además comprendemos que un bebé que recibe todo el amor que necesita en el presente puede estar aún reaccionando a la falta de amor en el pasado (o a un suceso traumático), empezaremos a tener una visión clara del problema. Si por último, dedicamos tiempo a recordar y "sentir" nuestra propia infancia para comprenderla mejor, nuestra visión empezará a ser lúcida.
Estamos tan desconectados de nuestras propias vivencias cuando éramos bebés que nos es muy difícil comprender la intensidad de las necesidades primarias de nuestros propios bebés. Muchos desearíamos que nuestros bebés fueran más "buenos" y necesitaran menos de lo que necesitan para así hacernos la vida más fácil. Pero los bebés no pueden necesitar menos de lo que necesitan, y cuando sus necesidades no son satisfechas no pueden evitar sufrir. Si además no les permitimos dar salida a su dolor a través del llanto, las rabietas y las "quejas" les haremos la vida muy difícil.
Criar a un bebé no es una tarea fácil, y además de la comprensión necesaria, los padres necesitamos mucho tiempo y paciencia para poder ofrecerle la atención y la dedicación que necesita.
No deberíamos tratar el sueño como un proceso independiente, sino como parte integral de toda una forma de sentir del bebé; y esto no se puede comprender sin una visión global de las necesidades básicas del bebé y la satisfacción de las mismas.
La importancia del llanto en los niñ@s-bebés
Cuando un niñ@-bebé llora casi nunca faltan los consejos, no sólo de los profesionales de la salud y la educación, sino de familiares y amistades.
Pero la mayoría de las personas no comprenden las diferentes funciones del llanto de los bebés, y muchos de sus consejos son perjudiciales para su desarrollo emocional (y físico).
¿Por qué lloran los niñ@s-bebés cuando todas sus necesidades primarias son atendidas?
¿Qué hacer cuando un niñ@-bebe llora?
¿Qué investigaciones científicas recientes hay sobre el llanto?
¿Por qué lloran los niñ@s-bebés?
Tod@s sabemos que los niñ@s-bebés lloran cuando:
- Tienen hambre
- Están mojad@s
- Sienten frío o calor
- Desean ser cogid@s en brazos y/o acariciad@s
- Necesitan ser estimulad@s.
Pero cuando estas necesidades primarias están atendidas, ¿Por qué lloran?
El llanto, las rabietas, los berrinches y los pataleos de los niñ@s-bebés son una fuente de preocupación para muchos padres.
Cuando un bebé llora y no sabemos porqué, nos ponemos nervios@s y se despiertan en nosotr@s sensaciones de ansiedad, desamparo, frustración e incompetencia que pueden ser seguidas de enfados, cólera y hostilidad.
Muchos de los consejos sobre el llanto, las rabietas, los berrinches o los pataleos no sirven y pueden ser perjudiciales para el desarrollo emocional (y físico) del niñ@-bebé.
¿Es necesario el llanto? ¿Es curativo el llanto? ¿Cuál es la causa del llamado "cólico del lactante"? ¿Qué investigaciones científicas recientes hay sobre el llanto?
Oír llorar a Alesandra desconsoladamente “sin un motivo aparente”, durante 30 o 40 minutos, al menos una docena de veces durante los primeros 6 meses, me ha ayudado a comprender con mayor claridad la dificultad que supone para cualquier madre/padre soportar las descargas emocionales de sus hij@s y actuar correctamente.
Textos sobre el sueño de los bebés, que incluyen críticas a los métodos conductistas tipo Feber - Estivill
Fuentes: Muchas de estas citas han sido extraídas de la Web de Margarita Otero Solloso
NUNCA, NUNCA debe dejarse llorar a un niño, aunque un profesional lo haya recomendado. Los médicos también se equivocan. ¿Cómo te sientes tú cuando lloras? ¿Te gustaría que los que te rodean fuesen imperturbables ante tus necesidades emocionales si las físicas estuviesen aparentemente cubiertas?
He aquí algunas opiniones profesionales al respecto:
"El niño pequeño a cuyo llanto se responde ahora, más adelante será el niño lo bastante confiado para demostrar su independencia y su curiosidad. Pero el niño al que se deja llorar puede desarrollar cierto sentido de aislamiento y desconfianza y puede volverse introvertido, apartándose del mundo que no responde a su llanto. Y más adelante en su vida, ese niño puede seguir enfrentándose al stress tratando de desconectarse de la realidad.
Algunos incluso han llegado a afirmar:-Déjelo que llore para que no se mal acostumbre, que el llanto es bueno para los pulmones. Yo les digo, si el llanto es bueno para los pulmones, ¡entonces el sangrado es bueno para las venas!"
Dr. Lee Salk
(Director de Psicología pediátrica del Centro Médico del Hospital Cornell, de Nueva York)
"En el ámbito de la psicología y la psicopatología evolutiva hay evidencia más que suficiente de que dejar llorar a un bebé, sin darle respuesta, es nocivo para su desarrollo, no solo emocional sino también cognitivo (existen muchas referencias bibliográficas concretas).
Un libro (que en alemán se titula "Gelernte Hilflosigkeit" algo así como "Desamparo aprendido") plantea que los niños a los que se deja llorar y llorar aprenden que ellos no pueden generar una respuesta de su medio ambiente, algo así como que a nadie le interesan sus necesidades e insatisfacciones y que están solos frente al mundo; que nadie puede ayudarlos. Como se imaginarán ¡esto no puede ser bueno para el desarrollo psicológico de los niños! En un estudio sobre la interacción madre-hijo en el que participé, pudimos ver que los niños que presentaban un mayor nivel de desarrollo cognitivo y socio-emocional tenían mamás muy reactivas (es decir que reaccionaban a la mas mínima señal de los niños).
Lamentablemente de la misma manera en que hay grandes profesores y doctores que se manifiestan en contra de dejar llorar a los niños en pos de alguna meta, hay grandes profesores y doctores que proclaman y publicitan medios milagrosos basados en los contrario (o sea ¡dejar llorar a los niños!).
Dra. Patricia Trautmann (Psicóloga)
Mi segunda obsesión, después de la lactancia, es la relación madre hijo, tan atacada por esas modas modernas de dejar llorar a los bebes, hacer que duerman solos y no "malcriarlos".
He encontrado un párrafo sobre el comportamiento de los gansos, en un libro de Konrad Lorenz (Estoy aquí...¿Dónde estás tú?) que creo puede resultar muy útil para convencer a algunos colegas reluctantes de que los bebés no lloran para tomar el pelo a sus madres, sino porque realmente necesitan estar junto a ellas:
"Un ansarón que ha perdido a sus padres no lo lamenta en silencio, sino que llora con todas sus fuerzas. Es decir, emite el silbido del abandono. Es absolutamente incapaz de dedicarse a otra actividad. No come, ni bebe, solo vaga llorando. Si no se logra calmar pronto el llanto de los ansarones, los animales podrán sufrir graves dolencias. En circunstancias naturales, esos "extraviados" tienen escasas perspectivas de supervivencia mientras no encuentren a sus padres. Solo en casos muy excepcionales consiguen relacionarse con otra familia o una pareja de padres adoptivos.
Por eso, para el ansarón tiene pleno sentido el agotar hasta la ultima chispa de su energía para reunirse con los perdidos."
¡Esto es lo que ciertos expertos llaman "llanto nocturno por malos hábitos aprendidos"!
Dr. Carlos González (Pediatra)
..... Y ¿cuando un bebé se despierta cada hora todas las noches?
Un bebé que no sufre ningún problema médico, pero se despierta cada hora por la noche sufre un problema de estrés. (Si lo hace cada 20 minutos es preocupante).
¿A qué es debido el estrés de los bebés?
El estrés de los bebés se produce por la insatisfacción de una de sus necesidades primarias (contacto físico insuficiente, hambre, etc.) o por una experiencia traumática aún sin resolver, como por ejemplo un parto traumático o la separación de la madre al nacer.
Por lo tanto, los padres deberíamos ser conscientes, en primer lugar, de las carencias primarias que sufre nuestro bebé para intentar corregirlas y evitar así que siga sufriendo y acumulando más estrés en su organismo.
En segundo lugar, los padres necesitamos permitir la descarga físico-emocional del estrés acumulado. El llanto y las rabietas son las principales formas de descarga de dicho estrés acumulado.
En los casos en que se ha reprimido el llanto del bebé sistemáticamente puede ser necesario "facilitar" la descarga del estrés acumulado. Esto NO significa forzar al bebé a llorar, sino intentar crear una atmósfera de seguridad emocional en donde el bebé pueda conectar con su malestar para descargar gradualmente su carga emocional negativa.
En el proceso, el bebé va resolviendo y liberando su dolor acumulado en forma de estrés; liberándolo no sólo emocionalmente, sino también fisiológicamente, mediante la eliminación de sustancias químicas relacionadas, a través de las lágrimas, el sudor, etc.
En cualquier caso, es necesario dejar muy claro que un bebé NUNCA debería llorar solo, sino en los brazos de la madre/padre, y acompañado de su atenta mirada y su comprensión incondicional.
Los padres que comprenden la necesidad de este proceso de descarga, verán en poco tiempo que su bebé empieza a dormir mejor. Por decirlo de alguna forma, el bebé deja de llevar su lucha interna (su lucha por descargar las experiencias "negativas") al estado de conciencia del sueño, y puede dormir y descansar.
Además, la expresión de los sentimientos no es sólo una descarga físico-emocional que ayuda a relajarse al bebé, sino también una necesidad vital del bebé. Un bebé que puede expresar sus emociones libremente se siente amado porque se aceptan todas sus formas de expresión (y no sólo cuando sonríe y "se porta bien") y esto es en sí mismo esencial para su bienestar y tranquilidad.
La clave del sueño está en comprender por qué está tenso un bebé y cómo podemos ayudarle a estar más relajado. Si comprendemos que todo ello está directamente relacionado con el amor, y que el amor está íntimamente relacionado con la satisfacción de las necesidades primarias, habremos dado un gran paso. Si además comprendemos que un bebé que recibe todo el amor que necesita en el presente puede estar aún reaccionando a la falta de amor en el pasado (o a un suceso traumático), empezaremos a tener una visión clara del problema. Si por último, dedicamos tiempo a recordar y "sentir" nuestra propia infancia para comprenderla mejor, nuestra visión empezará a ser lúcida.
Estamos tan desconectados de nuestras propias vivencias cuando éramos bebés que nos es muy difícil comprender la intensidad de las necesidades primarias de nuestros propios bebés. Muchos desearíamos que nuestros bebés fueran más "buenos" y necesitaran menos de lo que necesitan para así hacernos la vida más fácil. Pero los bebés no pueden necesitar menos de lo que necesitan, y cuando sus necesidades no son satisfechas no pueden evitar sufrir. Si además no les permitimos dar salida a su dolor a través del llanto, las rabietas y las "quejas" les haremos la vida muy difícil.
Criar a un bebé no es una tarea fácil, y además de la comprensión necesaria, los padres necesitamos mucho tiempo y paciencia para poder ofrecerle la atención y la dedicación que necesita.
No deberíamos tratar el sueño como un proceso independiente, sino como parte integral de toda una forma de sentir del bebé; y esto no se puede comprender sin una visión global de las necesidades básicas del bebé y la satisfacción de las mismas.
La importancia del llanto en los niñ@s-bebés
Cuando un niñ@-bebé llora casi nunca faltan los consejos, no sólo de los profesionales de la salud y la educación, sino de familiares y amistades.
Pero la mayoría de las personas no comprenden las diferentes funciones del llanto de los bebés, y muchos de sus consejos son perjudiciales para su desarrollo emocional (y físico).
¿Por qué lloran los niñ@s-bebés cuando todas sus necesidades primarias son atendidas?
¿Qué hacer cuando un niñ@-bebe llora?
¿Qué investigaciones científicas recientes hay sobre el llanto?
¿Por qué lloran los niñ@s-bebés?
Tod@s sabemos que los niñ@s-bebés lloran cuando:
- Tienen hambre
- Están mojad@s
- Sienten frío o calor
- Desean ser cogid@s en brazos y/o acariciad@s
- Necesitan ser estimulad@s.
Pero cuando estas necesidades primarias están atendidas, ¿Por qué lloran?
El llanto, las rabietas, los berrinches y los pataleos de los niñ@s-bebés son una fuente de preocupación para muchos padres.
Cuando un bebé llora y no sabemos porqué, nos ponemos nervios@s y se despiertan en nosotr@s sensaciones de ansiedad, desamparo, frustración e incompetencia que pueden ser seguidas de enfados, cólera y hostilidad.
Muchos de los consejos sobre el llanto, las rabietas, los berrinches o los pataleos no sirven y pueden ser perjudiciales para el desarrollo emocional (y físico) del niñ@-bebé.
¿Es necesario el llanto? ¿Es curativo el llanto? ¿Cuál es la causa del llamado "cólico del lactante"? ¿Qué investigaciones científicas recientes hay sobre el llanto?
Oír llorar a Alesandra desconsoladamente “sin un motivo aparente”, durante 30 o 40 minutos, al menos una docena de veces durante los primeros 6 meses, me ha ayudado a comprender con mayor claridad la dificultad que supone para cualquier madre/padre soportar las descargas emocionales de sus hij@s y actuar correctamente.
Textos sobre el sueño de los bebés, que incluyen críticas a los métodos conductistas tipo Feber - Estivill
Fuentes: Muchas de estas citas han sido extraídas de la Web de Margarita Otero Solloso
NUNCA, NUNCA debe dejarse llorar a un niño, aunque un profesional lo haya recomendado. Los médicos también se equivocan. ¿Cómo te sientes tú cuando lloras? ¿Te gustaría que los que te rodean fuesen imperturbables ante tus necesidades emocionales si las físicas estuviesen aparentemente cubiertas?
He aquí algunas opiniones profesionales al respecto:
"El niño pequeño a cuyo llanto se responde ahora, más adelante será el niño lo bastante confiado para demostrar su independencia y su curiosidad. Pero el niño al que se deja llorar puede desarrollar cierto sentido de aislamiento y desconfianza y puede volverse introvertido, apartándose del mundo que no responde a su llanto. Y más adelante en su vida, ese niño puede seguir enfrentándose al stress tratando de desconectarse de la realidad.
Algunos incluso han llegado a afirmar:-Déjelo que llore para que no se mal acostumbre, que el llanto es bueno para los pulmones. Yo les digo, si el llanto es bueno para los pulmones, ¡entonces el sangrado es bueno para las venas!"
Dr. Lee Salk
(Director de Psicología pediátrica del Centro Médico del Hospital Cornell, de Nueva York)
"En el ámbito de la psicología y la psicopatología evolutiva hay evidencia más que suficiente de que dejar llorar a un bebé, sin darle respuesta, es nocivo para su desarrollo, no solo emocional sino también cognitivo (existen muchas referencias bibliográficas concretas).
Un libro (que en alemán se titula "Gelernte Hilflosigkeit" algo así como "Desamparo aprendido") plantea que los niños a los que se deja llorar y llorar aprenden que ellos no pueden generar una respuesta de su medio ambiente, algo así como que a nadie le interesan sus necesidades e insatisfacciones y que están solos frente al mundo; que nadie puede ayudarlos. Como se imaginarán ¡esto no puede ser bueno para el desarrollo psicológico de los niños! En un estudio sobre la interacción madre-hijo en el que participé, pudimos ver que los niños que presentaban un mayor nivel de desarrollo cognitivo y socio-emocional tenían mamás muy reactivas (es decir que reaccionaban a la mas mínima señal de los niños).
Lamentablemente de la misma manera en que hay grandes profesores y doctores que se manifiestan en contra de dejar llorar a los niños en pos de alguna meta, hay grandes profesores y doctores que proclaman y publicitan medios milagrosos basados en los contrario (o sea ¡dejar llorar a los niños!).
Dra. Patricia Trautmann (Psicóloga)
Mi segunda obsesión, después de la lactancia, es la relación madre hijo, tan atacada por esas modas modernas de dejar llorar a los bebes, hacer que duerman solos y no "malcriarlos".
He encontrado un párrafo sobre el comportamiento de los gansos, en un libro de Konrad Lorenz (Estoy aquí...¿Dónde estás tú?) que creo puede resultar muy útil para convencer a algunos colegas reluctantes de que los bebés no lloran para tomar el pelo a sus madres, sino porque realmente necesitan estar junto a ellas:
"Un ansarón que ha perdido a sus padres no lo lamenta en silencio, sino que llora con todas sus fuerzas. Es decir, emite el silbido del abandono. Es absolutamente incapaz de dedicarse a otra actividad. No come, ni bebe, solo vaga llorando. Si no se logra calmar pronto el llanto de los ansarones, los animales podrán sufrir graves dolencias. En circunstancias naturales, esos "extraviados" tienen escasas perspectivas de supervivencia mientras no encuentren a sus padres. Solo en casos muy excepcionales consiguen relacionarse con otra familia o una pareja de padres adoptivos.
Por eso, para el ansarón tiene pleno sentido el agotar hasta la ultima chispa de su energía para reunirse con los perdidos."
¡Esto es lo que ciertos expertos llaman "llanto nocturno por malos hábitos aprendidos"!
Dr. Carlos González (Pediatra)
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